La
Secretaria Ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el
Caribe (CEPAL), Alicia Bárcena, llamó hoy a los países de la región a
revigorizar el proceso de integración y potenciar el comercio
intrarregional para hacer frente a los nuevos desafíos globales, durante
la reunión del Foro Económico Mundial sobre América Latina 2018, que se
celebra en Sao Paulo, Brasil.
La máxima representante del organismo regional de las Naciones Unidas participó en diversos paneles que abordaron la actualidad geopolítica de la región y sus perspectivas en el actual contexto global; el estado de la integración regional, y la convergencia entre la Alianza del Pacífico y el Mercado Común del Sur (Mercosur).
Durante su primera intervención en el panel “Novedades de América Latina”, que compartió con Isabel de Saint Malo, Vicepresidenta de Panamá; Daniel Zovatto, Director Regional del Instituto Internacional para la Democracia y la Asistencia Electoral; Denise Dresser, Analista Política del Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM), Ricardo Villela, Vicepresidente Ejecutivo de Banco Itaú; y que fue moderado por Gustau Alegret, director periodístico en Estados Unidos de NTN24, la Secretaria Ejecutiva de la CEPAL abordó la situación regional en el contexto de los numerosos procesos electorales que tendrán lugar en 2018 y 2019.
Advirtió que los 165 millones de jóvenes que habitan en la región “no necesariamente encuentran su espacio en los proyectos de países que se están diseñando para el futuro. Existe el riesgo de una desconexión creciente entre la juventud de la región y las instituciones y representantes tradicionales de gobierno, así como de una brecha significativa entre las oportunidades de bienestar que generan las actuales condiciones económicas más favorables y la satisfacción real de la ciudadanía que no percibe estos frutos”, afirmó.
En el contexto de la actual revolución digital y de los cambios geopolíticos y comerciales globales, Alicia Bárcena instó a los países a concretar “un cambio de paradigma y una nueva narrativa, orientada a un renovado pacto público-privado-ciudadanía con énfasis en educación continua, tecnología e innovación”, que permitan dejar atrás las desigualdades e injusticias estructurales en la región, que afectan en primer lugar a las mujeres, los jóvenes y a las minorías étnicas y afrodescendientes.
Asimismo, llamó a terminar con la impunidad basada en la cultura de los privilegios que caracterizan a las sociedades de la región e instó a la provisión de bienes públicos más colectivos, de mayor calidad y menor segmentación, con la activa participación del sector privado. En este sentido, pidió generar un gran pacto regional entre el sector público y el sector privado para avanzar hacia la cuarta revolución industrial. “Mi propuesta es un gran pacto por la innovación tecnológica”, enfatizó.
Más tarde, Bárcena participó en el panel “Integración regional: ¿a todo vapor?”, que fue moderado por Alberto Bello, Director Editorial del Grupo Expansión, y estuvo compuesto también por Ildefonso Guajardo, Secretario de Economía de México; Nicola Calicchio, Presidente de McKinsey & Company para América Latina; Alejandro Ramírez, Director de Cinépolis, y Marcos Troyjo, Co-Director del BRICLab de la Universidad de Columbia.
Durante su intervención, la máxima representante de la CEPAL señaló que América Latina y el Caribe ha reaccionado a una coyuntura comercial compleja intensificando sus relaciones con socios de fuera de la región, en particular con China y otras economías de Asia, resaltando por ejemplo la reciente firma del CPTPP, lo que es positivo, dijo. Sin embargo, agregó, revigorizar la integración y el comercio con los socios al interior de la región es mucho mejor, pues integra en las cadenas de valor y exportación a las pequeñas y medianas empresas, aunque sigue siendo una tarea pendiente.
Bárcena destacó el gran potencial de un mercado regional con más de 630 millones de personas que, sin embargo, sigue siendo subexplotado. Recordó que, si bien se han producido algunos avances importantes, en particular los acuerdos alcanzados en el MERCOSUR para definir regímenes comunes de inversión extranjera, en abril de 2017, y contratación pública, en diciembre de 2017, la región aún tiene mucho por hacer en términos de profundización de su integración económica regional.
“Lamentablemente, el comercio intrarregional sigue siendo muy bajo en comparación con los estándares internacionales, representando solo el 17% de las exportaciones totales de la región”, puntualizó.
Señaló que las bajas cifras del comercio intrarregional se explican por el vasto tamaño de la región, de más de 20 millones de kilómetros cuadrados, y su geografía difícil; una infraestructura de transporte deficiente; dotaciones de recursos naturales superpuestas en muchos países sudamericanos, y la atracción gravitacional que ejerce la economía de los Estados Unidos sobre México y América Central.
