jueves, 21 de marzo de 2019

82 CONVENCIÓN BANCARIA “UNA VISIÓN DE FUTURO” Versión estenográfica Acapulco, Gro., 21 de marzo de 2019. Mensaje del presidente de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores, Adalberto Palma Gómez.



- MODERADOR: A continuación quisiera invitar a este pódium al ingeniero Adalberto Palma, quien es Presidente de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores, y que dará un importante mensaje.

- ADALBERTO PALMA: Buenas tardes a todas y a todos.

Esta Convención es particularmente importante para mí por tener el honor de encabezar y representar a la Comisión Nacional Bancaria y de Valores.

Gracias a la distinción con que me privilegió el licenciado Andrés Manuel López Obrador, presidente de la República.

La ABM celebra ya 91 años de haberse creado, lo que es, sin duda, un gran logro en sí mismo, tiempo en el que ha jugado un papel central en el impulso del crecimiento de sector financiero y la economía mexicana.

Así, es muy relevante que el objetivo de esta reunión sea conversar sobre el futuro del sistema financiero, a la luz de la voluntad política y administrativa de la Cuarta Transformación en marcha.

El ahora presidente, licenciado López Obrador, presentó su propuesta de Gobierno en la pasada Convención. Fue claro al señalar que buscaba entablar comunicación con los representantes de los bancos, así lo ha hecho.

Aquí mismo expuso que había de liberar fondos para apoyar al desarrollo del país y que se requería mantener la estabilidad macroeconómica con una mayor actividad promotora del crecimiento por parte del Estado.

Resaltó, adicionalmente, que la convergencia de la inversión pública y la privada era necesaria para alentar un mayor crecimiento productivo, empleo e ingresos para la población.

Insistió en que era imprescindible atenuar la gran desigualdad social que existe y que para todo ello un elemento necesario es la cada vez mejor actividad de las instituciones financieras, la ampliación de los servicios en todo el territorio nacional y, consecuentemente, una mayor inclusión social.

La arquitectura del sistema financiero prevaleciente es el resultado de diversos cambios, reaccione y adaptaciones a procesos propios de la evolución económica y política del país, y eso ha ocurrido de manera dialéctica como un ejemplo con las políticas de estabilización monetarias y fiscales, seguidas con la Reforma Financiera del 2014 e incluye, sin duda , patrones de cambio y operación en los mercados globales de dinero, deuda y capitales, y como resultado de las severas repercusiones adversas de las crisis financieras que ha enfrentado el país.

Por lo que esta arquitectura hoy puede, sin duda, afinarse y mejorarse con el concurso de las entidades del sector, a las que invito a sumarse a este ejercicio.

Del gobierno y particularmente de los reguladores, en bien del crecimiento económico al desarrollo del país y del continuo fortalecimiento del sistema financiero.

Existe la oportunidad para reorientar la evolución de las instituciones, los mercados y los instrumentos para que de manera progresiva el entorno financiero cumpla mejor sus funciones de asignación de los recursos y el apoyo de agentes tan heterogéneos como los que caracterizan a nuestra sociedad y economía.

Deben idearse nuevas formas de hacer negocio, rentable y transparentemente, con una intermediación financiera más eficaz y eficiente, con los nuevos instrumentos tecnológicos creativos que están surgiendo, sin bajar la guardia en temas como la ciberseguridad, la prevención de fraudes y el lavado de dinero.

Se requiere de la innovación desde ambos lados del mostrador, del regulado y del regulador, con creatividad y compromisos claramente establecidos entre las partes involucradas y así apoyar decididamente el crecimiento económico y el bienestar social del país, que ya no pueden ser parte de una falsa dicotomía.

Pienso, por ejemplo, reconociendo los diferentes modelos de negocio que convergen en el sistema una regulación diferenciada, así enfocaríamos mejor nuestras actividades y promoveríamos el desenvolvimiento natural de los mercados de una diversa naturaleza, así podríamos ampliar de modo más efectivo la inclusión financiera y apoyar la actividad productiva de medianos, pequeños y microempresarios, donde existe un claro potencial de crecimiento.

