La institución financiera destaca que la medición del Producto Interno Bruto (PIB) por el lado de la oferta
que realiza el INEGI y su ajuste estacional por el método directo (sobre la
serie agregada y no como la suma de las series ajustadas de sus componentes) da
lugar a inconsistencias entre la tasa de crecimiento del PIB por el lado de la
demanda en contraposición al PIB por el lado de la oferta en el país, en series
ajustadas por estacionalidad.
En el informe “En México el PIB medido por el lado de la demanda cuenta
una historia muy distinta al medido por el lado de la oferta” realizado por el
economista en Jefe de la institución financiera Carlos Serrano y los
economistas principales, Saidé Salazar y Javier Amador precisan que incluso hay
casos, en los que una serie crece cuando la otra se contrae, dando señales
encontradas sobre los factores económicos que impulsan o detienen a la economía
en un momento dado.
Por ejemplo, en el primer trimestre de este año, el consumo privado
creció 0.2% y la inversión privada 0.7%, estos dos componentes representan 87%
de la actividad.[1]
Sin embargo, el dato de crecimiento, que se estima por el lado de la oferta,
mostró una contracción.
Los economistas de BBVA México, muestra que la asociación entre ambas
mediciones de crecimiento se ha debilitado con el tiempo, y el emparejamiento
del signo (movimientos en la misma dirección de las series) ha empeorado desde
2018 y consideran oportuno que el INEGI traslade su metodología de medición del
PIB hacia la estimación por el lado de los componentes de la demanda (no de la
oferta como lo hace actualmente), junto con la adopción del método indirecto
para desestacionalizar las series, ambas prácticas comunes en EE.UU. y varios
países de Europa.
La medición del PIB por el lado de la demanda consiste en estimar el
valor de los componentes del gasto de una economía: consumo, inversión y
exportaciones netas. Por su parte, la medición del PIB por el lado de la oferta
consiste en estimar el valor de la producción de todos los sectores económicos
(primario, secundario y terciario). En México, el INEGI realiza la medición del
PIB por el lado de la oferta y solo aproxima los componentes del gasto; la
diferencia entre ambas mediciones es la diferencia estadística.
Por otro lado, como toda serie que mida algún aspecto de la actividad
económica de un país, el PIB muestra estacionalidad, es decir, movimientos que
se repiten cada año, en la misma temporada y en el mismo sentido (por
vacaciones, el clima, días festivos, etc.). En la práctica el análisis
económico se enfoca en el estudio de las series ajustadas por estacionalidad,
porque es más intuitivo interpretar los movimientos de una economía, eliminando
eventos que se repiten cada año y que no representan un factor económico.
En México, el INEGI utiliza el método directo para desestacionalizar el PIB,
es decir, se realiza el ajuste estacional directamente sobre la serie agregada,
en lugar de que dicha serie se genere como la suma de los componentes ajustados
por estacionalidad. Es posible que la importancia relativa de los distintos
sectores de actividad y/o componentes del gasto esté cambiando en el país con
mayor velocidad que la anticipada; es probable que algunos componentes estén
registrando factores estacionales que se asemejan cada vez menos a los
observados en los últimos años, o bien que existan otros factores que no se
estén midiendo de forma adecuada.
En términos prácticos, el tratamiento
estadístico de las series debe priorizar la interpretación económica de los
movimientos de las variables, que en última instancia representan la lectura de
las señales que brindan las series sobre la evolución de la actividad
económica. Por lo que Serrano, Salazar y Amador señalan que la reciente
inconsistencia entre las distintas mediciones de crecimiento sienta las bases
para que el INEGI se traslade a una medición de la actividad económica por
componentes del gasto, y a la utilización del método indirecto de ajuste
estacional.
No hay comentarios:
Publicar un comentario