martes, 1 de noviembre de 2022

Informes sobre la Situación Económica, las Finanzas Públicas y la Deuda Pública al tercer trimestre de 2022



La economía mexicana continúa creciendo con equilibrios
macroeconómicos sólidos a pesar de un entorno internacional desafiante.
Los indicadores de actividad económica en el tercer trimestre indican que
la economía se perfila a crecer en línea con nuestra estimación de 2.4%
anual en 2022.
El dinamismo de la actividad económica, aunado con la fortaleza del
mercado laboral, ha apoyado los resultados positivos en la recaudación
tributaria, por lo que se asegura el cumplimiento de las estimaciones de
cierre de año.
Al tercer trimestre la deuda pública se ubicó en 46.5% del PIB y continúa
presentando una trayectoria estable hacia el cierre de la administración.
Las estrategias de refinanciamiento han logrado refinanciar un monto
acumulado de 78 mil millones de dólares, equivalente a 14% de la deuda
total.
Resumen ejecutivo
• Durante el tercer trimestre, los principales índices de precios de energéticos,
insumos industriales y agrícolas continuaron descendiendo. Por ejemplo, los
precios del petróleo disminuyeron alrededor de 25% con respecto al trimestre
anterior. Por su parte, el índice de precios de alimentos a nivel internacional
publicado por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la
Agricultura (FAO) registró en septiembre su sexta caída mensual, ubicándose
en 136.3 puntos, 4.9 puntos por debajo del nivel observado en febrero.
• También se observó una disminución en los costos de transporte y cuellos de
botella ante una mayor apertura de actividades y menores problemas logísticos
en los principales puertos del mundo, mejorando con ello la expectativa del
comercio global y ayudando a disminuir las presiones inflacionarias.
En este contexto global, la actividad económica en México se mantuvo sólida,
apoyada por la fortaleza del mercado laboral y sus efectos positivos en el
consumo interno, así como por el desempeño favorable de la inversión fija
bruta, particularmente del componente de maquinaria y equipo nacional y la
construcción residencial. Asimismo, el restablecimiento de la oferta de insumos
industriales a nivel internacional permitió un mayor uso de la capacidad
instalada y, por ende, una contribución positiva de la manufactura al sector
industrial.
Esta tendencia se reflejó en el desempeño del Indicador Global de la Actividad
Económica (IGAE) durante julio y agosto, el cual mostró que la producción
nacional aumentó 0.9% respecto al bimestre anterior, con cifras ajustadas por
estacionalidad, lo cual se ubicó por encima de lo previsto por analistas. Con
estos resultados, la economía de nuestro país tiene un piso de crecimiento de
2.1% anual con la posibilidad de crecer un poco más hacia el final del año.
En cuanto a la demanda interna, con cifras ajustadas por estacionalidad,
durante julio el consumo privado registró un alza de 0.1% mensual, acumulando
dos meses de expansiones consecutivas y un aumento de 2.7% en el año. Por su
parte, el consumo de bienes nacionales exhibió un incremento de 1.1% mensual,
luego de tres meses de contracciones.
La inversión fija bruta retrocedió 1.4% mensual en julio, con cifras ajustadas por
estacionalidad, derivado de una caída en la construcción no residencial por la
volatilidad en la perforación de pozos petroleros. No obstante, la construcción
residencial creció 0.1% mensual, luego de dos meses de contracciones, mientras
que el equipo de transporte nacional se expandió 3.0% mensual y acumula una
expansión de 13.2% en el año.
En materia de empleo, de acuerdo con la ENOE, la población ocupada creció
durante el tercer trimestre en 101 mil 253 personas respecto al trimestre previo
y en un millón 800 mil en comparación al mismo periodo del año anterior. Por
su parte, el número de afiliados al IMSS aumentó en 212 mil respecto al trimestre
anterior e hiló 27 meses de crecimientos mensuales consecutivos, con cifras
ajustadas por estacionalidad.
Los precios al consumidor continuaron presionados al alza por factores
externos, como los altos precios de las materias primas, e internos, como
sequías y lluvias en distintas regiones del país. En este marco, la inflación
general alcanzó un 8.52% durante el trimestre. No obstante, derivado de las
acciones monetarias y fiscales, la inflación se compara favorablemente respecto
a los datos observados en otros países de la región.
El comercio de nuestro país con el exterior continuó expandiéndose. Por un
lado, durante el bimestre de julio a agosto, la producción industrial de EE.UU.
continúo creciendo y demandando insumos y productos mexicanos. Por otro,
se prolongó el fortalecimiento de la demanda interna mexicana, lo cual se
tradujo en un mayor volumen de importaciones.
El valor de las exportaciones se expandió 2.6% respecto al trimestre anterior, con
cifras ajustadas por estacionalidad, con lo cual alcanzó máximos históricos. Las
exportaciones manufactureras automotrices y no automotrices mostraron
crecimientos trimestrales de 7.8 y 2%, respectivamente, registrando máximos
históricos. Por su parte, el valor de las importaciones totales decreció 1.4%
respecto al trimestre anterior derivado de los menores precios internacionales
de materias primas, particularmente la gasolina.
El sistema financiero mexicano se mantiene bien capitalizado y el mercado
crediticio continúa su recuperación. A pesar de los episodios de volatilidad
