I. Introducción
El Presupuesto de
Egresos de la Federación es uno de los instrumentos operativos más
importantes de política pública de México pues en él se
establecen las estrategias anuales de gasto y, por tanto, las
prioridades del Estado Mexicano.
En los próximos
meses comenzará el proceso de debate para definir el Presupuesto de
Egresos de la Federación para el ejercicio 2020. En este documento
se establecerán los temas prioritarios para el próximo ejercicio y
se decidirán los proyectos que serán atendidos el próximo año.
En Coparmex, estamos
convencidos de que es imprescindible contar con un presupuesto
responsable realizado bajo los más altos estándares técnicos. El
bajo crecimiento de México, de apenas 0.1% durante el segundo
trimestre del 2019, demanda llevar la discusión pública hacia un
cuestionamiento sólido sobre la forma en la que se está utilizando
la inversión pública para fomentar el desarrollo. Así, el diseño
del Presupuesto de Egresos 2020 deberá realizarse con la más
estricta responsabilidad, siguiendo la incorporación plural de las
voces pertinentes, interesadas y que sea resultado de un debate
profundo en el que se definan las prioridades gubernamentales.
II. Retos del
Presupuesto 2020
Visualizamos cinco
retos del Presupuesto 2020 que habrán de atender durante sus
discusiones.
El primero es lograr
mejorar la calidad y eficiencia del gasto público sin incurrir en
recortes de brocha gorda, hechos sin especificaciones técnicas, ni
análisis.
El Gobierno Federal
ha intentado llevar a cabo un gasto eficiente a partir de la
centralización de recursos y compras en la Secretaría de Hacienda.
Sin embargo la implementación de esta estrategia ha sido desastroza,
pues ha limitado la cantidad y la calidad del gasto público, creando
un subejercicio, cuellos de botella además de que no es un mejor
instrumento para elevar la eficiencia presupuestal de los
instrumentos de fiscalización social. El subejercicio ha sido de tal
magnitud, que en los seis primeros meses del año los gastos totales
del gobierno han disminuido en 4.5% en términos reales respecto al
mismo período del año pasado.
Por su parte, la
inversión pública tuvo una disminución de (-)11.1% en el primer
trimestre de 2019 en su comparación anual y un crecimiento de sólo
0.8% respecto al trimestre inmediato anterior.
Para lograr un gasto
público eficiente resulta indispensable consolidar los procesos de
evaluación fiscal que permitan saber dónde y cuándo es viable
implementar recortes. A partir del Sistema de Evaluación de
Desempeño de la Secretaría de Hacienda pueden establecerse nuevos
mecanismos de medición capaces de identificar áreas de oportunidad
y deficiencias, buscando en todo momento dar seguimiento a los
avances en los programas presupuestados.
Un segundo reto del
presupuesto, a realizarse de manera paralela es mejorar los procesos
de revisión del gasto, reducir los plazos para que la Auditoría
Superior de la Federación pueda analizar el destino de los recursos
de la cuenta pública, para desalentar e identificar la corrupción y
los malos manejos así como la opacidad en el gasto público.
Para ir más allá,
se deben fortalecer los mecanismos de evaluación e incentivos de
eficiencia en el gasto cuyo principal objetivo sea el
condicionamiento del presupuesto a nivel estatal y municipal.
Establecer un estándar de calidad en su ejercicio, homologando los
criterios de evaluación de los programas presupuestarios federales,
estatales y municipales.
Otra tercer medida
que puede resultar útil serían las gratificaciones presupuestarias
a los gobiernos locales con base en su deficiente desempeño. Se
podrían establecer indicadores internacionales de buenas prácticas
como criterio para la asignación de transferencias federales
adicionales.
Otro reto consiste
en enfocar el gasto en los proyectos esenciales para el desarrollo
social con una estrategia integral en la asignación de recursos de
forma eficiente y efectiva.
Una de las
prioridades del gobierno federal es lograr una mejor distribución
del ingreso a través de programas sociales. Para lograrlo, se deben
considerar los puntos primordiales establecidos por CONEVAL, tales
como el reconocimiento de derechos, el incremento del ingreso, una
mayor protección para todos los sectores sociales y, sobre todo, el
conjunto de criterios que hacen que un programa social sea
verdaderamente eficiente, entre ellos la correcta selección del
público objetivo y los mecanismos de transparencia del propio
programa.
En el presupuesto
2019 se observó un aumento en el gasto social del 6.0% respecto al
presupuesto de 20181. Sin embargo, los gastos se han enfocado en
proyectos y programas sin reglas de operación, con riegos
clientelares y dudas graves acerca de la rentabilidad a largo plazo
de dichos proyectos como el tren maya o la refinería de Dos Bocas.
Un cuarto elemento
consiste en tener un gasto equilibrado. Que esto se traduzca en
consolidar finanzas públicas sanas y la sostenibilidad fiscal en el
largo plazo. Celebramos que, al momento, el gobierno federal no esté
incurriendo en un déficit. En el primer semestre de 2019, los
Requerimientos Financieros del Sector Público fueron del 43.8% del
PIB y en el segundo trimestre del mismo año de 42.5%. Es decir, hubo
una reducción de 1.3 puntos porcentuales del PIB en el saldo de la
deuda. Es necesario seguir en esta línea y garantizar una reducción
progresiva del déficit en el próximo Presupuesto.
También se deben
tomar medidas para lograr una reorientación del gasto que permita la
sustentabilidad a largo plazo.
Finalmente, se
necesita buscar el fortalecimiento institucional. La función
presupuestal del Estado moderno reviste gran complejidad técnica,
tanto en lo financiero como en lo jurídico.
Organismos
Internacionales como el Banco Mundial han recomendado varias veces a
México la conformación de una Consejo Fiscal
Independiente, que pueda emitir opiniones de forma técnica y
vinculante, en materia de presupuesto, deuda e inversión pública
estratégica.
Para que el
Presupuesto tenga una validación técnica en cada uno de sus rubros
más relevantes es indispensable que, como ocurre desde hace años en
más de 40 países, México cuente con este instrumento tal y como lo
ha venido postulando Coparmex desde hace años.
III. Conclusión
Ante las condiciones
adversas de la economía mexicana es de vital importancia que se
elabore y se prepare un presupuesto de egresos equilibrado, que
resulte de una planeación responsable.
Hacemos un llamado a
los integrantes del Congreso de la Unión y a los funcionarios del
Ejecutivo Federal para que consideren las coordenadas para la
conformación del Presupuesto de Egresos propuesto por la Coparmex.
Los exhortamos para
que en los próximos meses se convoque y se lleve a cabo un diálogo
incluyente, que tenga como prioridad la sustentabilidad de las
finanzas públicas, la planeación adecuada del gasto público y la
aplicación ordenada del mismo.
El camino para
lograr que el 2020 sea un año próspero para el país comienza desde
hoy. Y es responsabilidad de todos el construirlo.
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