martes, 30 de julio de 2019

El mito de los alimentos procesados



·         Este tipo de productos ofrecen ventajas a los consumidores, tales como la prevención de enfermedades o la disponibilidad permanente de comida.

·         La falta de información adecuada ha provocado que muchas personas crean que los alimentos procesados son dañinos lo cual es absolutamente falso.

Actualmente, debido al creciente interés por tener una mejor alimentación, existe cierta preocupación sobre la ingesta de alimentos procesados y su probable efecto negativo sobre el organismo. Lo cierto es que este tipo de productos ofrecen infinidad de ventajas a los consumidores, tales como la prevención de enfermedades o la disponibilidad permanente de comida, entre muchas otras.

¿Qué son alimentos procesados?

La industria de alimentos procesados se conforma por los subsectores de molienda de granos y semillas, obtención de aceites y grasas, confitería con y sin cacao, conservación de frutas, verduras y alimentos preparados, productos lácteos, procesamiento de carne de ganado y aves, preparación y envasado de pescados y mariscos, panadería y tortillas, entre otros.

En México, la industria de alimentos procesados, ha crecido considerablemente en los últimos años, principalmente por su productividad y disponibilidad de materias primas, la solidez macroeconómica del país, la competitividad para atraer inversión extranjera y las capacidades del país para fungir como plataforma de exportación hacia más de 40 países con los que tiene acuerdos comerciales.

En 2014, la producción de la industria de alimentos procesados en México fue de 135.5 miles de millones de dólares (mmd), lo que representó 23.4% del PIB manufacturero y 3.9% del PIB nacional, su valor agregado es de 37.4%. El 14.1% de los insumos de la producción es de origen extranjero.

La falta de información adecuada ha provocado que muchas personas crean que los alimentos procesados son dañinos lo cual es absolutamente falso, según aseguran los expertos. “La calidad de la dieta depende de los nutrientes que se ingieren cotidianamente, y no del procesamiento de alimentos en sí mismo”, explica el doctor Dietrich Knorr, de la Universidad Técnica de Berlín, autor de una reciente publicación científica que analiza los beneficios de los productos procesados y su impacto sobre una alimentación saludable. El doctor Knorr enfatiza la importancia de la tecnología de los alimentos que permite, mediante su procesamiento, ofrecer productos de calidad y, sobre todo, seguros para el consumo humano.

El experto señala que, gracias a las diferentes técnicas de procesamiento con que contamos hoy en día, es posible preservar los alimentos por más tiempo, distribuirlos más fácilmente, mejorar su sabor y atractivo visual, facilitar su consumo, ahorrar tiempo en la preparación de platillos y, por supuesto, garantizar su seguridad. Basta pensar en el proceso de pasteurización de productos como la leche o el queso, gracias al cual es posible eliminar agentes patógenos causantes de enfermedades que podrían ser incluso mortales.

“Aunque, en teoría, un mínimo procesamiento mejoraría el contenido nutricional del producto, en la práctica esto no ocurre”, advierte Knorr. “Las tecnologías que hoy aplicamos para procesar alimentos nos aseguran que éstos sean frescos y conserven, en general, su calidad nutritiva.”

Existen, por otra parte, parámetros y estándares oficiales con los que deben cumplir los alimentos procesados en relación con su calidad nutricional, así como la obligación de informar al público sobre sus características. Muchos de estos productos incluyen, además, vitaminas, minerales y otras sustancias benéficas a la salud que sólo pueden adicionarse gracias a su procesamiento.

Como concluye el doctor en su análisis, “no debemos estigmatizar a los alimentos procesados ni creer que éstos necesariamente son perjudiciales.” Al contrario, es importante identificar que la tecnología es necesaria para su conservación, frescura, disponibilidad y, sobre todo, seguridad.

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