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De 1 a 2 personas por cada millón de habitantes es diagnosticada al año con este padecimiento.
Ciudad de México a 27 de agosto de 2020.-
Al llegar a la tercera edad, las
personas adultas mayores enfrentan mayores retos de movilidad
provocando que, sin el apoyo de aparatos ortopédicos como bastones o
andaderas, presenten frecuentes caídas y lesiones graves que requieren
de mayores cuidados por parte de sus acompañantes.
Son
justamente estas lesiones las que pueden provocar hemorragias leves a
graves que, al presentarse constantemente, podrían evidenciar un cuadro
de
Hemofilia Adquirida, padecimiento que requiere de un tratamiento
inmediato porque sus efectos pueden poner en peligro la vida de la
persona con esta enfermedad.
Expertos
en hematología señalan que, en este tipo de hemofilia, el paciente
desarrolla anticuerpos específicos que inhiben a uno de los factores
necesarios
para la coagulación, el factor VIII. Esto provoca que se generen
hemorragias que pueden ser muy graves en personas que no tienen
historial familiar o clínico de hemorragias.
En
la forma clásica de Hemofilia, la herencia determina que los varones
sean quienes presentan este padecimiento; en contraste, para la
Hemofilia Adquirida
no existe distinción de género, ya que afecta a ambos sexos por igual[1].
Sin
duda, en la Hemofilia Adquirida, la edad es uno de los principales
factores de riesgo, aunque se ha establecido también una alta
prevalencia de
esta enfermedad en mujeres después del parto; en general, la incidencia
es más frecuente en mayores de 65 años[2].
Aproximadamente 1 a 2 personas por cada millón es diagnosticada al año con este padecimiento[3],
principalmente después de presentar moretones significativos o sangrado
en tejidos blandos que suelen agravarse rápidamente y que pueden llegar
a provocar la muerte por complicaciones hemorrágicas.
“Los
adultos mayores son particularmente más frágiles y vulnerables a este
tipo de padecimientos, comentó el especialista e investigador en
hematología,
el Dr. Abraham Majluf Cruz.
El
Dr. Majluf, también señaló que, de sospecharse Hemofilia Adquirida, se
debe recopilar un historial médico completo y pruebas sanguíneas que
ayudan
a diagnosticar y establecer la gravedad del padecimiento y en el
momento de iniciar un tratamiento adecuado.
Hacer
un interrogatorio minucioso del paciente es importante ya que,
raramente, en algunos casos la hemofilia adquirida pudiera estar
relacionada al
consumo de algunos medicamentos como: antibióticos, psicotrópicos o
antiinflamatorios.
La
Dra. Marilyn Mendoza Baquedano, enlace médico-científico de Biofarma
para Novo Nordisk México y especialista en Hematología, aseguró que un
diagnóstico
oportuno y el inicio correcto del tratamiento ayudará a evitar un mal
abordaje del paciente con el consecuente desenlace mortal.
Señaló
que en México hoy en día no existe un registro de pacientes con
Hemofilia Adquirida, y muchos casos son subdiagnosticados, por lo que se
requiere
seguir trabajando en la concientización y educación médica de esta
enfermedad para evitar un mal diagnóstico y lograr una verdadera
detección oportuna que ayude a salvar más vidas de pacientes.
“Como
empresa, Novo Nordisk está comprometida con proveer alivio, apoyo y,
sobre todo, educación para los pacientes y acompañamiento para los
cuidadores
de las personas que viven con Hemofilia”, concluyó la Dra. Mendoza.
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