La
reunión intergubernamental se celebrará hasta el viernes 30 de junio en
Asunción, Paraguay.
(27
de junio, 2017) América Latina y el Caribe se aproxima a paso firme a ser una
región envejecida, por lo que los países deben impulsar políticas públicas que
visibilicen y empoderen a las personas mayores, promuevan su protagonismo y las
valoren en su dignidad e integridad, expresaron hoy autoridades presentes en la
inauguración de la cuarta Conferencia Regional Intergubernamental sobre
Envejecimiento y Derechos de las Personas Mayores en América Latina y el
Caribe, que se celebra hasta el viernes 30 en Asunción, Paraguay.
La
reunión, organizada por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe
(CEPAL) y el Gobierno de Paraguay, fue inaugurada por el Ministro de Salud
Pública y Bienestar Social de Paraguay, Antonio Barrios; el Secretario
Ejecutivo Adjunto del organismo regional de las Naciones Unidas, Antonio Prado,
y la Viceministra de Salud Pública del Paraguay, María Teresa Barán.
Durante
su intervención, el Ministro Barrios destacó la importancia del respeto por los
derechos humanos de las personas mayores y confirmó el compromiso del Gobierno
de Paraguay de seguir trabajando para atender los desafíos que traerá consigo
el incremento de la población envejecida.
El
Secretario Ejecutivo Adjunto de la CEPAL, recordó que el envejecimiento de la
población es una tendencia mundial que está influyendo en la economía, la
planificación del desarrollo, las políticas sociales, las familias, las
comunidades, las grandes ciudades y también en las localidades indígenas. Es,
desde el punto de vista de sus implicaciones económicas y sociales, quizás la
transformación más importante de esta época, añadió.
Por
su parte, la Viceministra Barán llamó a trabajar con los adultos mayores y
proyectar un envejecimiento digno.
La
conferencia intergubernamental se realiza en el marco del tercer ciclo de
examen y evaluación del Plan de Acción Internacional de Madrid sobre el
Envejecimiento y tiene por objetivo principal examinar los logros en el
cumplimiento de los compromisos asumidos por los países miembros de la CEPAL en
la Carta de San José sobre los Derechos de las Personas Mayores de América
Latina y el Caribe, adoptada durante la tercera Conferencia Regional
Intergubernamental sobre Envejecimiento que se realizó en mayo de 2012 en Costa
Rica.
Permitirá
también identificar las acciones clave para ampliar la protección de los
derechos de las personas mayores en los próximos cinco años, incluyendo
aquellas que faciliten la implementación de la Convención Interamericana sobre
la Protección de los Derechos Humanos de las Personas Mayores.
Durante
la Conferencia, la CEPAL presentará el documento de posición Derechos de las
personas mayores. Retos para la interdependencia y autonomía. El informe
presenta un examen pormenorizado y elaborado de la discriminación y brechas de
implementación de derechos en la vejez,
que deben y pueden ser enfrentados con políticas y programas públicos.
De
acuerdo al documento, eje central de los debates que se llevarán a cabo en la
conferencia, el envejecimiento demográfico en América Latina y el Caribe será
mucho más rápido que el registrado por los países actualmente desarrollados y
las condiciones socioeconómicas estructurales de la región para enfrentarlo
serán más limitadas no solo por los menores recursos sino también por la
desigualdad con que estos se distribuyen.
Las
proyecciones muestran que para el año 2060 el envejecimiento estará presente en
todos los países de la región y 27 de los 33 países de América Latina y el
Caribe presentarán una proporción más elevada de personas mayores que de niños
menores de 15 años.
Según
estimaciones de las Naciones Unidas, en 2017 hay en América Latina y el Caribe
76,3 millones de personas mayores, que representan el 11,8% de la población
regional. En 2030 esta población ascenderá a 121 millones y, de ese modo,
representará al 17% de la población total de la región. En 2060, en tanto, las
personas mayores conformarán el 30% de la población regional y serán alrededor
de 234 millones.
El
informe observa un predominio femenino entre las personas mayores que se
mantendrá en el mediano plazo: actualmente hay 122,7 mujeres mayores por 100
hombres.
Esta
preeminencia se debe a la mayor sobrevivencia de las mujeres en edades más
avanzadas, pero no es sinónimo de bienestar y oculta importantes desigualdades
y desventajas, como la persistencia en las brechas de género en la percepción
de los ingresos durante la vejez.
Persiste
además la preocupación por el bajo acceso y el bajo monto de las jubilaciones o
pensiones, que no permiten cubrir las necesidades más importantes de las
personas mayores que, en muchos casos, son quienes aportan el ingreso principal
del hogar.
Entre
los problemas más frecuentes que afectan a las personas mayores están la falta
de prestaciones para el cuidado de largo plazo de las personas mayores; la
falta de toma de conciencia sobre su realidad y derechos; la salud, las
pensiones, la discriminación y el maltrato.
El
informe aborda también asuntos emergentes como el acceso al crédito, los cuidados
paliativos al final de la vida y la muerte digna.
El
documento llama a los países a la implementación de los instrumentos de
derechos humanos existentes para revertir las tendencias y fortalecer las
instituciones con la finalidad de que asuman responsabilidades crecientes y
diversas. Junto con ello señala que es imprescindible abrir los espacios para
ampliar la participación de las personas mayores en las cuestiones que les
afectan.
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