Niños de Emiratos Árabes Unidos, México, India, Malasia y Singapur de entre los 7 y 12 años, participaron en el congreZo de KidZania y compartieron sus opiniones sobre el mundo del trabajo, así como el uso y valor del dinero
Ciudad de México,
18 de de 2019.- Según el Banco Mundial y la Organización Mundial
del Trabajo, la fuerza laboral mundial en 2018 estaba compuesta por
3.500 billones de personas y se prevé que disminuya en el futuro.
Además, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo
Económico, afirma que la cantidad de decisiones financieras que
tendrán que tomar las personas está aumentando como consecuencia de
los cambios en el mercado y la economía. (OCDE, 2014).
Este escenario tiene
varias implicaciones para la próxima generación. ¿Están los niños
preparados para esta realidad? ¿Qué piensan los infantes sobre el
trabajo? ¿Entienden el valor del dinero y el conocimiento
financiero?
Para comprender
mejor las percepciones de los niños sobre estos temas, KidZania, una
de las marcas lideres a nivel mundial en aprendizaje y
entretenimiento con más rápido crecimiento en el mundo, realizó su
CongreZZ anual con niños entre niños de 7 a 12 años en Emiratos
Árabes Unidos (Dubái), México (Ciudad de México y Monterrey),
India (Mumbai y Delhi), Malasia (Kuala Lumpur) y Singapur (Singapur).
El CongreZZ es un
esfuerzo de KidZania por acercarse a los niños, comprenderlos, hacer
que se sientan capacitados y escuchados, mientras aprenden cómo
funciona el poder legislativo de un gobierno en la vida real.
Esta edición de
CongreZZ se centró en aprender sobre la comprensión general de los
niños sobre el conocimiento financiero y el mundo del trabajo. El
primer hallazgo clave fue que los niños tienen una noción clara de
lo que significa el dinero. Los niños son plenamente conscientes del
valor del dinero y su papel como parte de una sociedad. Sin embargo,
su primer acercamiento al dinero es práctico, para ellos el dinero
se convierte en dinero cuando alguien lo usa / gasta.
La forma en que los
niños en diferentes países establecen su relación con el dinero se
define principalmente por su edad y etapa de vida. A medida que los
niños crecen, el dinero deja de ser percibido como una abstracción
y se convierte en algo tangible. Los niños de 9 a 12 años comienzan
a notar la importancia y la necesidad de dinero en sus vidas, así
como el papel que desempeña en la dinámica social y las
preocupaciones o el estrés que pueden estar relacionados con él.
A pesar de que su
percepción sobre el dinero evoluciona, a veces aún les resulta
difícil definir la diferencia entre barato y caro. Su escala de
percepción del valor está determinada por el tiempo, es decir,
cuanto más tiempo se tarda en acumular una cantidad de dinero para
comprar algo, más caro es el producto.
Los niños disfrutan
de los beneficios de tener y usar dinero, sin embargo, también
sufren el estrés de los adultos relacionado con tener problemas
financieros, de manera indirecta. También, se observó que los
padres son percibidos como la fuente de información más confiable
cuando se trata de hablar de dinero. Además, cuando los padres
tienen un enfoque más abierto hacia las finanzas y el dinero,
fomentan actitudes positivas en sus hijos, como la seguridad, la
apertura y la confianza.
Los niños también
son conscientes de las responsabilidades que implica la edad adulta.
Saben que a medida que una persona envejece, sus gastos y
obligaciones aumentan; esta es una razón por la que están
agradecidos de ser jóvenes. Estos roles son bastante claros para los
niños, los cuales, se perciben a sí mismos como gastadores y a los
adultos, como proveedores.
Estas
responsabilidades también están relacionadas con la idea de trabajo
de los niños. Para ellos, el trabajo es una actividad estrictamente
transaccional, una percepción aprendida de los adultos en el hogar y
en otros contextos. Esto determina no solo su interacción, sino
también sus aspiraciones, sueños y deseos sobre el trabajo y la
compensación que deben / desean obtener.
Los niños admiten
que el estatus socioeconómico es el resultado de diferentes factores
como el trabajo, el salario, los estudios, el esfuerzo y el ahorro.
Sin embargo, se percibió una variante hacia ciertas actividades
profesionales entre los niños. Parece que asignan un mayor valor a
las profesiones que a los oficios, la actitud aprendida desde el
hogar y los medios de comunicación.
Los niños son
conscientes que el trabajo será su principal fuente de ingresos una
vez que crezcan, por lo que incluso ahora están empezando a
planificar su futuro como trabajadores, centrándose en sus
expectativas salariales.
Solo 1 de cada 3
niños ha pensado en tener el mismo trabajo que sus padres; el resto
planea seguir un camino diferente o preferiría no pensar en eso
todavía. En México, este número se reduce a 1 de cada 10 niños.
En muchos casos, los
niños mencionaron actividades de gusto relacionadas con sus
intereses que les permiten hacer algo divertido y diferente, ya que
creen que la pasión y el compromiso, asegurarán su futuro éxito.
Los niños creen que cuanto más interesados o apasionados
estén por un trabajo, mayores serán las posibilidades de tener
éxito y recibir una mayor compensación económica.
En general, los
niños (generación Z) se enfrentan a su realidad financiera. Tienen
una noción clara del mundo del trabajo, qué significa el dinero, su
valor y su implicación social. Sin embargo, perciben el mundo
financiero como una construcción social compleja. No obstante, se
detectó que los niños que están en contacto con el dinero tienen
una mentalidad más "controlada" en términos financieros.
El manejo del dinero
les ayuda a desarrollar actitudes como:
- Reconocer el valor
de ganar "su dinero" trabajando
- Tener una idea más
clara de qué hacer con el dinero que poseen
- Tratan de hacer
"mejores compras-gastos"
- Evitar hacer
gastos excesivos.
- Expresar una mayor
seguridad y confianza al hablar de sus ahorros.
Además, se
identificó que este fenómeno también podría reforzarse cuando los
niños interactúan con una representación del dinero, como en el
caso de kidZos en KidZania. La confianza adquirida al controlar sus
ganancias hace que los niños estén más familiarizados con la
administración, la abstracción y la planificación que pueden
traducir a su experiencia en el mundo real.
Los entornos
formales, como las escuelas y los informales, como KidZania, pueden
ayudar a la educación financiera de los niños, acercándolos a
comprender mejor cada etapa del trabajo, desde su desempeño hasta el
pago; verlo como un proceso en lugar de como eventos aislados,
fortalece el valor del trabajo y la importancia de desarrollar
hábitos financieros responsables.
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