· Luego de conocer la detención del
joven ruso que creó el macabro juego “La Ballena Azul” que provocó el suicidio
de más de 120 personas
· Desafortunadamente existen muchos tipos
como él, que están en las calles, que buscan a sus presas, jóvenes con
problemas para seducirlos, dijo.
· Este hecho nos tiene que motivar como
sociedad para reflexionar el motivo por el cual un adolescente se puede quitar
la vida: doctora Romero Fernández.
Para
la Maestra en Psicología Yesie Romero Fernández, el arresto de Philipp Budeikin
--creador del juego denominado La Ballena Azul— es una buena noticia, pero
también una oportunidad para reflexionar a nivel social y familiar respecto de
los riesgos que enfrentan nuestros adolescentes y jóvenes que podrían ser
víctimas de este tipo de sujetos que pueden tener el “poder” para inducir a
nuestros jóvenes al suicidio.
“Tenemos
que ser sensatos y pensar que desafortunadamente existen muchos tipos como él,
que están en las calles, que buscan a sus presas, jóvenes con problemas para
seducirlos, para atraerlos, para que hagan lo que él quiere: para que se hagan
daño, se lastimen o, en el peor de los casos, se suiciden como parte del mundo
del victimario que no puede resolver”, aseguró la especialista en Terapia
Neurolingüística.
La
investigadora calificó como lamentablemente que haya muchos tipos con las
características de Philipp Budeikin; y, el hecho de que este en la cárcel no
significa que ya no haya riesgo para nuestros jóvenes, “porque de cualquier
modo este sujeto sigue manteniendo comunicación, vía cartas, con chicas solas,
ávidas de cariño y atención y porque él sabe compensar para que vayan cayendo”,
aseguró.
La
doctora Romero Fernández, egresada de la Universidad Autónoma Metropolitana
(UAM), dijo que este caso va más allá de los más de 120 suicidios de
adolescentes y jóvenes cifra que se vuelve escalofriante.
La
especialista en psicología aseguró que independientemente de los chicos que
siguieron el juego de “La Ballena Azul” para ser como los demás, para estar a
la moda o por pertenecer a un grupo, nos tiene que hacer reflexionar el motivo
por el cual un adolescente se puede quitar la vida.
“El
enterarnos del suicidio de un adolescente es lamentable porque tiene la vida
por delante, porque es una tragedia para sus padres, hermanos, amigos,
maestros, entrenadores y es un hecho que no podemos entender”, refirió.
Dijo
que el fenómeno de suicidio entre las personas de entre 15 y 24 años en el
mundo es grave, ya que se ubica en la tercera causa de muerte en este sector de
la población. “Este riesgo aumenta –advirtió- si se tienen armas de fuego en
casa”.
Comentó
que, por lo menos, en los Estados Unidos 60 por ciento de los casos de suicidio
entre los jóvenes se utilizan pistolas por lo que recomendó a los padres a
mantener este tipo de artefactos fuera de su alcance, bajo llave y
descargadas”. Muchas de esas muertes se deben a la curiosidad entre este
sector, expresó.
De
igual manera, la doctora Yesie Romero dijo que otro porcentaje importante de
jóvenes que fallecen se deben al uso y abuso de medicamentos. De igual manera
invitó a los padres a mantener estos productos bajo un estricto control.
Resaltó
que son las chicas las que piensan dos veces más en suicidarse a comparación de
los chicos; ellas lo intentan ingiriendo medicamentos o cortándose, en tanto
que los varones utilizan armas de fuego o se dejan caer de grandes alturas.
Mencionó
que la adolescencia es una etapa difícil de nuestras vidas ya que es en esta
etapa cuando definimos nuestra identidad sexual y definimos nuestra actividad
profesional y personal. Es duro cargar con las expectativas de los adultos
(padres) situación que se traduce en estrés y angustia para muchos jóvenes.
Alertó
sobre los factores que pueden incidir en el suicidio de los jóvenes como pueden
ser algún trastorno psicológico, depresión, bipolaridad, consumo de drogas y
alcohol, sentimientos de angustia, irritabilidad, antecedentes familiares de
depresión o suicidios en la familia, falta de un grupo de apoyo, mala relación
de padres y amigos, abuso emocional o físico (bullying), así como hacer frente
a su homosexualidad o bisexualidad.
Sostuvo
que los episodios previos a un suicidio pueden estar acompañados de un evento
muy estresante (escuela, familia o pareja), un cambio brusco en el nivel
económico, la muerte de un ser querido, entre otros.
Generalmente
–alertó- los jóvenes mandan señales, por ejemplo, pueden hablar constantemente sobre
la muerte de manera general, de la desesperanza, se alejan de los amigos y la
familia, escriben canciones o poemas relacionados con el tema de la muerte, hay
cambios físicos notorios -- dejan de bañarse, crecer cabello, descuidan su
imagen y su físico—y en ocasiones regalan sus objetos preciados.
Estas
conductas deben encender las alarmas pues podríamos estar en un caso de
conductas anormales que podrían llevar a un suicidio por lo que es necesario
estén alerta y, de inmediato, buscar ayuda profesional para ayudar a nuestros
adolescentes y jóvenes, concluyó la investigadora.
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