Maricela
Serrano Hernández
Un
grupo bien constituido de ciudadanos Antorchistas y No Antorchistas,
ejerciendo su derecho constitucional a organizarse en un partido
político llamado Movimiento Antorchista Poblano (MAP), cumplió en
tiempo y forma todos los requisitos de la ley electoral, tanto en
número de afiliados como en asambleas requeridas y supervisadas por
miembros del Instituto Electoral Estatal (IEE) de Puebla. Cuando todo
parecía que marchaba de forma correcta, el nuevo presidente del IEE,
Miguel
Ángel García Onofre, convocó al
Consejo General a sesionar de manera cerrada, sin periodistas, sin
testigos, para
fallar en contra de que el MAP se constituyera en partido político
local; cinco consejeros votaron a favor de la propuesta del consejero
presidente y dos en contra. El argumento para no dar el registro al
MAP fue una absurda extemporaneidad en la solicitud de éste. Cosa a
todas luces es falsa y con olor a Babosa Excusa.
Se
dice que, sin tener facultades legales para inmiscuirse en el asunto,
y desde bambalinas, el gobernador Miguel Barbosa Huerta inclinó el
fiel de la balanza hacia la negativa que se dio al MAP, y que luego,
en su afán de sentirse el
caudillo
de Puebla, intenta chantajear al Antorchismo con la amenaza de que se
les aparecerá la ley a los líderes.
Lo
primero que voy a decir es que: no nos intimidan las rabiosas
fierecillas que atacan por la espalda y tienen como método de vida
la traición para afianzarse en el poder. Esos tales, como Barbosa y
sus secuaces, que no desean el bien del pueblo, sino el poder a toda
costa, aún en detrimento de la democracia de nuestro país.
En
su carrera política, Barbosa Huerta primero fue del PRI, luego se
pasó al PRD, el cual lo hizo senador de la República; desde este
puesto, se lanzó con toda furia contra AMLO y su nuevo juguete
llamado MORENA; al primero lo calificó de soberbio y engreído, y a
Morena de no ser un partido nuevo porque éste tenía el rostro de
AMLO y la mitad de los integrantes del PRD. En el año 2015, Barbosa
juró nunca aliarse con Morena y Amlo, y enfáticamente expresó que
su partido (PRD) no sería el «cabús
de AMLO»;
no obstante, en el 2018 lo vimos convertirse en el cabús
de AMLO
a cambio de la Gobernatura de Puebla.
Barbosa
es el tipo de líder al que no le importa qué parte trasera
entregue, si el cabús o la espalda, a él lo único que le importa
es pervivir en el poder, tal como lo hacen los lidercillos
deleznables, corruptos y oportunistas. Pero a estas fierecillas no se
les puede tener miedo; más bien se les tiene lástima. A esas
fierecillas, el pueblo debe enfrentarlas con la valentía y el coraje
que nos da la formación de una nueva clase política que es sensible
al dolor, al sufrimiento y a la laceración del pueblo; la cual lucha
de manera organizada por crear condiciones más justas y equitativas
para el pueblo.
Miguel
Barbosa cree que espanta al antorchismo diciendo que “se nos
aparecerá ley”. Precisamente, los antorchistas queremos que
prevalezca la LEY; que se cumpla a cabalidad, que ésta se respete y
el MAP goce de las garantías que oferta el actual sistema electoral
poblano.
El
león piensa que todos son de su condición, y yo lo digo con
orgullo: nuestros liderazgos no nacen del oportunismo político o de
la lambisconería, menos de la traición o de ofrecer a cualquier
iluminado el cabús.
El
liderazgo antorchista nació en el seno del pueblo pobre, con el
pueblo pobre y en favor del pueblo pobre. Y toda gestión que se ha
hecho ha sido en favor del pueblo y las comunidades respectivas.
Gracias a nuestro sentido colectivo nos hemos fortalecido como
Antorcha y financiamos nuestra actividad política, porque también
es posible hacer una política que no sangre al pueblo, sino que lo
libere de las cadenas opresoras que le han sido impuestas.
Los
liderazgos Antorchistas tenemos preparación teórica y práctica. No
nos contentamos con “la supuesta iluminación mesiánica”;
nuestra preparación es científica y permanente; así pues, nuestros
líderes no son improvisados. Ellos están en las entrañas mismas
del pueblo pobre, estamos con el pueblo y compartimos el dolor del
pueblo, vivimos con la base y con ellos crecemos y nos desarrollamos.
Nuestra lucha es el interés del pueblo, su lucha es nuestra lucha,
es la integración e inclusión del pueblo al desarrollo nacional.
Nadie
puede demostrar que los cargos públicos que hemos ocupado como
organización Antorchista sean para enriquecernos de manera personal
o con prebendas para los líderes. Podrán acusarnos, pero nunca nos
comprobarán absolutamente nada.
Señor
Barbosa, que se nos aparezca la LEY para que ésta sea cumplida a
cabalidad y el MAP pueda ser oficialmente aprobado como partido.
Y
si usted, o cualquiera de sus compinches van contra algunos de
nuestros líderes, sin un argumento legalmente comprobable, estamos
dispuestos a defenderlos de manera pacífica, en el marco de la ley,
pero con toda la contundencia de la que Antorcha es capaz.
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