La
calidad educativa y la solidez en el sistema de enseñanza son
elementos clave que definen el destino de una nación, así como las
oportunidades de desarrollo para su gente. Limitar cualquier avance en
materia educativa es condenar el futuro de las nuevas generaciones,
sobre todo, en un mundo globalizado y fuertemente
competido como el que acontece en la actualidad.
Hoy,
en México, la calidad de la enseñanza se está viendo seriamente
amenazada ante la eventual aprobación en la Cámara de Diputados para
modificar las Leyes Secundarias en Materia Educativa; y, con ello, se
están poniendo en riesgo los derechos de nuestros niños y jóvenes,
quienes deben tener garantizado el acceso a una enseñanza
de calidad, con los mejores maestros, las mejores escuelas y los
mejores contenidos pedagógicos.
La
Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex)
–en plena coincidencia con diversos organismos de la sociedad y
expertos en materia educativa– externa su profunda preocupación ante
este grave acontecimiento que, no solamente viola los principios y
fundamentos establecidos en la Constitución Política de
los Estados Unidos Mexicanos, sino que garantiza un serio retroceso
para la educación de nuestro país.
Es
alarmante que la iniciativa en discusión no tenga normas de carácter
sustantivo y que
únicamente contemple disposiciones de tipo administrativo, quebrantando
lo dispuesto en los artículos 3º, 7º y 9º de nuestra Carta Magna. De
manera específica, en Coparmex señalamos tres atentados a la educación
de México, en caso de que los legisladores aprueben
estas disposiciones legales, en los términos que actualmente se
encuentran:
Primero.
Se renuncia a una educación con calidad. Con la no obligatoriedad de la
evaluación
docente y la reinstalación de maestros que fueron dados de baja por un
mal desempeño en evaluaciones previas, se pierde lo ganado en varias
décadas de trabajo.
La
evaluación fue pensada para ayudar a los propios maestros,
permitiéndoles mejorar continuamente
y ver premiados sus esfuerzos. La Contrarreforma Educativa significa
todo lo opuesto y abre la puerta a docentes en las aulas, sin los
conocimientos necesarios.
Segundo.
Se regresa la educación a manos de los sindicatos. Aunque se propone
que los aspirantes
a plazas docentes participen en condiciones de igualdad y transparencia
buscando lo perfiles idóneos, en los hechos, se otorgarán plazas
seguras a los egresados de las normales, sin necesariamente demostrar
que cuenten con la mejor preparación.
Además,
el Sindicato podrá reclamar plazas a la Secretaría de Educación
Pública, con lo que
el Estado pierde rectoría en la materia y, con ello, retornan la venta,
renta y herencia de plazas docentes. Un problema que ya había sido
superado.
Y
tercero. Se debilitan las instituciones del Estado a cargo de la
educación. En sustitución
del Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE), se
crea la Comisión Nacional para la Mejora Continua de la Educación que,
aunque contará con una Junta Directiva, un Consejo Técnico de Educación y
un Consejo Ciudadano, con la iniciativa se
vulnera su autonomía técnica, operativa, presupuestaria, de decisión,
de gestión y no sectorizada.
Esto,
debido a que la Comisión contará con un Comité Consultivo –presidido
por el Secretario
de Educación Pública– y con una Secretaría Ejecutiva (propuesta del
mismo titular de la SEP); con lo que las responsabilidades, funciones y
atribuciones que corresponden a la Comisión y su Junta Directiva, en
realidad dependerán de otras instancias.
De
aprobarse éstas y otras disposiciones, los padres y madres de familia
en todo el país
seremos testigos de cómo las escuelas a las que asisten nuestros hijos
reciben nuevamente a maestros reprobados, respaldados por la venta de
plazas y por el poder entregado a los sindicatos.
Es
por ello que en Coparmex rechazamos categóricamente la Contrarreforma
Educativa que hoy
se discute. En ningún caso, seremos comparsas de una apuesta por la
mediocridad que no le aporta nada a la preparación educativa que merecen
las siguientes generaciones de mexicanos.
Hacemos
un llamado respetuoso pero enérgico a las y los Legisladores Federales,
para que
continúen analizando y discutiendo los términos de las Leyes
Secundarias en la materia, poniendo en el centro en todo momento a la
niñez y juventud de México. Sin ir más lejos, el resultado de este
diálogo definirá qué herramientas tendrán nuestros hijos para
enfrentar los retos del mañana. De esa dimensión es la discusión que
hoy se tiene en la Cámara de Diputados.
La
enseñanza de calidad es una materia que nos corresponde y compromete a
todos. Debemos
continuar construyendo una educación moderna y a la vanguardia, que nos
prepare mejor y nos permita competir con otras naciones. En Coparmex
abogaremos en todo momento para que así sea y para que nadie ponga en
riesgo los derechos de los niños y jóvenes, como
es tener acceso a una mejor educación.
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