En dónde estamos
La pandemia obligó al cierre de escuelas sin que los docentes, alumnos y el sistema mismo estuvieran preparados. Eso propició que los alumnos, con deficiencias anteriores al cierre, desertaran o empobrecieran sus aprendizajes.
La brecha educativa tras la pandemia se está visibilizando con muy dolorosas consecuencias: muchos estudiantes de educación básica abandonaron las aulas (1.4 millones en los últimos dos ciclos escolares 2020-2021, 2021-2022). El rezago educativo complica el regreso de los alumnos a las escuelas y va engrosando los números de población sin primaria, secundaria o estudios de nivel medio superior.
Ante esta compleja realidad, aunado a la falta de inversión suficiente para asegurar la universalidad de la educación, hoy el sector educativo enfrenta la implementación de nuevos planes y programas de estudio ampliamente cuestionados en forma y fondo, lo cual pone en riesgo el derecho que tienen los niños a una educación de calidad.
El reto: La planeación de largo plazo
Cualquier actividad, estrategia, programa, iniciativa o política que se implemente debe tener una profunda y adecuada planeación; deben aprovecharse las bases con que se cuenta, las experiencias exitosas obtenidas por décadas, evitando pensar en una radical demolición y refundación institucional. Algunos ejemplos de las deficiencias en los nuevos planes son:
- Supresión de la evaluación
Es inconveniente eliminar, por ejemplo, la evaluación. Aunque los resultados de ésta puedan resultar incómodos para algunos actores, es una parte fundamental de un proceso de mejora continua y de medición de avances. Sin una evaluación pertinente de los conocimientos que van adquiriendo los alumnos sería imposible asegurar la calidad de la educación que reciben y su propia formación en el tiempo.
Coincidimos que la evaluación no debe utilizarse con fines punitivos o de persecución, sino como un mecanismo perfectible para saber “en dónde estamos parados". La falta de evaluación puede provocar ceguera para la toma de decisiones. La evaluación no genera cambios por sí misma, pero marca la ruta y garantiza la mejora educativa.
- “Borrón y cuenta nueva”
Entre otros aspectos controvertidos del nuevo marco curricular y su plan de estudios, se encuentra la descalificación constante que autoridades federales hacen de los esfuerzos de décadas anteriores tanto de Planes y Programas de Estudios, como de los materiales que se propusieron en su tiempo. Esto se agrava ante las inconsistencias en la aprobación del nuevo esquema, generando desaliento y desconfianza entre los supervisores, directivos y docentes.
Las prioridades
El documento denominado “Marco curricular…”, que se modificó 5 veces, hasta que finalmente se presentó en el mes de agosto de 2022 como Plan de Estudios para la Educación Preescolar, Primaria y Secundaria, es una propuesta que parece poco pertinente cuando aún no han podido resolverse los graves daños y las consecuencias que persisten tras los meses más difíciles de la pandemia. La prioridad del gobierno debería ser atender y revertir el gran abandono escolar, la pérdida de aprendizajes imprescindibles o su empobrecimiento, y el rezago educativo.
La incertidumbre sobre la prueba piloto
Las autoridades educativas federales han anunciado que se aplicará una prueba piloto del Plan de Estudios para Preescolar, Primaria y Secundaria en las 32 entidades federativas, en 30 escuelas de cada entidad. No se tiene precisión de cómo se seleccionarán las escuelas, si habrá representatividad de todos los tipos de escuelas que hay en nuestro complejo sistema educativo; no se conoce la metodología de pilotaje que se utilizará, ni los instrumentos que se emplearán para levantar información y con base en ello realizar adecuaciones. Si este proceso no es abierto y transparente, existe un marcado riesgo de que termine siendo un fracaso o una simulación.
La capacitación docente y los libros de texto
Otro gran reto es la actualización y capacitación de los maestros. Estamos iniciando septiembre y aún no se tiene clara la agenda de capacitación de los docentes que participarán en la prueba piloto y mucho menos el acompañamiento que se dará a los maestros que están frente a grupo.
Normalmente un Plan de Estudios se da a conocer conjuntamente con los programas, asunto que no ha sucedido en el caso de esta propuesta por lo que consideramos que es impostergable su presentación.
El diseño y actualización de libros de texto se ha advertido como un proceso con vicios de origen y con preocupantes visos de convertirlo en un intento de adoctrinamiento; está en duda la selección de los temas de aprendizaje así como su tratamiento, ya que más que tener intenciones educativas, reflejan supuestos filosóficos, pedagógicos y didácticos afines a la ideología e intereses del grupo en el poder; el caso más notorio es el de los libros de Formación Cívica y Ética para los seis grados de Primaria que se distribuyeron a partir del 2020. Por ello exigimos que especialistas, así como madres y padres de familia participen en su revisión y autorización.
El Sistema Educativo pertenece a las familias y debe tener como objetivo la educación de los futuros ciudadanos; no es una propiedad del partido en el poder ni una herramienta para la ideologización.
Presupuesto, la tarea pendiente
La mejora de la educación en las aulas debe ir aparejada de un incremento sustancial en el presupuesto destinado para que los niños y adolescentes disfruten de buenos equipos, materiales e instalaciones. El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) recomienda que el gasto público para educación represente entre 4.0 y 6.0% del PIB. Para el presupuesto 2022, México destinó 3.1% del PIB, siendo el nivel más bajo de la última década.
Hasta ahora no se advierte que la Secretaría de Educación Pública haya anticipado el envío de ningún requerimiento de presupuesto adicional a la Cámara de Diputados para las necesidades que la prueba piloto demanda.
EL LLAMADO DE COPARMEX
La educación de las presentes y futuras generaciones no debe ni puede estar sometida a deseos o pulsiones sexenales, mucho menos a sesgos ideológicos o políticos. Los países que en el último siglo han evolucionado de forma acelerada en el plano social y económico lo han hecho gracias a reformas educativas de gran alcance y con altura de miras.
Por ello, nos preocupa:
1. Que se pretenda desmantelar un sistema en vías de mejora y que requiere un tiempo de consolidación tras la Reforma Educativa impulsada en 2013; y también que se pretenda privilegiar la improvisación.
2. Que el cambio del Plan de Estudio sea una forma de introducir líneas ideológicas o que imponga un pensamiento único y no del tipo de país plural y con libertades que queremos los mexicanos.
3. Que por una planeación inadecuada termine siendo un ejercicio de simulación para legitimar intereses del partido en el poder.
4. Que no se garantice el presupuesto necesario para revertir el rezago educativo.
Hacemos un llamado a las autoridades para replantear su propuesta y promover una verdadera política educativa de Estado con visión de largo plazo y altos estándares. A los docentes y directivos los llamamos a estar atentos para señalar y exigir, si fuera necesario, que permanezcan las bases de nuestro sistema educativo, que se mejore más y no se desmantele. A los padres de familia los llamamos a participar y vigilar que la educación de sus hijos esté libre de cualquier intento de manipulación o adoctrinamiento, a que exijan que se apueste por la excelencia y no por la mediocridad. Todos debemos aportar lo que esté a nuestro alcance para que México salga adelante gracias a las herramientas y conocimientos que reciban las y los niños. Esa es la mejor inversión que puede hacer el país. Es la garantía de un México con desarrollo inclusivo.
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