Introducción
La
defensa de los derechos humanos en nuestro país aún tiene un largo
camino por recorrer. A varios años de una importante reforma a la
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, que ha
reforzado la obligación que tienen las instituciones públicas de
garantizar plenamente los derechos de la ciudadanía, no tenemos un
país respetuoso de derechos. Cada año conocemos de graves
violaciones que se cometen.
Pero
es gracias al trabajo objetivo e imparcial de la Comisión Nacional
de Derechos Humanos (CNDH) que nuestro país ha podido avanzar en
esta tarea. Lejos de mermar sus capacidades, México necesita una
CNDH más fuerte. Para eso, su autonomía constitucional debe ser
preservada y ampliada.
Problema
Es
preocupante que desde el Ejecutivo se lancen amenazas y
descalificaciones constantes contra el trabajo de la CNDH. Al
cuestionar su “idoneidad moral” y sus Recomendaciones, o al no
recibir y escuchar el Informe Anual de Actividades de la Comisión
por primera vez desde su creación, el presidente de la república
atenta contra una institución clave para nuestro país, en materia
de justicia y democracia.
Las
acciones y la retórica bajo esa línea amenazan la defensa de los
Derechos Humanos, no sólo de la Comisión, sino también de quienes
decididamente han luchado por esta causa tan importante y necesaria.
Diagnóstico
En
México desde 1992, la CNDH se ha encargado de velar porque toda
persona pueda gozar de sus derechos humanos en nuestro territorio y
ha defendido a las víctimas de violaciones a derechos humanos. Si
bien, aún somos testigos de graves violaciones, la ciudadanía
encuentra en la Comisión una vía para la justicia.
La
autonomía presupuestal y de gestión, han sido fundamentales en el
actuar de la CNDH. Gracias a su naturaleza imparcial y a su
compromiso puntual con la defensa no jurisdiccional de los derechos
humanos, en los últimos años se han emitido Recomendaciones que se
han convertido en instrumentos legales necesarios para las y los
ciudadanos, y que han incidido para mejorar la política pública.
Tan
sólo en el último año, de acuerdo con el Informe anual de la
Comisión, las grandes problemáticas en materia de DDHH fueron de
diversa índole, desde personas desaparecidas, la prevalencia de la
tortura, la explotación y el abuso a personas migrantes, las fosas
clandestinas e irregulares, la persistencia de la violencia de
género, la trata de personas, y hasta los ataques y homicidios en
contra de periodistas y defensores de los derechos humanos.
La
voz de la CNDH a través de su Presidente, Luis Raúl González
Pérez, se ha convertido en un referente ante los discursos que
buscan polarizar a nuestra sociedad.
Ante
la violencia que enfrenta el periodismo en México, que ha dejado 10
comunicadores asesinados en lo que va de esta administración, la
CNDH ha declarado que las descalificaciones de altos funcionarios del
Gobierno hacia medios de comunicación y periodistas, así como
contra organizaciones de la sociedad civil, contribuyen a generar un
ambiente poco propicio para la libertad de expresión y la labor del
periodismo.
En
cuanto a la Recomendación que la Comisión emitió sobre el programa
de Estancias Infantiles, ésta evidenció que podría haber
afectaciones a padres y madres de familia, niños y niñas, y
personas encargadas de las estancias por las modificaciones a las
reglas de operación del programa. La presidencia catalogó la
Recomendación como “inaceptable” y como una “vergüenza”,
mostrando una postura de intolerancia ante las observaciones que
buscan orientar el actuar del gobierno en beneficio de todas las
personas, en particular de niñas y niños.
Como
podemos ver, el camino que tenemos por recorrer es todavía muy
largo, lleno de complejidades sociales y, lamentablemente, de
intereses políticos.
Propuesta
Para
Coparmex, la lucha por el fortalecimiento y la autonomía de las
instituciones que dan forma a nuestra democracia no es nueva. Siempre
rechazaremos tajantemente toda acción, amenaza o cuestionamiento que
vulnere el trabajo de organismos como el Banco de México, el INEGI,
el INAI, y por supuesto, la CNDH y sus pares estatales.
Cualquier
proyecto de país que se busque consolidar para México es imposible
sin considerar una sólida visión de derechos humanos. No podemos
permitir que, a través de nombramientos afines, recortes
presupuestales, y ataques continuos, se derrumbe lo que tanto trabajo
nos ha costado construir como sociedad.
Hacemos
un llamado para preservar y fortalecer la autonomía de la CNDH, así
como de los organismos estatales. En el caso de la Comisión
Nacional, ante la inminente renovación de su titular, así como ante
los cambios anuales de consejeros, pedimos que el Senado elija con
base exclusivamente en experiencia probada, profesionalismo,
independencia de los poderes y sólida formación en materia de
derechos humanos.
El
sólido Estado de Derecho requiere de instituciones de control
fuertes y tituladas por personas idóneas. En materia de derechos
humanos, México no puede retroceder, por el contario, debe tener
mayores avances.
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