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Cuando los pequeños comienzan a sentarse solos buscan la independencia para ingerir alimentos sólidos
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GRACO te enseña cuáles son los aspectos que debes cuidar en su postura para ayudarle a una correcta digestión
CDMX,
marzo 2018.- Cuando el bebé llega a casa son los brazos
la mejor manera de arroparlo para sus momentos de comida, sin
embargo, cuando apenas comienza a sentarse y los dientes hacen su
aparición, sus hábitos alimenticios reciben a los sólidos y
tendremos que integrarlo poco a poco a la convivencia en la mesa. En
GRACO conocemos las necesidades tanto de salud como de seguridad que
enfrentarás en ese momento.
Lo
primero que debes saber es que dentro de las etapas de desarrollo de
los niños existe un período en el que coordinan sus manos y fuerza
para llevarse los alimentos a la boca de manera independiente. En
principio lo hacen por imitación a los mayores, pero también en la
búsqueda de saciar sus nuevas necesidades.
Hacer
que el bebé se integre a la mesa nos lleva a un nuevo reto: la
higiene postural. Recordemos que el sistema digestivo está formado
por el tracto con tubos y órganos huecos, así como glándulas que
transforman en alimento para que sea absorbido por las células. En
el proceso también participan otros órganos como el hígado o el
páncreas, que segregan enzimas para lograr la digestión.
Es
importante conocer cómo sucede este proceso para saber que la
posición en la que comemos ayudará, o en su defecto pondrá en
jaque, el trabajo del sistema digestivo.
Si
los hombros y la parte superior de la espalda se redondean hacia al
frente, es posible que nuestro sistema digestivo no tenga la
facilidad para hacer el trabajo, por lo que surgen entonces algunos
trastornos que derivan en acidez, ardor o indigestión.
Enseñar
a los peques a sentarse de una manera correcta nos ahorrará
episodios como cólicos o esos sustos de cuando se atragantan, esto
sin tomar en cuenta que en pleno desarrollo físico, debemos
evitarles daños en cuello y espalda.
Lo
correcto es que los niños se sienten a la mesa en un postura recta,
apoyados en su respaldo. Es por ello que GRACO creó la SILLA
DE COMER TABLE FIT, que tiene 8 posiciones ajustables de
altura, lo que permite integrar al niño a la mesa familiar, sin
poner en riesgo su postura.
Para
evitar que el peque se encorve al tomar sus alimentos, tanto el
respaldo como la charola se mueve en tres posiciones, sin dejar de
lado el soporte para su cabeza. Otro punto crucial son los pies, ya
que muchas veces las sillas altas para los niños dejan que estos
cuelguen, cuando lo recomendado para una correcta digestión es que,
tanto adultos como menores, nos sentemos a la mesa en una silla que
nos permita tener los pies bien apoyados. Para ello, la SILLA
DE COMER TABLE FIT tiene un descansa pies ajustable, que
acompaña a tu hijo conforme crezca.
La
comodidad es algo que tomamos en cuenta en cuanto a las coberturas y
cobijamiento de las sillas, esto debido a que se deben sentir libres
para no forzar posturas nocivas. Les recomendamos que en las sillas
de comer no agreguen almohadas o cojines mullidos. Busca que tu peque
esté siempre al fondo de la silla y no en la orilla, justamente para
que tenga más seguridad en su postura, como si se tratara de formar
un ángulo de 90 grados.
La
barra debe ir a una distancia que le permite separar sus brazos, sin
alzarlos para tomar los alimentos, y la barra de reposapiés lo
suficientemente abajo para alinear las rodillas a la cadera.
Los
peques deben experimentar con nuevos alimentos, así que bien sabemos
que los accidentes van a ocurrir porque su momento de la comida puede
considerase un festival de sabores, colores y formas. ¡No te
estreses! Las charolas de GRACO se pueden limpiar en el lavaplatos,
las partes de tela se pueden llevar a la lavadora y puedes disfrutar
tu propia comida a su lado, mientras se mantiene protegido con un
arnés de 3 a 5 puntos.
¡Ahora
sí, es momento de verlos crecer! Su momento de placer en la comida
está en nuestras manos. ¡Buen provecho!
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