A
11 años de la crisis de salud en México, cuando la influenza A H1N1 se
dio a conocer en algunos estados de México, sigue siendo una prioridad
el control de esta enfermedad, puesto que desde el pasado 29 de
septiembre, hasta este momento, se han notificado tres mil 798 casos
positivos a influenza, de los cuales el 52% corresponden al virus A
H1N1. Entre las ciudades más afectadas se destacan: la Ciudad y el
Estado de México, San Luis Potosí, Jalisco y Coahuila que en conjunto
suman 38.9% del total de casos confirmados, de acuerdo al informe
semanal de vigilancia epidemiológica.
Ante esta situación, las medidas de seguridad que deben tomar las
empresas y sobre todo los edificios públicos deben ser de suma
importancia, ya que los ductos o sistemas de ventilación puede ser la
puerta de propagación de ciertas enfermedades, al igual que un mal
estado y uso del mismo; aquí es donde sale el concepto de “Síndrome del
edificio enfermo”, el cual refiere a las malas instalaciones (sobre
todo, centros de trabajo) en las que la calidad del aire es tan baja que
produce en sus ocupantes enfermedades respiratorias, dolor de cabeza o
cansancio.
Y es que la calidad del aire es factor fundamental para el confort de
los ocupantes, pues de acuerdo con la dirección de monitoreo
atmosférico, en la Ciudad de México la calidad del aire y salud que se
encuentra actualmente es mala; a pesar de ser un lugar abierto; ahora
bien, en un lugar cerrado con factores como el calor, tecnología,
afluencia de personas, etc., puede ser definitivamente peor ya que por
lo regular son espacios completamente cerrados y con poca ventilación.
Este es un buen momento para revisar el sistema de ventilación y aire
acondicionado, así como sus principales componentes. Este será tiempo
bien empleado para ayudar a mitigar la propagación de enfermedades o
virus como la influenza tipo A (H1N1) y otros tipos de gripe.
Algunas precauciones pueden estar basadas en simples medidas de
sentido común, mientras que otras se relacionan con prácticas adecuadas
de mantenimiento. Igualmente, la actualización de sistemas que se pueden
utilizar en los equipos de ventilación y aire acondicionado ayudan a
reducir aún más los riesgos de contagio.
A continuación, Trane
- empresa líder mundial en la creación y mantenimiento de seguridad,
confort, y eficiencia energética en edificios en todo el mundo – nos
comparte una serie de consejos a contemplar durante la temporada de
resfriados y gripe:
- Monitoree las instalaciones para asegurarse de que no se calienten.
El estancamiento de agua puede generar un entorno propicio para el
crecimiento de microbios que pueden ser graves, como la legionela
(infección que afecta principalmente a los pulmones por bacterias que se
alojan en lugares cerrados y con poca ventilación).
- Vigile áreas, incluyendo torres de enfriamiento,
albercas en techos y desagües tapados, ya que éstos son propicios para
que los contaminantes se alberguen e ingresen al edificio y a los
sistemas de distribución de aire en los espacios ocupados.
- Una cosa sencilla que se puede hacer es cambiar los filtros de aire por unos más eficientes.
A medida que aumenta la eficiencia del filtro, normalmente su
resistencia al flujo de aire también aumenta. Es importante asegurarse y
revisar que el sistema de ventilación pueda manejar la resistencia
impuesta por los filtros y otros componentes en el sistema. Además,
seleccione los filtros de reemplazo con base en las partículas
específicas que se intente recoger. Las partículas virales o de la
influenza, por ejemplo, son muy pequeñas, pero normalmente están
rodeadas por una capa mucosa, haciéndolas más grandes y más fáciles de
atrapar.
- Si es necesario, reevalúe cómo y cuándo los filtros deben ser cambiados.
En lugar de cambiarlos de acuerdo con un calendario establecido, puede
ser más prudente medir la caída de presión del filtro a través de bancos
de filtro y establecer parámetros de rendimiento básicos para
determinar el mejor esquema de cambios.
- Tome medidas simples como primera línea de defensa.
Los técnicos deben usar guantes resistentes al hacer los cambios de
filtros o al realizar el mantenimiento básico en las compuertas de aire y
componentes del sistema comúnmente expuestos. También asegúrese de
ajustar los respiradores para evitar riesgos de exposición mientras
trabaja encima del techo o en áreas poco ventiladas.
- Verifique la configuración y operación de las compuertas de aire para la correcta entrada del mismo desde el exterior,
como un procedimiento habitual de mantenimiento. Trane recomienda que
la mayoría de los espacios comerciales operen a una presión ligeramente
positiva con relación a la presión exterior para reducir el riesgo de
infiltración de contaminantes.
- Compruebe que haya ventiladores de escape en baños y otras áreas críticas
para asegurarse de que se remueva el aire contaminado del edificio
antes de que se mezclen con el aire interior. Realice un mantenimiento
preventivo de los ventiladores pequeños para asegurarse que no hayan
acumulado suciedad y perdido eficiencia.
- Proporcione al personal información básica y promueva una
conciencia general sobre los riesgos de exponerse a la influenza, así
como las probabilidades de contraer el virus. Lleve a cabo un
entrenamiento formal al personal técnico y trabajadores subcontratados
sobre la forma de trabajar con los sistemas del edificio; con esto,
aumentará la salud y seguridad del personal, además de reducir la
exposición a partículas nocivas en el aire.
- El contacto directo es la vía más común para la propagación de la enfermedad; así que difunda consejos de seguridad y precaución sobre la influenza
a todos los ocupantes del edificio, especialmente a aquellos cuya
función principal incluye la atención a visitantes y público en general.
- Fomente el lavado de manos entre todo el personal.
Si es posible, incluya limpiadores y gel desinfectante para manos en
lugares donde se instale el aire acondicionado, controles de equipos,
rejas y puertas de acceso.
1Dirección General de Epidemiología (DGE) |
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