· Se han identificado más de 100 genes
para la esquizofrenia, 30 para el trastorno bipolar y 30 para depresión
unipolar, indicó el doctor Thomas G. Schulze, presidente y director del
Instituto de Psiquiatría Fenómica y Genómica de la Universidad
Ludwig-Maximilans de Munich
· En el Día de la Genómica. Enfermedades
Psiquiátricas, subrayan expertos los avances en investigación sobre la
influencia de la genética en trastornos de la alimentación y depresión
Aunque
están accesibles al público, las pruebas genéticas de predisposición a
enfermedades no son un diagnóstico de padecimientos y siempre que un paciente
quiera solicitarlas debe contar con asesoría profesional para interpretar la
información que recibe, coincidieron en alertar investigadores y expertos en el
panel “Genómica y clínica de enfermedades psiquiátricas”.
“Yo
mismo me hice la prueba de ADN para Alzheimer de inicio tardío –que se presenta
después de los 65 años– y salió negativa; pero eso no quiere decir que yo no
vaya a tener la enfermedad. Es difícil de comprender, pero la prueba sólo mide
variantes de riesgo, pero no diagnostica el padecimiento”, aseguró el Dr.
Humberto Nicolini Sánchez, investigador del Instituto Nacional de Medicina
Genómica (Inmegen).
Durante
el Día de la Genómica. Enfermedades Psiquiátricas, jornada de intercambio
organizada por el Inmegen y el Instituto Nacional de Psiquiatría “Ramón de la
Fuente Muñiz” (INPRFM), expertos mexicanos y extranjeros intercambiaron
hallazgos y conocimientos para orientar a médicos y público en general sobre la
importancia de enfocar la enfermedad mental desde las marcas genómicas, con el
fin de prevenir mejor y tratar más adecuadamente los trastornos psiquiátricos.
Por
su parte, el doctor Thomas G. Schulze, presidente y director del Instituto de
Psiquiatría Fenómica y Genómica de la Universidad Ludwig-Maximilans de Munich,
aseguró que en el año 2000, cuando ocurrió la presentación del genoma humano,
había hallazgos pero no había explicaciones de qué información precisa podrían
traer los marcadores genéticos.
Con
estudios a poblaciones particulares, como una comunidad Amish en Estados
Unidos, por ejemplo, y otros extensos, es posible conocer qué marcas genéticas
influyen en el desarrollo de la vida. En la salud mental “se han identificado
más de 100 genes para la esquizofrenia, 30 para el trastorno bipolar y 30 para
depresión unipolar”, apuntó.
El
doctor Jorge Palacios Casados, investigador del INPRFM, aclaró que el
asesoramiento genético ayuda a saber si algún familiar de un paciente con
trastorno mental, como depresión, esquizofrenia o adicción, tenderá a
desarrollar esa misma enfermedad. También puede saberse si durante el embarazo,
el consumo de medicamentos para el embrión crea como consecuencia incapacidad
intelectual del bebé, agregó. Sin embargo, si un paciente de trastorno
psiquiátrico pide una prueba que no sabe interpretar, sólo le generará dudas
como: “¿qué es esto?, ¿un diagnóstico, un pronóstico o un tratamiento?”
El
enfoque genómico de la enfermedad mental nos permite saber, por ejemplo, que en
dos gemelos idénticos, uno desarrolla la enfermedad y el otro no, pero tiene
48% de posibilidad de tenerla. “Por ello estamos investigando uniendo esfuerzos
de genómica con psiquiatría”, indicó Palacios Casados.
A
su vez, la doctora Gabriela Martínez, investigadora del INPRFM, aseguró que
hasta el momento las leucemias y otros tipos de cáncer son las enfermedades que
mejor abordaje genético han tenido, e incluso ya están en venta fármacos que
toman en cuenta el factor genético.
“El
estudio de la genómica de las enfermedades es una necesidad. Debemos tener los
mecanismos que nos permiten asociar la parte genética, farmacéutica y ambiental
de los trastornos psiquiátricos”, aseguró, por su parte, el doctor Carlos Cruz Fuentes, investigador del
Instituto Nacional de Psiquiatría.
Sobre
trastornos alimenticios, la doctora Beatriz Camarena Medellín, investigadora
del INPRFM, sostuvo que la investigación se dirige a conocer los factores
genéticos que, junto con los psicológicos y ambientales, desarrollan las
enfermedades. Un modelo de investigación consiste en mirar los dos extremos del
espectro: el controlado, que es la anorexia con ansiedad, obsesión,
perfeccionismo e invitación al daño y, en el otro polo, el impulsivo, que es el
bulímico, con atracón, trastorno de control de impulsos y uso de sustancias;
“posiblemente, el mejor abordaje es dividir los dos polos”, indicó la experta.
Al
plantear la visión de la industria farmacéutica, el doctor Francisco Kuri-Breña
Romero de Terreros, director de Nuevos Desarrollos de Landsteiner Scientific,
aseguró que ya se trabaja en una estrategia para lograr nuevos medicamentos
antipsicóticos de segunda generación, dirigidos a minimizar el aumento de peso
que provocan algunas medicinas que hoy están a disposición de los pacientes.
Indicó
que, por ejemplo, a los pacientes esquizofrénicos se les resta 10 años de
vida por ganar peso y las complicaciones
cardiovasculares consiguientes. A partir de un enfoque genómico en la
investigación y desarrollo de nuevos fármacos, será posible eliminar estos
efectos, sostuvo.
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