- Los ingenieros de Ford han realizado pruebas para averiguar si unas luces de colores ubicadas arriba del parabrisas, podrían ser una solución para mejorar la comunicación entre los vehículos autónomos y las personas.
- El conductor oculto dentro de un "asiento de coche para personas" ayuda a crear situaciones realistas para probar métodos que permitan a los peatones y ciclistas confiar en los vehículos autónomos.
- Las pruebas realizadas en Alemania por la Universidad Tecnológica de Chemnitz con una Transit Connect adaptada, han mostrado un alto nivel de aceptación y confianza en las señales.
Ciudad de México, 06 de febrero de 2019 –
Los gestos con las manos
y la cabeza, así como señales tales como el pulgar hacia arriba, ayudan
a asegurar que los conductores, los peatones y los ciclistas sepan lo
que hacen los demás; pero, ¿cómo se comunicarán los vehículos autónomos
que no llevan un conductor humano?
Ford
ha estado probando un enfoque que utiliza luces para indicar lo que el
vehículo está haciendo y lo que va a hacer. Esta investigación
tiene como objetivo desarrollar una interfaz de comunicación que ayude a
los vehículos autónomos a integrarse sin problemas con otros usuarios
en la carretera.
Para garantizar que las pruebas fueran lo más realistas y naturales posibles, la empresa creó el
"Human Car Seat" que instaló dentro de una Ford Transit Connect,
diseñado para que pareciera un vehículo autónomo, con el conductor
oculto en el asiento,
los
observadores respondieron ante las luces que la barra montada en el
techo lanzaba en blanco, púrpura y turquesa para indicar cuando el
vehículo estaba circulando, a punto de ponerse en marcha
o de ceder el paso.
"Fundamentalmente,
la gente necesita confiar en los vehículos autónomos y el desarrollo de
un medio de comunicación visual universal es
una clave para ello. Convertir a alguien en un 'asiento de coche
humano' fue una de esas ideas. Nos paramos a pensar y vimos que esta era
la manera más efectiva de averiguar lo que necesitábamos saber", cuenta
Thorsten Warwel, gerente de iluminación principal
en Ford Europa.
Las
últimas pruebas, que complementan la investigación realizada en Estados
Unidos, se llevaron a cabo en colaboración con la Universidad
Tecnológica de Chemnitz, en Alemania. Los investigadores ampliaron las
pruebas para comprobar la eficacia de otros dos colores, además del
blanco, probaron también la ubicación de las luces en el techo (en las
pruebas de Estados Unidos se colocaron en la parte
superior del parabrisas). Por último, realizaron indicaciones desde más
lejos, utilizando las luces hasta 500 metros de distancia.
Las
pruebas mostraron que el 60 por ciento de las 173 personas encuestadas
después de encontrarse con la Transit Connect pensaban que
se trataba de un vehículo autónomo. Junto con las reacciones observadas
de otras mil 600 personas, el turquesa -más visible que el blanco y
menos confundible con el rojo- resultó ser el color preferido. También
hubo un alto nivel de aceptación y confianza
en las señales, proporcionando una base a partir de la cual los
investigadores pueden desarrollar y perfeccionar el lenguaje visual.
"El
contacto visual es importante, pero nuestro estudio demostró que, en
primer lugar, los peatones miran lo que hace un vehículo. El
siguiente paso es ver cómo podemos asegurarnos de que las señales
luminosas sean más claras e intuitivas para todos", dijo el doctor
Matthias Beggiato, del departamento de psicología de la universidad, con
la que Ford trabajó en el proyecto "InMotion",
financiado con la ayuda de 1 millón de euros del Ministerio de
Transportes e Infraestructuras Digitales de Alemania como parte del
programa de investigación sobre Automatización y Conectividad en el
Transporte por Carretera.
Los conductores de
"Human Car Seat", que recibieron formación para conducir de forma
segura en todo momento, mantenían la vista en la carretera a través de
un falso reposacabezas y accionaban una palanca especial para realizar
indicaciones. Un asistente, oculto en la parte
trasera, también supervisaba la carretera y se aseguraba de que el
conductor dispusiera de agua.
En
pruebas separadas realizadas por Ford junto con la empresa de
iluminación y electrónica de automoción HELLA, los investigadores
probaron
otras ubicaciones para estas luces, como la parrilla y los faros,
aunque no se concluyó en una ubicación preferente.
Con
el objetivo de desarrollar un vehículo autónomo especialmente diseñado
para su implantación en Norteamérica en 2021, Ford está trabajando
para asegurar que la gente confíe en los vehículos autónomos. Para
ello, resulta esencial la creación de un estándar de la industria para
comunicar las maniobras de conducción. La compañía está colaborando con
varias organizaciones del sector, incluyendo la
Organización Internacional para la Estandarización y la Sociedad de
Ingenieros de Automoción, y está buscando la participación de otras
compañías automovilísticas y tecnológicas para que ayuden a crear ese
estándar.
Ford,
en colaboración con Argo AI, se convirtió recientemente en la primera
compañía en probar vehículos autónomos en Washington D.C.,
a partir de pruebas ya en curso en Detroit, Pittsburgh y Miami. En
China, la compañía forma parte del programa Apollo que ofrece
Baidu, el principal operador de motores de búsqueda en China, con
quien colabora para comenzar a probar coches de conducción autónoma en
carreteras de Pekín y otras ciudades chinas a finales de este año.
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