Aunque actualmente las víctimas tienen aún el derecho de presentar un nuevo juicio de amparo en contra de una sentencia de apelación de 2019, después de años de lucha y de varias apelaciones y amparos promovidos, la esperanza de que el sistema judicial mexicano les haga justicia es casi nula. Por ello, y ante la demora injustificada del Estado en acercarlas a la justicia, han decidido acudir ante el Comité de Derechos Humanos de Naciones Unidas en búsqueda de que el sistema universal reconozca las violaciones a sus derechos humanos, especialmente su detención arbitraria y la tortura que sufrieron, así como las injustificadas dilaciones en sus procesos judiciales; motivos suficientes para ordenar su inmediata libertad. El caso Tlaxcala es representativo de la persistente política de fabricación de culpables por parte de autoridades mexicanas, mediante la cual el Estado reacciona ante la crisis de inseguridad y violencia, sumada a su incapacidad de hacerle frente, de la peor manera: construyendo una historia de culpabilidad en personas inocentes, la mayoría de las veces de bajos recursos económicos, que además niega su identidad propia. Para el Estado, en cambio, estas personas son solo piezas intercambiables en su plan de fabricación. Desde la CMDPDH seguiremos levantando la voz, junto a las familias de las víctimas, para demostrar su inocencia, lograr su liberación y limpiar sus nombres. |
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