(20 de noviembre, 2018)
La
IX Conferencia Anual de Ministerios de Minería de las Américas (CAMMA)
se realizó este martes
20 de noviembre en Lima, Perú, en donde autoridades del sector de
varios países de América Latina y el Caribe abordaron las oportunidades y
desafíos mineros para un desarrollo más sostenible en la región. La
Secretaria Ejecutiva de la CEPAL, Alicia Bárcena,
fue una de las oradoras principales y presentó un estado de situación
de la minería, en el cual enfatizó la necesidad de impulsar una
gobernanza minera para contribuir a la sostenibilidad de los países.
El
encuentro, al cual asistieron ministros, viceministros y otros
representantes de alto nivel de 12 países –Argentina,
Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Ecuador, Estados Unidos, Guatemala,
Honduras, Paraguay, Perú y República Dominicana- fue inaugurado por Luis
Miguel Incháustegui, Viceministro de Minería de Perú, quien dio la
bienvenida a los participantes. Estuvo acompañado
por Carolina Sánchez, Secretaria de Política Minera de Argentina y
Presidenta del Comité Ejecutivo de la Conferencia de Ministerios de
Minería de las Américas (CAMMA) y Alicia Bárcena, Secretaria Ejecutiva
de la Comisión Económica para América Latina y el
Caribe (CEPAL).
La
conferencia contó con una exposición principal a cargo de Alicia
Bárcena, quien entregó un panorama del sector
minero regional y sus desafíos en el actual contexto mundial,
caracterizado por un lento crecimiento económico, un debilitamiento del
multilateralismo y un alza del proteccionismo, tensiones tecnológicas y
comerciales entre Estados Unidos y China, una acelerada
revolución tecnológica y un incierto futuro laboral, la amenaza del
cambio climático que urge a un cambio de paradigma energético, y una
transición demográfica reflejada en fuertes flujos migratorios.
“Estamos
en un punto de inflexión en el avance de la globalización. La próxima
década de la minería será impulsada
por modelos de negocios digitales y sostenibles. América Latina y el
Caribe debe prepararse para este desafío, que ya llegó”, señaló la
Secretaria Ejecutiva de la CEPAL, quien estuvo acompañada por Mario
Cimoli, Secretario Ejecutivo Adjunto de la Comisión,
y Jeannette Sánchez, Directora de la División de Recursos Naturales e
Infraestructura del organismo regional de las Naciones Unidas.
Bárcena
indicó que la región tiene una participación relevante en las reservas
mundiales de los principales minerales
metálicos, especialmente de oro, plomo, níquel, plata y zinc, pero en
los últimos años ha perdido terreno en cobre, litio, hierro, estaño,
bauxita y alúmina. Además, se ha concentrado en la exportación de
materias primas mineras, cuyo peso casi se duplicó
en los últimos 20 años (pasando del 20% en 1995-1997 al 37% en
2015-2017). Esto es cuatro veces mayor que el peso que tienen las
exportaciones mineras mundiales (9% en 2015-2017).
Agregó que el superciclo en el precio de las materias primas (observado entre 2002 y 2008) mejoró los términos
de intercambio y dinamizó las exportaciones de la región, pero este boom
se reflejó de manera heterogénea y volátil en los precios de los
principales minerales, lo que provocó fluctuaciones sustanciales en los
ingresos fiscales, complicando la fiscalidad
de los países productores. Esto a su vez afectó a las inversiones:
entre 2003 y 2017 ingresaron 171 mil millones de dólares de inversión
extranjera directa (IED) en minería a la región, y se advierte una caída
en el último quinquenio, explicó Bárcena. Sin
embargo, anuncios de IED indican que las inversiones retomarían el
crecimiento en 2018, impulsadas por la minería de cobre en Chile y Perú.
Por
otro lado, la máxima autoridad de la CEPAL señaló que persisten
importantes desafíos ambientales de la minería
en la región, como la contaminación, uso del agua y destrucción de
hábitats, entre otros, a lo que se suma el hecho de que América Latina y
el Caribe es la región con más conflictos socioambientales de
explotación minera.
“En
este escenario, tener una gobernanza de los recursos naturales resulta
fundamental. Esta gobernanza demanda
una visión de largo plazo que permita la innovación institucional para
maximizar el beneficio social en el presente y en el futuro”, declaró
Bárcena.
Agregó
que para una gestión sostenible de los recursos mineros, una gobernanza
efectiva debe ser democrática,
es decir, que permita un fortalecimiento de las capacidades
institucionales nacionales y locales y promueva un diálogo y
participación multiactor que sea informada y transparente. Además, debe
impulsar el cambio estructural progresivo, con mecanismos fiscales
de estabilización, ahorro e inversión acordes a la especificidad de
cada país; también debe mejorar la relación de la minería con su entorno
ambiental y social para evitar los conflictos socioambientales (aquí el
Acuerdo de Escazú
recientemente firmado por 16 países de la región es un ejemplo a
seguir), y promover la integración regional, con cadenas de valor
regionales para aumentar la resiliencia frente a las tensiones externas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario