Secretaria
Ejecutiva del organismo, Alicia Bárcena, junto a María-Noel Vaeza,
Directora Regional de ONU Mujeres, participó en reunión informativa
virtual con las ministras y autoridades
de los Mecanismos de Adelanto de las Mujeres de América Latina y el
Caribe, bajo la presidencia de Chile.
(8 de abril, 2020) La
Comisión Económica para América Latina y
el Caribe (CEPAL) resaltó que es necesario diseñar e implementar
políticas públicas integrales desde una perspectiva de género y de
derechos para responder a la pandemia del COVID-19 en el corto, mediano y
largo plazo.
Alicia Bárcena, máxima autoridad del organismo regional de las Naciones Unidas, participó este miércoles 8 de abril en la Reunión
informativa entre las Ministras y altas autoridades de los Mecanismos
para el Adelanto de las Mujeres de América Latina y el Caribe: La
respuesta a la crisis de la pandemia COVID-19 desde la perspectiva de
género,
que se realizó de manera virtual bajo la organización de la CEPAL y la
Entidad de las Naciones Unidas para la Igualdad de Género y el
Empoderamiento de las Mujeres (ONU-Mujeres), y en la cual estuvieron
presentes representantes de 29 países de la región: 14
de América Latina y 15 del Caribe.
La
actividad contó con la participación especial de María-Noel Vaeza,
Directora Regional para las Américas y el Caribe de ONU-Mujeres, y
Carolina Cuevas, Ministra de la
Mujer y la Equidad de Género del Gobierno de Chile, en su calidad de
Presidenta de la Mesa Directiva de la Conferencia Regional sobre la
Mujer de América Latina y el Caribe.
Los
principales objetivos del encuentro fueron analizar los distintos
escenarios económicos y sociales de la crisis actual y su impacto
diferenciado en las mujeres en
el corto, mediano y largo plazo; intercambiar información en torno a
las principales iniciativas que los gobiernos de la región están
llevando adelante, teniendo en especial consideración las necesidades de
las mujeres y las desigualdades de género en el marco
de la crisis actual; y promover iniciativas de cooperación regional,
subregional y bilateral que permitan una respuesta coordinada a la
crisis del coronavirus, incorporando lecciones aprendidas de la región y
otras partes del mundo.
En su
presentación ante las ministras y autoridades, Alicia Bárcena recalcó
que la pandemia de la enfermedad por coronavirus ha puesto de relieve
las desigualdades entre
hombres y mujeres, pero también ha cristalizado la importancia de los
cuidados para la sostenibilidad de la vida. “Es clave hoy reflexionar y
actuar sobre la poca visibilidad que tienen los cuidados y las diversas
actividades de las mujeres en las economías
de la región. Urge pensar las respuestas a las necesidades de la
población desde un enfoque de género”, enfatizó.
En la
reunión de este miércoles, Alicia Bárcena invitó a las autoridades a
pensar cómo las medidas que se están tomando en los Estados de la región
afectan los nudos estructurales
de la desigualdad de género planteados en la Estrategia
de Montevideo para la Implementación de la Agenda Regional de Género en el Marco del Desarrollo Sostenible hacia 2030:
“Esto
es, cómo lo que se planifique e implemente en este escenario de crisis
no agudice aquellos fenómenos de desigualdad e injusticia que durante
tanto tiempo
trabajamos para revertir. Hemos avanzado muchísimo en acuerdos y
compromisos que conforman nuestra Agenda Regional de Género y hace un
par de meses los gobiernos adoptaron el Compromiso
de Santiago (en
la XIV
Conferencia Regional sobre la Mujer de América Latina y el Caribe, realizada en enero), dando un importante paso más hacia el logro de la igualdad de
género”, indicó.
En
ese sentido, insistió en la importancia de asegurar la incorporación de
la perspectiva de género en las políticas macroeconómicas, de protección
social y de empleo,
entre otras.
Según
la CEPAL, los siete años de lento crecimiento económico que se han
venido acumulando en América Latina y el Caribe, con tasas crecientes de
pobreza, pobreza extrema
y desigualdad, podrían afectar significativamente a las mujeres. Tal
como advirtió el organismo hace pocos días, si los efectos del COVID-19
llevan a la pérdida de ingresos del 5% de la población económicamente
activa, la pobreza podría aumentar 3,5 puntos
porcentuales. Esto implicaría que 107 millones de mujeres en la región
se encontrarían en situación de pobreza.
Además,
las medidas de contención de la pandemia podrían tener efectos sobre el
trabajo formal de las mujeres producto de su concentración en los
sectores más afectados
como servicios sociales, comercio al por mayor y al por menor,
servicios empresariales y transporte, almacenamiento y comunicaciones.
Estos cuatro sectores concentran el 78% de las mujeres ocupadas en la
región. Por otro lado, las medidas de cuarentena y salud
pública también tendrán un efecto adverso en las personas en el mercado
informal y a las pequeñas empresas.
También,
la cobertura limitada y desigual a los sistemas de salud afecta el
acceso de las personas al cuidado y refuerza el trabajo no remunerado de
las mujeres. De esta
forma, las medidas de contención y cuarentena profundizan la crisis de
los cuidados en la región: el 72,8% del total de personas ocupadas en el
sector salud son mujeres, mientras que el trabajo doméstico remunerado
representa el 11,4% de las mujeres ocupadas.
En tanto, en el período previo a la crisis sanitaria, las mujeres
destinaban un tercio de su tiempo al trabajo doméstico y de cuidados no
remunerados. Hoy con el cierre de las escuelas, el aislamiento social y
el aumento de personas enfermas, la sobrecarga
de trabajo no remunerado se intensifica.
En
otro ámbito, la situación de cuarentena o confinamiento conlleva serias
amenazas a la seguridad de muchas mujeres y niñas que sufren violencia
en sus hogares, advierte
la CEPAL, ya que aumenta el tiempo que las mujeres están solas con sus
abusadores y reduce las posibilidades de buscar ayuda: en los países de
la región que cuentan con mediciones, al menos una de cada cuatro
mujeres ha experimentado un episodio de violencia
física o sexual infligida por su pareja. En tanto, en la mayoría de los
países latinoamericanos, los perpetradores de feminicidios son las
parejas o exparejas de las víctimas. En Ecuador, Uruguay y Perú, por
ejemplo, este tipo de feminicidio supera el 85%
del total de las muertes de mujeres en el país.
En su presentación, Alicia Bárcena enfatizó que la Estrategia
de Montevideo contribuye
a la incorporación de la perspectiva de género en las políticas para
hacer frente al COVID-19 y sus consecuencias,
ya que permite impulsar campañas de amplia difusión de los servicios
disponibles para garantizar los derechos de las mujeres; promueve
iniciativas de cooperación regional, subregional y bilateral; impulsa la
disponibilidad de datos de los impactos sobre las
personas y la economía, desagregados por sexo y de estudios
prospectivos; fomenta la participación mediante plataformas virtuales
para consultar con organizaciones de mujeres y feministas sobre las
estrategias para enfrentar la pandemia; y amplía el espacio
fiscal para movilizar recursos públicos suficientes para enfrentar el
COVID-19 desde una perspectiva de género.
“Estamos
frente a una crisis sin precedentes pero donde claramente el rol de los
Estados y de organismos intergubernamentales será decisivo para
coordinar acciones que
nos lleven lo antes posible a la superación de la emergencia y a
transitar hacia la recuperación económica y social, sin dejar a nadie
atrás”, declaró Alicia Bárcena.
En
el marco de la reunión, la CEPAL puso a disposición de los países un
primer mapeo de las iniciativas
anunciadas por los Ministerios y Mecanismos para el Adelanto de las
Mujeres para abordar las dimensiones de género, en las respuestas a la
pandemia en los países de América Latina y el Caribe. Este mapeo se
actualizará con los avances presentados en la reunión
y se convertirá en un repositorio digital actualizado disponible para
los países.
Además se dio a conocer el documento La
pandemia del COVID-19 profundiza la crisis de los cuidados en América Latina y el Caribe que
presenta la importancia de los cuidados para la
sostenibilidad de la vida y la poca visibilidad que tiene este sector
en las economías de la región, estudio que ha sido incorporado al Observatorio
sobre el COVID-19 en
la región creado recientemente por la CEPAL, que agrupa información
detallada sobre las políticas que se están tomando a nivel
regional y mundial para enfrentar la pandemia de COVID-19, así como el
análisis de los impactos económicos y sociales que éstas van a tener a
nivel nacional y sectorial.
Más información:
- Presentación de Alicia Bárcena, Secretaria Ejecutiva de la CEPAL.
- Observatorio COVID-19 en América Latina y el Caribe.
- Documento de la CEPAL. La pandemia del COVID-19 profundiza la crisis de los cuidados en América Latina y el Caribe.
- Documento de la CEPAL. América Latina y el Caribe ante la pandemia del COVID-19: efectos económicos y sociales.
- Estrategia de Montevideo para la Implementación de la Agenda Regional de Género en el Marco del Desarrollo Sostenible hacia 2030
- Compromiso de Santiago (de la XIV Conferencia Regional sobre la Mujer de América Latina y el Caribe).
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