Es
así como la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible es el común
denominador del quehacer de la vigilancia IP en el sector minero.
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Proteger los recursos naturales
Una de las principales preocupaciones para el desarrollo del sector minero son los impactos que provoca en el ecosistema.
La CEPAL asegura que persisten importantes desafíos ambientales de la
minería en todo el territorio, tales como la contaminación del agua,
aire y suelo, tanto por los procesos de extracción, fundición y
transporte; como por la superposición de zonas mineras sobre áreas de
importancia para la biodiversidad, destrucción de hábitat y zonas
protegidas. De esta forma, consideramos la importancia de alinear las
tecnologías de video a las políticas públicas con el propósito de crear
un entorno favorable para la innovación inteligente y verde del
sector.
El
clima, la contaminación, el suministro de agua y los niveles de ruido
son problemas cada vez más imperantes para las minas y los habitantes de
las inmediaciones. Las soluciones de cámaras en red están diseñadas
para que resulte más fácil supervisar los datos más importantes para la
toma de decisiones medioambientales. Estas soluciones generan alertas
instantáneas que permiten analizar cada situación y tomar medidas
inmediatas. Además, es posible utilizar los datos históricos y en tiempo
real para investigar las causas y los efectos a corto y largo plazo.
Otras
tecnologías de detección de riesgos identifican merodeadores en los
perímetros, de tal forma que si identifican a un animal que pasa por la
zona, la solución puede enviar una señal de alerta a los encargados del
monitoreo para prevenir que la fauna de la región sufra algún daño por
la maquinaria o contacto con materiales de alto riesgo. El análisis de
video también posibilita la identificación de procesos que dañen el
ecosistema, como derramamiento de líquidos, fugas de agua o emisión
excesiva de gases, lo que permitirá tomar mejores decisiones en el
desarrollo de las operaciones para una minería más amigable con el medio
ambiente.
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Seguridad de las personas en las minas
La
seguridad y salud de los trabajadores son reconocidas en todo el mundo
como un derecho humano y como una condición indispensable para el
trabajo decente, el desarrollo con justicia social y el crecimiento
económico sostenible, según lo señalado en el Convenio 176 sobre
seguridad y salud en las minas publicado por la OIT. Ahí se establece
que los empleadores deben llevar a cabo de manera sistemática la
vigilancia y control de la salud y seguridad de los trabajadores
expuestos a los riesgos propios de las actividades mineras.
La
videovigilancia en red ayuda a mitigar riesgos inherentes durante las
actividades, por ejemplo, los últimos años han visto un aumento en las
capacidades del análisis inteligente. Con el aprendizaje profundo
ahora disponible en las cámaras de vigilancia, las capacidades de
reconocimiento de objetos se están volviendo mucho más precisas. En la
minería, éstos podrían emplearse, por ejemplo, para garantizar que los
trabajadores usen el equipo de protección personal correcto antes de
ingresar a la mina o cuando se muevan por el sitio.
Además,
las analíticas de conteo de personas muestran un gran potencial para
garantizar que ciertas áreas de la mina no
se saturen peligrosamente, con intercomunicadores y altavoces en red
utilizados para comunicaciones y envío de mensajes de alerta ante
riesgos naturales o provocados por fallas técnicas.
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Seguridad operativa en las minas
De
acuerdo al convenio 176 sobre seguridad y salud en las minas publicado
por la OIT, los empleadores deben asegurar que el diseño y la
construcción de la mina contemple la dotación de equipos electrónicos,
mecánicos, sistemas de comunicación y demás medidas que garanticen un
ambiente de trabajo seguro y saludable. Esto también implica el
desarrollo correcto de las operaciones, porque en un proceso tan
complejo cualquier interrupción tendrá costosos efectos colaterales, por
lo que siempre es mejor prevenir, y el mantenimiento proactivo antes de
la falla es óptimo.
Las cámaras en conjunto con el radar y
altavoces inteligentes colocados en puntos clave mantienen vigiladas
las operaciones y detectan fallas en los procesos o daños en la
maquinaria, lo que permitirá hacer un análisis predictivo de los
posibles riesgos y enviar mensajes de alerta para actuar de forma
anticipada.
Por
otro lado, tener imágenes de alta calidad en situaciones donde el
movimiento de estructuras y vibraciones puede ser un verdadero desafío.
En estas condiciones, la tecnología de estabilización de imagen
garantizará un video nítido y constante. Las cámaras térmicas también se
pueden usar para monitorear, por ejemplo, cables eléctricos y
subestaciones, dando una advertencia temprana de problemas e incluso
activando automáticamente el sistema y apagando el equipo antes de que
ocurra una falla.
Para
concluir, en Axis estamos conscientes de que el sector minero requiere
de una estrategia más allá de la tecnología para solventar los retos,
pero las múltiples funciones y formatos de las cámaras de
videovigilancia modernas, son el primer paso para lograr una minería
sostenible que permita el desarrollo económico, el factor humano y el
ecosistema.
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