Estimados amigos,
El año termina y con
ello se vuelve obligado reflexionar sobre los avances y las oportunidades que
dejó nuestra economía en 2017.
Hacer un balance objetivo
sobre el funcionamiento de la economía requiere analizar múltiples variables, pero
sobre todo, identificar puntualmente qué tanto logramos crecer, qué tanto dicho
crecimiento se convirtió en más y mejores oportunidades de empleo para los mexicanos,
y qué tanto hemos avanzado en crear un mercado interno sólido y sano, donde el
consumo y la inversión aumenten día a día la calidad de vida.
En general, el balance
de 2017 nos muestra un año caracterizado por un crecimiento magro, una generación
de empleo insuficiente, y grandes oportunidades en materia inflacionaria.
[Crecimiento Económico]
El Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF) estima que
cerraremos el 2017 con una tasa de crecimiento del 2.1%, ligeramente superior
al 1.6% que se estimaba al inicio del año debido a una sutil aceleración que ha
sucedido en el último trimestre.
Este crecimiento representa
menos de la mitad de lo que un país como México debiera crecer para generar
suficientes oportunidades de ingreso para nuestros jóvenes.
El crecimiento alcanzado
en 2017 es mucho menor de lo que esperábamos al inicio del sexenio cuando se
logró la implementación de las reformas estructurales. En 2013, por ejemplo, la
Secretaría de Hacienda y Crédito Público estimaba que la aprobación de 11
reformas estructurales haría crecer a nuestro país a tasas de entre 5 y 6%. Dichas
predicciones han resultado ser por demás optimistas. En los últimos 5 años,
México a crecido a un promedio anual de tan solo 2.2%.
Es ante este crecimiento
magro e insuficiente que COPARMEX ha insistido constantemente en la necesidad
de aumentar la inversión pública como uno de los motores del crecimiento
económico. En el último trimestre la inversión pública creció solo 0.1%, con
algunos trimestres de 2017 en dígitos negativos.
Un México que crezca
requiere de inversión en infraestructura y obra pública para reducir los costos
de transporte, producción y logística, y con ello aumentar la competitividad.
[Generación de Empleo]
La principal
consecuencia del bajo crecimiento económico ha sido que no se han podido generar
suficientes empleos formales en 2017.
Las autoridades insisten
en regocijarse de que, por primera vez en la historia del país, durante un
sexenio se ha superado la cifra de 3 millones de empleos formales creados.
Sin embargo, esto no es,
para nada, un logro.
Esta cifra supone un
rezago constante en el número de empleos necesarios. Para que México pueda dar
empleo a los jóvenes que se incorporan a la vida económicamente activa, sería
necesario crear 100 mil empleos al mes. Esto significa que, los 3.4 millones de
empleos formales creados en lo que va del sexenio son apenas en 56% de los
estrictamente necesarios.
Aún más preocupante es
que los empleos generados no han resultado en un verdadero incremento en la
calidad de vida de los Mexicanos. Según la Comisión
Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) y de la Organización Internacional del Trabajo
(OIT), México y Perú fueron los únicos dos países latinoamericanos -de una
muestra de ocho- en donde los salarios reales de los trabajadores bajaron en el
último año. Los salarios reales en las empresas formales en México
bajaron 0.9 por ciento, en comparación con un aumento de 1.4% en el resto de
Latinoamérica.
El reto es mayor y COPARMEX
ha sido enfática en demandar que la única verdadera solución para crear más y
mejores empleos en la formalidad es reducir la carga tributaria. Lograr el 100%
de deducibilidad en las prestaciones laborales sería un paso sólido en esa
dirección, así como lo sería la implementación de reducciones graduales en el
IVA hasta llegar a los niveles promedio de la OCDE.
[Inflación]
Otra de las constantes
preocupaciones del año que cierra ha sido la inflación.
Se estima que la
inflación terminará el año al 6.3%, el nivel más alto desde los años noventa.
Al respecto, ciertos
analistas desatinadamente afirman que esto se ha debido a un incremento en los
salarios mínimos.
Estudios académicos
independientes y análisis hechos por la propia COPARMEX han mostrado que el
salario mínimo no ha sido la principal causa de la inflación.
La inflación del 2017 se
explica por una pérdida de competitividad del peso ante el dólar, ocasionada
por la llegada de Trump al poder y la consecuente renegociación del Tratado de
Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), así como por los incrementos en el
precio de los energéticos que se dieron al inicio del año debido al llamado “gasolinazo”.
La visión equivocada,
que debemos mantener los salarios bajos para reducir la inflación, es
cortoplacista y socialmente tóxica. Esta visión supone aceptar que México continúe
con niveles de pobreza inaceptables, y con un mercado interno carente de efervescencia
y capacidad de consumo.
En COPARMEX confiamos en
que es tiempo de cambiar este modelo de pensamiento que nos ha llevado a los
magros resultados económicos que hoy tenemos.
La mejor forma de
controlar la inflación no es empobrecer a los mexicanos sino fomentar la
competencia. México debe apostar por el crecimiento de la clase media y del consumo.
Entre el 30 y el 40% de
los bienes y servicios de la canasta básica no operan en un mercado competitivo
lo que aumenta sistemáticamente su precio. Es por ello que, en términos reales,
fomentar la competencia en la producción y transporte de bienes básicos de
consumo supondría el mayor y más importante incremento salarial de la historia
de nuestro país.
El precio de los
energéticos también pudiera ser mucho menor si se generara competencia en la
distribución de gasolinas y se invirtiera en un mejor sistema de ductos.
[Conclusión]
Aumentar la inversión
pública, reducir el costo de la formalidad y apostar por el crecimiento de la
clase media, son los grandes pendientes que nos ha dejado el 2017.
Medidas como estas ayudarían
a aumentar la confianza del consumidor que hoy es más baja que la que teníamos
en 2012, poco antes de comenzar el sexenio. De hecho, actualmente el índice de confianza
del consumidor se encuentra en 88.8 puntos, 4 por ciento abajo del nivel de
2015, y 7.5 por ciento abajo del que tenía en noviembre de 2012.
Estas medidas también
ayudarían a aumentar la confianza empresarial que corre también una suerte de
pesimismo cuando se le compara con el inicio del sexenio. En la industria
manufacturera, por ejemplo, la confianza actual es 0.6 por ciento inferior a la
de 2015 y 10.2 por ciento a la de 2012.
Estimados amigos,
El 2017 nos deja grandes
retos.
COPARMEX ha sido un
bastión de demanda ciudadana para exigir el México que todos merecemos, y así
lo seguiremos siendo en 2018.
Les deseo un muy feliz
año en compañía de sus familiares y amigos.
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