martes, 30 de noviembre de 2021

Achim Sachs exhibe una recolección de su trayectoria en la última década en la muestra La sombra del carbón

 

La exhibición muestra la contundente maestría y experiencia del artista visual en el laboratorio que nos encamina por los pasadizos de su mundo tan onírico como alquímico.

  • La muestra estará abierta al público del 1 al 4 de diciembre en Z Club, ubicado en Ignacio Manuel Altamirano 48, San Rafael, Cuauhtémoc, CDMX.



El artista visual Achim Sachs (Alemania, 1961) presenta la exhibición La sombra del carbón, una recolección de su trayectoria en la última década que evoca a los teatros de sombras, el cubismo abstracto y a sus técnicas experimentales siempre en evolución conformada por cuatro series. La muestra estará abierta al público del 1 al 4 de diciembre en Z Club.

La sombra del carbón muestra la contundente maestría y experiencia de Sachs -residente en México desde 1985- en el laboratorio que nos encamina por los pasadizos de su mundo tan onírico como alquímico.

La serie El ego y el más allá, nos trae a un aquí y a un ahora, transmisiones de ondas eléctricas, percepciones de lo que habita más allá de la Tierra y Cosas del espacio. Un guiño juguetón con el mundo extraterrestre y las sombras espaciales provocadas desde lámparas y sensores que proyectan una luz adicional a la imagen. Mientras, en la serie La Malnacida, Sachs regresa a la Tierra y a lo humano para reflexionar sobre la migración y la incapacidad de desarrollo que ella conlleva. Lo hace mediante un trabajo en alto contraste que incorpora recortes y letras sobre el acetato.

Le siguen las piezas de Conferencia de pájaros donde el artista nos invita a buscar más allá de lo que la obra expresa en su inmediatez, mediante la impresión en acetatos de alto contraste.

La muestra concluye con Miniquímicos: el trabajo más reciente y abstracto de Sachs. Con una vuelta de tuerca a su técnica pasada, ahora la luz se proyecta a través de capas -papel picado, aluminio y papel pintado con carbón- que dan forma a la obra.

Fuego, luz, recortes, proyección. Un íntimo ritual, siempre impredecible, que convierte en arte la incesante búsqueda del artista por la belleza total.

Sin puerto al que llegar ni arraigos establecidos. Sin formas precisas ni códigos acostumbrados. La esencia de la fotografía de Achim Sachs, nos llega desde el azar y desde los procesos y reacciones concebidos en su cuarto oscuro. Su Zona de batalla -como él lo llama-, es de donde se libra la contienda por la belleza: entre los grises del papel fotográfico, la tensión y la vibración del grano reventado, la luz y la sombra en movimiento.

La sombra del carbón estará abierta al público en Z Club, ubicado en Ignacio Manuel Altamirano 48, San Rafael, Cuauhtémoc, CDMX, del 1 al 4 de diciembre.


Achim Sachs 


Stuttgart, Alemania, 1961


Artista visual de origen alemán, reconocido como impresor Internacional, que en 1980 realizó estudios de fotografía y se especializó como laboratorista fotográfico en la Prolab Gmbh de Stuttgart, de Stuttgart Alemania.


Achim radica en México desde 1985, donde su trabajo como impresor está representado en las obras de muchos autores mexicanos como Graciela Iturbide, Adalberto Ríos, Alberto Korda, Ricardo Vinos, Rodrigo Moya, Tony Kuhn, Fernando Aceves y Armando Salas Portugal. También ejerció como camarógrafo y director de arte en la película Ánima, de la casa productora “La Casa del Cine CDMX”. Así mismo trabajó como modelo del artista Cauduro, como productor de exposiciones fotográficas y como titular de la beca FONCA sobre el archivo fotográfico de Rodrigo Moya. Actualmente colabora con la Fundación Salas Portugal. 


Cuenta con tres exhibiciones individuales; “Iluminaciones”, exposición de carácter experimental en Leonberg Alemania, EMULSIÓN: Memorias de Luz en Galería L en Ciudad de México y “Show individual de estudio” en Bucareli 128. Así como varias exposiciones colectivas en la Ciudad de México. 


Sachs ha tenido trato frecuente e intenso con la transformación de las imágenes fotográficas, mediante el uso heterodoxo de materiales, soportes e instrumentos que le permiten bloquear y matizar la luz. Sachs deja que el azar gobierne el juego de sus intervenciones, partiendo de la idea que el lienzo es el papel fotográfico y la tinta es la luz, haciendo a la vez un juego entre adición y sustracción de la misma, dando como resultado abstracciones que conviven con elementos gráficos. 

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