La
CEPAL presentó su “Estudio Económico de América Latina y el Caribe”, en
donde recalca la importancia de ampliar el espacio fiscal y reorientar
las políticas de inversión, productividad y monetarias para dinamizar
las economías de los países.
(31 de julio, 2019)
La
Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) espera que
durante 2019 el crecimiento
económico de la región mantenga una trayectoria descendente, debido a
un contexto internacional con mayores incertidumbres y complejidades, y a
un débil comportamiento de la inversión, las exportaciones y el
consumo.
Así lo señala el informe anual
Estudio Económico de América Latina y el Caribe 2019, dado
a conocer hoy por la Secretaria Ejecutiva del organismo de las Naciones
Unidas, Alicia Bárcena, en una conferencia de prensa realizada en
Santiago de Chile.
Según
el reporte, la región crecerá este año solo un 0,5%, cifra inferior al
0,9% anotado en 2018. Este desempeño
es atribuido a los efectos de un debilitamiento sincronizado de la
economía global, lo que ha implicado un escenario internacional
desfavorable para la región. Asimismo, en el ámbito interno, el bajo
crecimiento se debe al poco dinamismo exhibido por la inversión,
las exportaciones y a una caída del gasto público y del consumo
privado.
A diferencia de años anteriores, en 2019 la desaceleración será generalizada y afectará a 21 de los 33 países de
América Latina y el Caribe. En promedio, se espera que América del Sur crezca 0,2%, América Central 2,9% y el Caribe 2,1%.
“La
región enfrenta un contexto externo con mayores incertidumbres y
complejidades crecientes: menor dinamismo
de la actividad económica mundial y del comercio global; mayor
volatilidad y fragilidad financiera; cuestionamientos al sistema
multilateral y un aumento en las tensiones geopolíticas”, señaló Alicia
Bárcena.
De acuerdo con el
Estudio Económico 2019, el espacio fiscal se ha visto
restringido por niveles de ingresos insuficientes para cubrir el gasto,
lo que deriva en déficits y en un incremento en el endeudamiento en los
últimos años. Además, los efectos de la creciente
volatilidad cambiaria y de las mayores depreciaciones limitarían la
posibilidad de los bancos centrales de la región para profundizar
políticas de estímulo a la demanda agregada, a lo que se suma el hecho
de que los condicionantes estructurales acentúan la
vulnerabilidad externa y no ayudan a dinamizar el crecimiento
(estructura exportadora centrada mayormente en bienes primarios y caída
tendencial de la productividad).
Según
la CEPAL, se requiere expandir el espacio de políticas para hacer
frente a la desaceleración y contribuir
al crecimiento económico, con medidas tanto en el área fiscal, como en
la monetaria y relacionadas con la inversión y la productividad.
En
materia fiscal se necesita reducir la evasión tributaria y los flujos
financieros ilícitos, impulsar la adopción
de impuestos a la economía digital, medioambientales y relacionados a
la salud pública, y reevaluar los gastos tributarios para alinearlos
hacia la inversión productiva.
En
el área monetaria, se necesita promover el crecimiento económico sin
comprometer la estabilidad cambiaria y
de precios, mientras que en materia de inversión y productividad es
imprescindible elevar la participación de los sectores intensivos en
conocimientos en la estructura productiva, por medio de un papel más
activo de la inversión pública y privada; reorientar
las inversiones hacia los sectores de mayor dinamismo; y adoptar
políticas de estímulo que tengan impactos en términos de innovación,
aprendizaje y empleos de calidad.
La segunda parte del
Estudio Económico 2019 analiza los cambios estructurales
ocurridos en el sistema financiero internacional en los instrumentos y
agentes con posterioridad a la crisis global de 2007-2008, desde la
perspectiva de la región.
El
informe plantea que el mercado de bonos ha ganado importancia relativa
respecto al sistema bancario. También
muestra que se han intensificado los niveles de concentración,
interconectividad y prociclicidad. Además el nivel de endeudamiento
global se generaliza y registra niveles récord (320% del PIB), en un
contexto de bajo crecimiento.
Con el fin de hacer frente a estos desafíos se plantea, por una parte,
ampliar
y estandarizar el espectro de los indicadores de vulnerabilidad. Por
otra parte, se trata de
avanzar hacia una regulación macroprudencial más amplia y homogénea que
abarque no solo al sector bancario formal sino a todos los agentes
financieros –incluyendo el sector bancario en la sombra- así como a los
distintos instrumentos, indica el documento.
Más información:
- TRANSMISIÓN EN VIVO.
- Tabla. América Latina y el Caribe: proyecciones actualizadas de crecimiento para 2019.
- Documento completo. Estudio Económico de América Latina y el Caribe 2019 (incluye fichas de análisis para cada uno de los países de la región, que se actualizarán a lo largo del día).
- Presentación de la Secretaria Ejecutiva de la CEPAL, Alicia Bárcena.
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