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Firman
carta de intención la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural y la
UNAM, que se formalizará en un convenio de colaboración a fin de
coordinar
acciones para fortalecer el marco jurídico.
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El
Senasica invierte más de 300 millones de pesos anuales en la campaña
nacional contra la tuberculosis bovina; en México existen 29 regiones de
baja prevalencia de la enfermedad, lo que equivale a 86 por ciento del
territorio nacional.
Con el objetivo de
fortalecer el marco jurídico para prevenir la tuberculosis, la
Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural y la Universidad Nacional
Autónoma de México (UNAM)
firmaron una Carta de Intención en la que se establecen las bases para
formalizar en breve un Convenio de Colaboración sobre el tema.
A través de este
convenio, técnicos y abogados evaluarán el marco jurídico nacional e
internacional que existe en referencia a la tuberculosis humana y
bovina, sus relaciones y
consecuencias, con el propósito de modernizar las regulaciones
existentes en el país.
Con la representación
de Agricultura, firmó el documento el director en jefe del Servicio
Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica),
Francisco Javier
Trujillo Arriaga, y por la máxima casa de estudios del país, el
director del Instituto de Investigaciones Jurídicas, Pedro Salazar
Ugarte.
Trujillo Arriaga indicó
que el Senasica es una institución en la que la ciencia y el derecho
convergen de manera permanente, ya que tiene como responsabilidad,
regular las acciones
de sanidad e inocuidad agroalimentaria en el país.
Para ello, dijo, el
organismo de la Secretaría de Agricultura cuenta con más de 100 Normas
Oficiales Mexicanas (NOM) de sanidad vegetal, salud animal, inspección
fito y zoosanitaria,
movilización e inocuidad, por lo que es una interfaz de técnicos
(médicos veterinarios, agrónomos y biólogos, principalmente) y abogados.
En ese sentido, expresó
que la Campaña Nacional contra la Tuberculosis Bovina (Tb) es una de
las más importantes que opera el Senasica –en la cual invierte alrededor
de 300 millones
de pesos cada año— con el fin de disminuir la prevalencia de la
enfermedad en las entidades y beneficiar directamente a los productores
pecuarios en la comercialización de su ganado y a la salud pública, al
prevenir el contagio de esta enfermedad zoonótica,
es decir, que es transmisible entre animales y humanos.
Precisó que las reses
que se comercializan en territorios certificados como de baja
prevalencia de la enfermedad tienen el doble de valor que aquellas que
se venden en zonas de
alta prevalencia. En México existen 29 regiones de baja prevalencia, lo
que equivale a 86 por ciento del territorio nacional.
El director del
Instituto de Investigaciones Jurídicas, Pedro Salazar Ugarte, resaltó
que la importancia de este convenio de colaboración estriba en que la
tuberculosis es una
enfermedad que los bovinos pueden trasmitir a los humanos, por lo cual
se requiere una mirada interdisciplinaria, que permita avanzar en la
protección de la salud pública y del sector agroalimentario.
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