·
Las
prácticas de retención de valor, como la remanufactura, restauración,
reparación y reutilización podrían reducir los desechos industriales
entre
80% y 99% en algunos sectores.
·
Las
emisiones de gases de efecto invernadero podrían caer entre 79% y
99% en estos sectores si se adoptaran prácticas de retención de valor.
·
Abrazar una economía circular puede coadyuvar a crear nuevos empleos y mercados.
Yokohama, Japón, 23 de octubre de 2018.- Repensar cómo fabricamos los productos industriales y cómo lidiamos
con ellos al final de su vida útil podría proporcionar importantes beneficios ambientales, sociales y económicos, según un nuevo informe del Panel
Internacional de Recursos de ONU Medio Ambiente.
Si
los productos se volvieran a fabricar, se reacondicionaran de forma
integral, se repararan y se reutilizaran, la cantidad de materia prima
nueva necesaria podría
reducirse significativamente: en 80-98% para la fabricación, 82-99%
para una restauración completa y 94-99% para reparaciones.
Según
el informe publicado hoy en el marco del Foro Mundial de Economía
Circular que tiene lugar en Yokohama, Japón, la adopción de estos
"procesos de retención de
valor" también podría reducir las emisiones de gases de efecto
invernadero en algunos sectores entre 79 y 99%.
La
retención de valor en todo momento de los productos, componentes y los
recursos está en el corazón de la llamada “economía circular”, es decir,
una economía que
apuesta a los residuos cero. Al contrario, la economía lineal
consiste en “tomar, producir, desechar”.
Los
sectores examinados en el informe del Panel son piezas de automóviles,
maquinaria de descarga pesada (por ejemplo, excavadoras) y equipos de
impresión industrial.
Pero hay también un potencial significativo más allá de estos sectores.
Hoy,
dos tercios de nosotros vivimos en ciudades, y tomamos de la naturaleza
los materiales que necesitamos para construir hogares, escuelas,
hospitales, carreteras,
sistemas de transporte y fábricas. La urbanización, junto con una clase
media en crecimiento, ha aumentado la demanda de bienes de consumo. En
el siglo XX, excavamos, cortamos, perforamos o cosechamos 34 veces más
materiales de construcción, 27 veces más minerales,
12 veces más combustibles fósiles y 3,6 veces más biomasa que en los
años anteriores.
"Estamos
utilizando los recursos del planeta a un ritmo más rápido de lo que se
pueden reponer, al tiempo que contaminamos nuestros mares, el aire y el
campo con
los desechos derivados de nuestros hábitos de consumo", dijo Erik
Solheim, Director Ejecutivo de ONU Medio Ambiente. "Este informe nos
muestra cómo podemos mantener el crecimiento económico al mismo tiempo
que preservamos nuestro medio ambiente cambiando nuestros
hábitos a nivel industrial".
La
adopción de procesos de retención de valor puede ser beneficiosa para
los gobiernos, la industria y los clientes. Los gobiernos tendrían menos
desperdicios con
los cuales lidiar y podrían generar empleos verdes y estimular el
crecimiento económico; la industria podría reducir los costos de
producción, evitar las limitaciones de recursos en el crecimiento del
negocio y abrir nuevos segmentos de mercado; en tanto que
los clientes podrían beneficiarse de precios más bajos para productos
restaurados.
Actualmente,
la "remanufactura" representa solo 2% de la producción en los Estados
Unidos y 1.9% en Europa, lo que refleja las grandes oportunidades para
desarrollar
estos mercados.
Si
bien no existe una receta única para todos, cuando se aplica de manera
estratégica y sistemática, la adopción de procesos de retención de valor
puede acelerar
el movimiento de un país hacia una economía circular: aumentar la
producción, sin aumentar los impactos ambientales negativos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario