Sonia Luna
Los 45 años de Antorcha no serían tan
importantes si no se hubieran forjado bajo la lucha constante y la motivación
por cambiar una sociedad, que cada vez sufre una desigualdad que taladra a cualquier
mexicano en su vida diaria. Las colonias formadas por el Movimiento Antorchista
surgen por la necesidad de dar una mejor calidad de vida a sus residentes,
mismos que se sensibilizan ante las carencias de una sociedad en
descomposición, pero que no están dispuestos a quedarse de brazos cruzados
viendo pasar los días a que en algún momento un gobernante los voltee a ver
para poder cambiar su entorno.
Si una colonia pudiera contar su
historia, cómo la diría. Cómo nos contaría su concepción y su paso por la
transformación que también sueña y trabaja. Antorcha, día a día de la mano del
hombre también quiere un cambio. Y yo creo que si la colonia Vítor Puebla
hablara, esto nos contaría:
“Pronto celebraré mi primer décimo aniversario,
soy un ejemplo de lucha organizada en el municipio de Texcoco, me fundaron con
el esfuerzo y sudor de más de 10 mil residentes donde ellos como yo, hemos
visto los cambios desde el inicio. Cómo olvidar esos más de 6 meses que
estuvimos juntos plantados a la entrada del municipio porque el presidente
perredista Constanzo de la Vega impedía que mis moradores hicieran uso de mi
suelo, donde los ataques mediáticos se sumaban día a día difamando -son
invasores-, nada más alejado a la realidad. Cómo creer que esas miles de
personas tenían tan cruel intensión; todos ellos, lo único que buscaban era un
lugar donde vivir en paz con su familia siendo mi espacio, el fruto del trabajo
organizado que orquestaba Gloria Brito Nájera, líder social de Antorcha en ese
entonces.
Esa fue una de las primeras batallas que
ganamos ante los gobiernos insensibles. Después, un paso más. Mis calles se
iluminaron cual más hermosa antorcha que guía los pasos de sus habitantes, las
penumbras quedaron atrás, ¡fiesta, fiesta! porque celebrando también se está
luchando, era lo que a menudo oía corear. Luego, la esperanza, -los niños que
junto con sus madres corrían a clases en cuartos improvisados para aprender el
a b c de las letras y de ahí, leer historias en los libros que los llevan a
lugares lejanos donde no hay carencias. Ahora tengo un nido de sabiduría bien
estructurado donde el conocimiento es absorbido por ellos.
Cómo olvidar las desmañanadas y
constantes salidas al gobierno del Estado donde tantas veces tuvimos respuestas
negativas a nuestras demandas, pero ahora ya hasta tengo un centro escolar
digno. Pero las marchas no cesan; los mítines y las comisiones no sólo son para
mejorar, también forjan y crean al hombre humilde y sensible sabedor de su
condición de clase. Por ello, me considero modelo de solidaridad y combatividad;
de ahí los resultados.
Ahora luzco hermosas calles pavimentadas
bien iluminadas, zonas comerciales, áreas deportivas donde mis residentes
desarrollan sus disciplinas, un teatro al aire libre, que puede contar
historias y llevarnos a lugares imposibles de conocer por no tener dinero para
viajar.
Sin embargo, no todo es hermoso, hace
poco más de un año sufrí la embestida de un clima que no tuvo compasión de mis
moradores ni de mí, nos inundamos ante la indiferencia del gobierno morenista
que encabeza Sandra Luz Falcón para ayudarnos, los pequeños nidos sufrieron la
pérdida de sus pertenencias, pero nos levantamos cual ave fénix y aquí estamos,
juntos y más unidos planeando mi celebración; mis primeros 10 años soñando ser ejemplo
para todo Texcoco y también para que
toda la sociedad mexiquense que sé, se da cuenta que un pueblo organizado puede
alcanzar grandes logros para cambiar su entorno.
Que la lucha constante y firme que realiza
Antorcha un día no muy lejano se traduzca en bases firmes para poder hacer el
cambio de nuestra economía, para que todo aquel mexicano que quiera trabajar,
trabaje y sea partícipe de su esfuerzo con un salario digno, que las grandes
empresas e industrias aporten los impuestos correspondientes a sus ganancias
para que éstas se vean reflejadas posteriormente en obras y servicios; que la
desigualdad que vivimos se desvanezca poco a poco para construir una sociedad
nueva y que este próximo 14 de septiembre, cuando se cumple otro aniversario
más de mi fundación, reiteremos juntos el valor y la garra que nos ha llevado
al lugar en donde estamos, ese es mi deseo.
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