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Han desaparecido más de 500 mil productores
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Mensaje al Presidente EPN: “no echar en saco roto” la revisión del TLCAN
con EU
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En cuatro años de este gobierno, el litro de leche fresca al público
aumentó 2.16 pesos el litro, y al productor un promedio de 30 centavos
Durante el año que termina, los productores
de leche del sector social han perdido más de 15 mil millones de pesos por
recibir precios inferiores a los costos de producción y el sacrificio de 600
mil vacas especializadas, afirmó el presidente del Frente Nacional de
Productores y Consumidores de Leche, Álvaro González Muñoz.
El dirigente de los lecheros consideró que,
en lo que va de este sexenio, el precio de un litro de leche al consumidor se
ha incrementado en 2.16 pesos, mientras que el aumento al productor es de un
promedio de .30 centavos por litro.
Prueba de ello, afirmó González Muñoz, es que
las importaciones de polvo de leche sin crema pasaron –en los dos últimos
años—de 10% de la producción nacional, a más del 50% en 2014; es decir, de 205
mil toneladas a 290 mil en 2016, lo que significa una de las cifras más altas
en la historia de las importaciones mexicanas, lo cual indica, de pasadita, que
esas compras han sustituido a más de 500 mil productores.
Para los pequeños y medianos productores, es
muy conveniente y oportuno plantear al Presidente de la República, Enrique Peña
Nieto “no echar en saco roto” la propuesta del nuevo gobierno de Estados
Unidos, de revisar el TLCAN. “Es la oportunidad para reactivar el campo y que
los productores mexicanos no sigamos siendo utilizados como moneda de cambio.
Necesitamos un intercambio comercial equitativo; nada de enviarnos despojos o
subproductos lácteos o de otro tipo”, afirmó el líder lechero.
“Necesitamos que regresen a México los
empleos perdidos por una equivocada negociación de gobiernos anteriores. El
resultado de ello es muy claro. En 2016, por efecto del TLCAN, los productores
lecheros absorbimos un alto quebranto económico equivalente a 15 mil millones
de pesos, que es el valor de la pérdida de 600 mil cabezas de ganado y costos
más altos que los precios, mientras que 10 mil productores tuvieron que vender
sus vacas especializadas por kilo”, reiteró.
“La industria de derivados lácteos también se
ha enriquecido a costa de los pequeños y medianos productores”. Por cada litro
que comercializan, tienen una ganancia de cuatro pesos, valor que hay que
multiplicar por 11 mil 600 millones de litros que se producen anualmente. “A
los productores la industria les paga poco, y a los consumidores les vende
caro”, manifestó González Muñoz.
Por otra parte, añadió, los productores de
leche ven disminuidos sus ingresos por efecto de las importaciones desleales de
productos lácteos. Las marcas “genéricas” entran al mercado a través de las
tiendas comerciales.
“Como no se trata de leche auténtica, sus
precios son relativamente bajos, al grado de que las tiendas, en su mayoría
transnacionales, sacan al mercado “marcas propias”, sin ser oficialmente
empresas productoras o envasadoras de leche. Aquí se da el fenómeno de la
‘usurpación de funciones’ por una parte, y la muy posible evasión de impuestos.
Así tenemos, por lo menos, a tres
dependencias gubernamentales que no están cumpliendo con las tareas que les
corresponden: a Salud-Cofepris, por no revisar la sanidad de alimentos. Dejan
pasar leche adulterada por leche, sencillamente. La PROFECO, que solapa que las
tiendas vendan marcas ‘patito’ cuyo producto parece leche, pero no es, lo cual
implica un fraude a los consumidores. Y ahora aparece el Servicio de
Administración Tributaria, de la SHCP, que no vigila ni cobra los impuestos que
deben pagar las tiendas comerciales por sus “marcas propias”.
Ante esta situación, el dirigente adelantó
que los productores nacionales cerrarán filas en todos los estados del país
para que se establezcan compromisos que reviertan las políticas aplicadas por
gobiernos anteriores en contra de los productores y consumidores mexicanos. Les
exigiremos precios justos para los dos eslabones de la cadena del sistema
lechero del país, así como que LICONSA compre el cien por ciento de leche para
programas sociales a precios justos.
Por lo que aplaudimos el impuesto a las
bebidas impostoras que aprovechando el buen nombre de la leche se han
enriquecido poniendo en riesgo la salud y el sano desarrollo de los
consumidores mexicanos y con esto se desmotive el consumo de estos productos
chatarra que aprovechan el buen nombre de la leche para confundir a los
consumidores
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