como resultado de las acciones de política monetaria de la FED y el menor
dinamismo de la actividad económica global, el peso mexicano se ubicó en 20.1
pesos por dólar, lo que representó una depreciación marginal de 0.1% respecto
al nivel observado al cierre del trimestre previo.
En materia de finanzas públicas, el desempeño de los principales indicadores
resultó mejor que lo programado para el periodo enero-septiembre de 2022.
Los ingresos presupuestarios del sector público sumaron 4.9 billones de pesos,
y crecieron 4.8% real anual en comparación con lo observado en el mismo
periodo de 2021.
Los ingresos petroleros ascendieron a 1 billón de pesos, mostrando un
crecimiento real de 35.8% con respecto a enero-septiembre del año anterior.
Este desempeño se explicó por un mayor precio del petróleo, que en promedio
pasó de 60.7 dólares por barril (dpb) entre enero y septiembre de 2021 a 92 dpb
en idéntico periodo de 2022. En particular, los ingresos del Gobierno Federal y
Pemex mostraron crecimientos reales anuales de 81.1 y 15.3%, respectivamente.
La recaudación tributaria se ubicó en 2.9 billones de pesos, manteniéndose
prácticamente constante en términos reales respecto a lo registrado en el
acumulado a septiembre de 2021 incluso considerando la menor recaudación
por el IEPS de combustibles y el subsidio complementario. Al excluir este efecto,
la recaudación fue superior a lo previsto en 235 mil millones de pesos y en 10%
real anual. Asimismo, a septiembre los ingresos por ISR, IVA e importaciones
mostraron un crecimiento real anual de 14.5, 1.8 y 23.8%, respectivamente.
El gasto neto total del sector público se ubicó en 5.3 billones de pesos, lo que
representó un crecimiento real anual de 3.5% con respecto a enero-septiembre
de 2021. A su interior, el gasto en protección social continuó en una trayectoria
creciente al mostrar un crecimiento real anual de 9.7% en enero-septiembre de
2022, en el marco de una política social que ha permitido fortalecer el consumo
de los sectores más desfavorecidos de la población.
Por su parte, el gasto en desarrollo económico se expandió 1.6% real respecto a
enero-septiembre de 2021, alcanzando el tercer año consecutivo de crecimiento
con cifras acumuladas a septiembre. Lo anterior, en el contexto del avance en
la construcción de los proyectos prioritarios de infraestructura y sus efectos
sobre el empleo, la inversión y el crecimiento de la economía a nivel regional.
Las participaciones a estados y municipios mostraron un crecimiento real anual
de 7.8% en el acumulado a septiembre, monto superior a lo previsto en 47 mil
millones de pesos. A pesar del incremento en las tasas de interés a nivel
internacional, el costo financiero se ubicó por debajo de lo previsto en 12 mil
millones de pesos.
El superávit primario se ubicó en 211 mil millones de pesos mientras que el
déficit público se situó en 396 mil millones de pesos. En este marco, los
Requerimientos Financieros del Sector Público, se ubicaron en 492 mil millones
de pesos, en línea con la evolución estimada para el cierre del año.
Al cierre del trimestre, la deuda pública continuó con una trayectoria estable y
sostenible como resultado de una política fiscal prudente y de la
implementación de diversas operaciones de manejo de pasivos. Con
información a septiembre, la deuda neta del sector público se situó en 13.5
billones de pesos, al tiempo que el SHRFSP ascendió a 13.5 billones de pesos,
equivalente a 46.5% del PIB.
Con respecto a las operaciones de emisión en el mercado interno, el 20 de julio
del 2022 se realizó la segunda colocación del BONDES G por un monto total de
15 mil millones de pesos, a plazos de 3 y 6 años, donde participaron 36
inversionistas nacionales, con una demanda 4.4 veces el monto colocado.
Además, el 4 de agosto se realizó la tercera permuta exclusiva para Formadores
de Mercado, la cual consistió en la compra de 4.4 mil millones de pesos de
Bonos M con vencimientos en 2038 y 2042, y la posterior emisión de Bonos M
con vencimientos entre 2047 y 2053 por un monto de 4.4 mil millones de pesos.
El 18 de agosto se llevó a cabo una operación de manejo de pasivos en el
mercado local con el objetivo de refinanciar obligaciones con vencimientos
entre 2022 y 2025, además de permitir a los inversionistas actualizar sus
referencias en tasa revisable. La operación inició con la compra de 157.4 mil
millones de pesos de Bondes D con vencimientos en 2022 y 2025.
En el mercado externo, se realizaron colocaciones que fortalecen el desarrollo
de mercados sostenibles. Así, el pasado 8 de agosto se emitió un nuevo bono
sostenible a un plazo de 11 años, por un monto total de 2.2 mil millones de
dólares y una tasa cupón de 4.875%. Como resultado de esta transacción se
redujo el monto de amortizaciones entre 2034 y 2061 en 83 millones de dólares
y se disminuyó el pago de amortizaciones para 2025 en 43%.
El 26 de agosto se llevó a cabo la emisión de cinco nuevos bonos de referencia
en yenes por un monto de 75 mil 600 millones de yenes (alrededor de 554
millones de dólares), el más grande realizado por en el mercado de deuda
japonés. Con esta operación México se convirtió en el primer país de América
Latina en colocar bonos sostenibles en Japón.
Para obtener información más detallada, se pueden consultar las estadísticas de
finanzas y deuda pública en el sitio de internet:
http://presto.hacienda.gob.mx/EstoporLayout/estadisticas.jsp

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