La educación virtual permite
que los estudiantes retengan 60% más información.
El E-learning optimiza hasta
un 40% el costo de entrenamiento en una compañía.
Ciudad de México, 25 de
abril de 2019. La educación en línea es una verdadera
alternativa para quienes no tienen el tiempo suficiente de estudiar;
pasó de ser un simple recurso a una realidad que ha transformado los ambientes de
aprendizaje.
A pesar de los
avances tecnológicos que hay en este tema, se siguen
desarrollando productos con una evidente ausencia de calidad, que
además son aburridos, lo cual genera una mala percepción en los
estudiantes que han experimentado este tipo de cursos online. Por
eso, es importante que los usuarios se fijen en ciertos elementos
para determinar qué tan bueno es un curso online y si vale la pena
invertir en él.
De acuerdo con Julián
Melo, CEO de UBits, una de las startups más
importantes de E-Learning en LATAM, los usuarios que planeen
estudiar un curso en línea, deben fijarse en los siguientes
elementos:
1) El experto: Este
aspecto es uno de los más claves al dictar una clase online. El
experto debe conectar con el estudiante y generar tanto empatía como
credibilidad. Muchas veces tenemos expertos con currículums
impecables y suficiente experiencia, pero no conectan con la cámara.
Es muy importante tener cuidado con la búsqueda de estos expertos,
ya que no basta con haber dictado una clase presencial.
2) La producción
creativa: “Tenemos la gran responsabilidad de enganchar al
estudiante para que continúe sus cursos” afirma Julián. La
producción desempeña un papel clave en esto. Un buen recurso
creativo puede ser una mezcla entre videos con animaciones, imágenes
de apoyo y presentaciones interactivas. “Sin embargo, no
debemos abusar de ellos ya que se pueden convertir en elementos de
distracción. Adicionalmente, se debe tener en cuenta que el uso del
color, los tamaños de los recursos y las tipografías en
E-learning son diferentes a las que se usan en los impresos
tradicionales con que se estudia en un centro educativo presencial“,
puntualizó.
3) Comunidades: En los
cursos virtuales la soledad del estudiante es una de las mayores
consecuencias de deserción. El estudiante siente que no conecta con
el contenido, se siente aburrido y por lo tanto termina desertando
del curso. Al crear comunidades alrededor de temas en común se le
permite al estudiante generar aportes, integrarse con su comunidad y
encontrar nuevos intereses. Esto se puede crear por medio de foros,
wikis y comunidades privadas en redes profesionales como LinkedIn. Un
curso virtual no se trata solamente de entregar contenido, también
se debe buscar la interacción.
4) Navegación intuitiva: “Al
interior de un curso se le debe permitir al estudiante conocer cuáles
son los siguientes pasos en sus estudios y dónde puede encontrar los
recursos que necesita. Este es uno de los grandes retos en educación.
No es solo tener una plataforma educativa de última tecnología y
saturar al estudiante con recursos; se trata de usarla apropiadamente
y saber cómo integrarla con el curso”, afirmó el CEO.
5) El tiempo: Las
personas hoy en día tienen una capacidad de atención baja. Es por
esto que el tiempo es un factor importante. “Recomendamos videos
cortos de no más de 7 minutos y lecturas sintetizadas.
Adicionalmente, es necesario tener en cuenta el método asincrónico
para que el estudiante vaya con la velocidad que él decida”.
6) Los objetivos de
aprendizaje: Es muy importante que el estudiante entienda por
qué está realizando el curso y si es el apropiado para él.
“Hacerles una introducción sobre qué van a recibir en cada módulo
es la mejor forma para que el estudiante elija si el contenido es el
que espera. Asimismo, se debe informar previamente cuándo hay un
prerrequisito de conocimiento, ya que al enfrentarse a un contenido
avanzado que no entiende, puede ocasionar malas experiencias de
aprendizaje”, finalizó.
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