· Insisten en sacar este producto del
TLCAN
· Los pequeños y medianos productores de
leche, rechazan las declaraciones de dirigente de productores de EU, de una
alianza con México; dañaría a Canadá
· Temen ser “moneda de cambio” a favor de
otros sectores
La
tercera ronda de negociaciones entre México, Canadá y Estados Unidos, concluyó
en Ottawa sin resultados palpables para los principales sectores productivos.
“Sigue incierto el futuro de los productores nacionales de leche, frente a las
intenciones del gobierno de EU, de blindar a su sector productivo”, señaló el
dirigente del Frente Nacional de Productores y Consumidores de Leche, Álvaro
González Muñoz.
Los
productores mexicanos, en particular los del sector social, esperamos que el
gobierno del presidente Enrique Peña Nieto defienda nuestros derechos de
permanecer en el mercado nacional, “sin la atadura representada por la competencia
de las importaciones desleales de leche en polvo”, y una dependencia
alimentaria en este rubro que se nota indefinida, mientras que el gobierno
norteamericano logra avances que consolidan su posición de exportador mundial.
El
Frente Nacional de Productores y Consumidores de Leche, integrado por pequeños
y medianos ganaderos de 20 estados de la República –ofertan alrededor del 90
por ciento de leche—puntualizó que otras organizaciones se han unido a su lucha
de sacar del TLCAN al producto leche, cuyas importaciones en su presentación en
polvo y en formulaciones, son la causa de la ruina de los productores mexicanos
y de que “sea una actividad en proceso de extinción”.
El
presidente del Frente Nacional de Productores y Consumidores de Leche, Álvaro
González Muñoz, criticó los nulos resultados y pocas esperanzas de que la
situación económica de los productores nacionales de leche pueda mejorar.
Destacó
que el sector lechero no debe ser considerado “moneda de cambio” para
beneficiar a otros sectores que interesan a la comisión negociadora
norteamericana. “Que no se repita la actitud de Jaime Serra Puche, quien puso
en ‘charola de plata’ a la industria lechera, a cambio de beneficios de otros
sectores”, concretamente de la industria no lechera.
Álvaro
González rechazó las declaraciones del dirigente de la Federación Nacional de
Productores de Leche de Estados Unidos, James Mulherm, de hacer una alianza
entre México y EU, para que el sector lechero de Canadá iguale las condiciones
de intercambio comercial, lo cual perjudicaría la economía de los pequeños
productores canadienses.
Sobre
el mismo tema de las alianzas, González Muñoz rechazó la propuesta de EU y
Canadá, de imponer aranceles al comercio de lácteos, en virtud de que serían en
detrimento de los productores mexicanos.
Confió
en que el presidente de la República “no se confíe de quienes influyen para que
el mercado mexicano abra más las fronteras a los productos artificiales y de
mala calidad que ofrecen los productores norteamericanos”.
Reiteró
que “necesitamos hacer a un lado los membretes, porque hoy está en juego el
futuro de millones de mexicanos”, y reprobó el comportamiento del presidente
del Consejo Nacional Agropecuario de México, Bosco de la Vega, quien sólo
defiende los derechos de grupos empresariales privados, mientras que el sector
social está inerme, y lo mismo ocurre con la defensa de pequeñas empresas Pyme.
De
retorno al tema del TLCAN, puntualizó que “exigimos al gobierno nos ponga a
competir entre iguales, de tú a tú, con leche de alta calidad y no contra
sueros, que son subproductos de la industria de quesos, sin calidad nutricional
y en determinado grado dañinos para la salud de los consumidores”.
Mencionó
que las importaciones de ‘polvo de leche’, queso y suero, son el equivalente a
2 millones 600 mil litros por día sólo en 2016, lo cual equivale a desplazar 30
mil empleos. Las importaciones anuales de leche en polvo y derivados lácteos,
ascienden a un valor de 6,200 millones de litros de leche.
Comentó
que EU con diversos argumentos, especialmente de tipo sanitario, impide el paso
de productos lácteos de origen mexicano, y aplica medidas que no corresponden a
los principios acordados en el propio TLCAN, normalmente perjudiciales para los
productores mexicanos. Sin embargo, ellos, con la anuencia de las autoridades
mexicanas de Economía y Salud, nos obligan a obligan a comprar gran parte de
sus desechos lácteos en beneficio de un grupo de empresas privilegiadas que
envenenan y engañan al consumidor nacional.
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