“Sin embargo, todas estas dificultades se ven agravadas por la gran fragmentación del mercado regional. Varios acuerdos de integración coexisten, cada uno con sus propias reglas desde los estándares del producto hasta la contratación pública y el tratamiento de la inversión extranjera directa. Los esquemas de integración aún carecen de medidas que favorecen la movilidad de las personas, de sus capacidades, talentos y su inserción en los mercados laborales de un país a otro”, precisó.
Agregó que “estas discrepancias regulatorias imponen altos costos a las empresas, especialmente a las pequeñas y medianas que exportan o invierten en mercados regionales. También dificultan el desarrollo de las cadenas de valor regionales”, expresó.
“América Latina tiene que virar hacia la diversificación de sus socios comerciales al interior de la misma región y potenciar iniciativas de facilitación del comercio y de desarollo de los mercados regionales digitales. En este sentido, la convergencia entre el Mercosur y la Alianza del Pacífico es una noticia muy positiva que debemos seguir impulsando”, afirmó Bárcena.
Destacó que el 80% de las exportaciones de América Latina viene de América del Sur, pero son solo productos básicos sin mucho valor agregado. Por ello, dijo, “es muy importante que veamos las complementariedades entre los países, pero también las capacidades que tenemos para agregar valor a lo que estamos haciendo, la incorporación de mayores niveles de conocimiento y tecnología”.
En representación del Secretario General de las Naciones Unidas, António Guterres, Bárcena intervino en un debate sobre las nuevas oportunidades de potenciar las ventajas de la región respecto a su alta dotación de recursos naturales, especialmente en minería de cobre y litio, de cara a un futuro de autos eléctricos y de descarbonización de las economías, potenciando fuentes alternas de energía renovable.
Presentó también los resultados del reciente Panorama Social en relación al futuro del sistema de pensiones en la región aunado a los temas de igualdad de género, particularmente los que se refieren a la autonomía económica.
En todos los eventos, la Secretaria Ejecutiva de la CEPAL reiteró la importancia de concentrar esfuerzos en el combate a la desigualdad de riqueza, de ingresos y de acceso a la educación y a la salud. Se refirió a la importancia de lograr pactos políticos para la provisión de bienes públicos desde una perspectiva económica, es decir, mostrando cómo las ineficiencias de la desigualdad son importantes.
“Sociedades más iguales son más productivas e innovadoras. Este es el camino esencial para lograr la plena integración de los 165 millones de jóvenes de la región hacia un futuro sostenible y más igualitario”, concluyó.
La máxima representante del organismo regional de las Naciones Unidas participó en diversos paneles que abordaron la actualidad geopolítica de la región y sus perspectivas en el actual contexto global; el estado de la integración regional, y la convergencia entre la Alianza del Pacífico y el Mercado Común del Sur (Mercosur).
Durante su primera intervención en el panel “Novedades de América Latina”, que compartió con Isabel de Saint Malo, Vicepresidenta de Panamá; Daniel Zovatto, Director Regional del Instituto Internacional para la Democracia y la Asistencia Electoral; Denise Dresser, Analista Política del Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM), Ricardo Villela, Vicepresidente Ejecutivo de Banco Itaú; y que fue moderado por Gustau Alegret, director periodístico en Estados Unidos de NTN24, la Secretaria Ejecutiva de la CEPAL abordó la situación regional en el contexto de los numerosos procesos electorales que tendrán lugar en 2018 y 2019.
Advirtió que los 165 millones de jóvenes que habitan en la región “no necesariamente encuentran su espacio en los proyectos de países que se están diseñando para el futuro. Existe el riesgo de una desconexión creciente entre la juventud de la región y las instituciones y representantes tradicionales de gobierno, así como de una brecha significativa entre las oportunidades de bienestar que generan las actuales condiciones económicas más favorables y la satisfacción real de la ciudadanía que no percibe estos frutos”, afirmó.
En el contexto de la actual revolución digital y de los cambios geopolíticos y comerciales globales, Alicia Bárcena instó a los países a concretar “un cambio de paradigma y una nueva narrativa, orientada a un renovado pacto público-privado-ciudadanía con énfasis en educación continua, tecnología e innovación”, que permitan dejar atrás las desigualdades e injusticias estructurales en la región, que afectan en primer lugar a las mujeres, los jóvenes y a las minorías étnicas y afrodescendientes.
Asimismo, llamó a terminar con la impunidad basada en la cultura de los privilegios que caracterizan a las sociedades de la región e instó a la provisión de bienes públicos más colectivos, de mayor calidad y menor segmentación, con la activa participación del sector privado. En este sentido, pidió generar un gran pacto regional entre el sector público y el sector privado para avanzar hacia la cuarta revolución industrial. “Mi propuesta es un gran pacto por la innovación tecnológica”, enfatizó.
