Atrás
han quedado los días en que una contraoferta que incluía un pequeño aumento de
salario conseguía retener a un miembro del personal que había presentado la
renuncia. Hoy en día, las personas abandonan el trabajo por múltiples razones,
que rara vez son atendidas en una contraoferta. Desde la búsqueda de un nuevo
reto para el progreso profesional, el deseo de trabajar con tecnología más
innovadora o empezar en una organización donde pueden contribuir y sentirse
valorados, el talento cambia de trabajo por más factores que hace unos años.
¿Por
qué actualmente un aumento de salario, un nuevo puesto de trabajo o beneficios
adicionales ya se consideran tácticas superficiales para convencerlos de quedarse
en la empresa?
Si
recibes una contraoferta, vale la pena que consideres las razones por las que
inicialmente buscaste un nuevo rol. Las razones tienen que ser serias y
genuinas, ya que no sólo buscaste un nuevo trabajo, sino que aplicaste, te entrevistaron
y aceptaste una posición en otro lugar. Estas no son las acciones de un
profesional que está satisfecho en su trabajo actual.
Por
supuesto, es halagador cuando tu jefe hace una contraoferta al escuchar tu
decisión de renunciar. Pero si observas la situación objetivamente, verás que
reclutar un reemplazo para un puesto vacante puede llevar mucho tiempo. A todos
nos falta el tiempo, tu jefe incluido, así que, si hay incluso una pequeña
posibilidad de evitar entrevistas y capacitar a alguien nuevo, tu jefe lo
tomará. Aparte de la dificultad por encontrar profesionales con las habilidades
que requieren las empresas, la ausencia de este trabajador puede provocarle un
parón en la actividad de la empresa que repercuta en la productividad. Por
último, probablemente le va a costar al empleador menos dinero retener a un
empleado a través de una subida de sueldo que la atracción de nuevos talentos.
En
referencia al empleado, según un reporte reciente de Hays, la mayoría de las
personas que aceptaron una contraoferta, se encuentran en la situación de estar
renunciando de nuevo dentro de un año. Sus motivaciones originales para buscar
en otros lugares no se abordan, lo que significa que su carrera está en el
limbo y el compromiso y la motivación son bajos. A esto se agrega la confianza
rota que ahora existe con su jefe, que puede ser muy difícil de tratar. Para el
resto del equipo ya no serás alguien leal y en quien confiar y seguramente
estarás en el punto de mira si la compañía decide hacer recorte de personal.
Incluso puedes verte en la situación que la organización solamente requiera de
tiempo para buscarte un reemplazo, asumiendo que en breves volverás a
renunciar.
Por
último, el candidato debe estudiar que si está en medio de un proceso de
reclutamiento para un nuevo puesto y resulta que acepta una contraoferta de su
anterior trabajo, será muy difícil que le vuelvan a considerar en un futuro,
por lo que en vez de mantener una puerta abierta a un trabajo que aspira, la
puede estar cerrando por algún tiempo.
Si
bien cada situación es única, te recomendamos que consideres tus motivaciones
originales para salir y preguntar si la contraoferta es realmente valiosa para
que permanezcas.
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