Aseguremos que la regulación no sea un pretexto que frene la oportunidad de cambio que se nos presenta, observamos índices de concentración que requieren atención.

En otros casos falta una mayor expansión, como ocurre con el segmento de la banca popular y la banca social que atienden sectores de la población sensibles y necesitados de servicios.

El mercado de valores debe potenciar su quehacer para alentar el ahorro y la inversión ampliando el espectro de los inversionistas y, sobre todo, de proyectos productivos y de infraestructura.

Propongo que la arquitectura precedida se atienda sobre las siguientes bases: el crecimiento y la inclusión, la estabilidad e integridad del sistema, el desarrollo, la competencia, y, finalmente, la diversificación y la innovación.

Impulsaremos la expansión del sector alineando los esfuerzos entre ustedes, todos, y nosotros y asegurar que los mexicanos, sin importar su situación económica o lugar de residencia puedan beneficiarse de un sistema financiero ampliado.

En las instituciones el gobierno y entre los reguladores existen recursos humanos con talento, dedicación para lograrlo. Los supervisores tienen enfrente a desafíos estructurales de relevancia en un entorno económico global complejo.

Los intermediarios tienen la oportunidad del cambio continuo, no se no escapa la exigencia de aprender de las condiciones que gestaron las crisis que hemos enfrentado en el pasado, de sus repercusiones y de la forma en la que se han administrado sus consecuencias.

Supervisores y reguladores en todas partes del mundo han necesitado implementar acciones de emergencia primero, y otras estructurales después para intentar estabilizar las operaciones financieras y garantizar la salud de las instituciones grande y las pequeñas.

La situación no está superada del todo, aún existen retos por delante, estaremos muy atentos.

La supervisión y la regulación han de ser definidas y aplicadas de manera cuidadosa y escrupulosa, es mucho lo que está en juego.

Dadas las fortalezas y existencias en el sistema tenemos la oportunidad de mejorar las condiciones estructurales funcionales y operativas de nuestro sistema, esto es acordar una arquitectura alienada a los objetivos de crecimiento y bienestar.

Ejerceremos el mandato de la Comisión de manera eficiente, eficaz, responsable e inteligente, en conjunto con los participantes de todo el sistema financiero en México. El objetivo primordial del gobierno es promover efectivamente una mayor equidad social, con un mayor crecimiento económico, con una innovación reglamentaria, abrevando en experiencias internacionales que apoyen la expansión de la actividad productiva y con acciones de prevención adecuadas y oportunas.
Todo ello, además, con una base tecnológica moderna y eficiente con la que la Comisión contribuye a la consecución de este gran objetivo nacional.

Estableceremos metas de trabajo y de resultados tangibles, concretas, con compromisos firmes y con el concurso de todos aquellos que se vinculan en nuestras funciones.

Reitero el propósito de una actuación conjunta entre la Comisión y las instituciones, todas, que conforman el sistema financiero.

Agradezco a los más de 15 grupos gremiales del sector, incluyendo sin duda a la ABM, con quien nos hemos reunido y nos han expresado su confianza y compromiso para trabajar juntos en este reto que nos ocupa.

Nuestra misión es establecer una regulación y supervisión que signifique confianza mutua, certidumbre, rumbo y sobre todo un mejor destino.

Quiero aprovechar para hacer un comentario final, más de carácter personal pero para mí relevante, y es que estoy convencido de que la base fundamental para que se cumpla con el compromiso del quehacer de la Comisión es la existencia de un recurso humano comprometido, talentoso y responsable, por ello, debo reconocer aquí el trabajo de los colaboradores sindicalizados, los de base, los de confianza y los que se han incorporado recientemente, que han mostrado un gran compromiso en su quehacer profesional. A ellos, mi especial reconocimiento.

A todos ustedes, muchas gracias.

- MODERADOR: Muchísimas gracias al ingeniero Adalberto Palma, Presidente de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores.

- - -o0o- - -

No hay comentarios:

Publicar un comentario