Más tarde, Bárcena participó en el panel “Integración regional: ¿a todo vapor?”, que fue moderado por Alberto Bello, Director Editorial del Grupo Expansión, y estuvo compuesto también por Ildefonso Guajardo, Secretario de Economía de México; Nicola Calicchio, Presidente de McKinsey & Company para América Latina; Alejandro Ramírez, Director de Cinépolis, y Marcos Troyjo, Co-Director del BRICLab de la Universidad de Columbia.
Durante su intervención, la máxima representante de la CEPAL señaló que América Latina y el Caribe ha reaccionado a una coyuntura comercial compleja intensificando sus relaciones con socios de fuera de la región, en particular con China y otras economías de Asia, resaltando por ejemplo la reciente firma del CPTPP, lo que es positivo, dijo. Sin embargo, agregó, revigorizar la integración y el comercio con los socios al interior de la región es mucho mejor, pues integra en las cadenas de valor y exportación a las pequeñas y medianas empresas, aunque sigue siendo una tarea pendiente.
Bárcena destacó el gran potencial de un mercado regional con más de 630 millones de personas que, sin embargo, sigue siendo subexplotado. Recordó que, si bien se han producido algunos avances importantes, en particular los acuerdos alcanzados en el MERCOSUR para definir regímenes comunes de inversión extranjera, en abril de 2017, y contratación pública, en diciembre de 2017, la región aún tiene mucho por hacer en términos de profundización de su integración económica regional.
“Lamentablemente, el comercio intrarregional sigue siendo muy bajo en comparación con los estándares internacionales, representando solo el 17% de las exportaciones totales de la región”, puntualizó.
Señaló que las bajas cifras del comercio intrarregional se explican por el vasto tamaño de la región, de más de 20 millones de kilómetros cuadrados, y su geografía difícil; una infraestructura de transporte deficiente; dotaciones de recursos naturales superpuestas en muchos países sudamericanos, y la atracción gravitacional que ejerce la economía de los Estados Unidos sobre México y América Central.
“Sin embargo, todas estas dificultades se ven agravadas por la gran fragmentación del mercado regional. Varios acuerdos de integración coexisten, cada uno con sus propias reglas desde los estándares del producto hasta la contratación pública y el tratamiento de la inversión extranjera directa. Los esquemas de integración aún carecen de medidas que favorecen la movilidad de las personas, de sus capacidades, talentos y su inserción en los mercados laborales de un país a otro”, precisó.
Agregó que “estas discrepancias regulatorias imponen altos costos a las empresas, especialmente a las pequeñas y medianas que exportan o invierten en mercados regionales. También dificultan el desarrollo de las cadenas de valor regionales”, expresó.
“América Latina tiene que virar hacia la diversificación de sus socios comerciales al interior de la misma región y potenciar iniciativas de facilitación del comercio y de desarollo de los mercados regionales digitales. En este sentido, la convergencia entre el Mercosur y la Alianza del Pacífico es una noticia muy positiva que debemos seguir impulsando”, afirmó Bárcena.
Destacó que el 80% de las exportaciones de América Latina viene de América del Sur, pero son solo productos básicos sin mucho valor agregado. Por ello, dijo, “es muy importante que veamos las complementariedades entre los países, pero también las capacidades que tenemos para agregar valor a lo que estamos haciendo, la incorporación de mayores niveles de conocimiento y tecnología”.
En representación del Secretario General de las Naciones Unidas, António Guterres, Bárcena intervino en un debate sobre las nuevas oportunidades de potenciar las ventajas de la región respecto a su alta dotación de recursos naturales, especialmente en minería de cobre y litio, de cara a un futuro de autos eléctricos y de descarbonización de las economías, potenciando fuentes alternas de energía renovable.
Presentó también los resultados del reciente Panorama Social en relación al futuro del sistema de pensiones en la región aunado a los temas de igualdad de género, particularmente los que se refieren a la autonomía económica.
En todos los eventos, la Secretaria Ejecutiva de la CEPAL reiteró la importancia de concentrar esfuerzos en el combate a la desigualdad de riqueza, de ingresos y de acceso a la educación y a la salud. Se refirió a la importancia de lograr pactos políticos para la provisión de bienes públicos desde una perspectiva económica, es decir, mostrando cómo las ineficiencias de la desigualdad son importantes.
“Sociedades más iguales son más productivas e innovadoras. Este es el camino esencial para lograr la plena integración de los 165 millones de jóvenes de la región hacia un futuro sostenible y más igualitario”, concluyó.
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