Arnulfo
Rodríguez / Carlos Serrano
29 abril 2020
Las medidas
de Banxico buscan conseguir tres objetivos principales: un funcionamiento más
ordenado en los mercados nacionales de renta fija, la facilitación del flujo
del crédito bancario y la provisión de una mayor liquidez al sistema financiero
mexicano en la coyuntura económica actual
La ampliación
del acceso a la Facilidad de Liquidez Adicional Ordinaria (FLAO) a la banca de
desarrollo y la reducción del Depósito de Regulación Monetaria (DRM) han creado
polémica de una posible impresión de dinero por parte de Banxico
No obstante,
Banxico neutralizará el impacto monetario de dichas medidas y, por
consiguiente, no habrá creación de dinero
Las medidas
de Banxico contribuirán a mitigar el riesgo de que la crisis económica que
actualmente experimentamos se convierta en una crisis financiera
Reiteramos
que estas medidas serán más potentes en la medida que baje la tasa de política
monetaria y se dé una participación decidida de la banca de desarrollo a través
de garantías crediticias
La semana pasada Banxico anunció
un paquete de diez medidas adicionales a otras cuatro que había dado a conocer
el pasado 20 de marzo. En términos generales, con estas nuevas medidas, Banxico
busca lograr tres objetivos principales: un funcionamiento más ordenado en los
mercados nacionales de renta fija, la facilitación del flujo del crédito
bancario y la provisión de una mayor liquidez al sistema financiero
mexicano.
Las
medidas recientemente anunciadas por Banxico se podrían clasificar en cuatro
grandes grupos: i) tres de ellas se refieren a la provisión de mayor liquidez
en el mercado de dinero, la ampliación de la gama de instrumentos elegibles
como colateral y a la inclusión de la banca de desarrollo en una facilidad de
liquidez; ii) cuatro están relacionadas con operaciones específicas de ciertos
instrumentos financieros que en total proveen recursos de hasta por 400 mil
millones de pesos (1.7% del PIB); iii) dos que pudieran ser muy útiles en la
coyuntura económica actual están dirigidas a facilitar el flujo del crédito a
las micro, pequeñas y medianas empresas (Mipymes) por un monto de recursos de
hasta 350 mil millones de pesos (1.4% del PIB); y iv) una que posibilita la
realización de subastas de coberturas cambiarias liquidables por diferencia en
USD en los horarios de operación de los mercados de Asia y Europa.[1]
En una de las diez medidas
adicionales, Banxico decide ampliar el acceso a la Facilidad de Liquidez
Adicional Ordinaria (FLAO) a las instituciones de la banca de desarrollo para
que ellas puedan obtener liquidez por un costo de 1.1 veces el objetivo de la
tasa de interés interbancaria a un día del Banco de México mediante operaciones
de reporto o créditos garantizados. En otra de las medidas, Banxico decide
liberar recursos a la banca múltiple y de desarrollo a través de la reducción
del Depósito de Regulación Monetaria (DRM). Estas dos medidas parecen estar
creando polémica debido a la interpretación errónea de que Banxico está
recurriendo a la impresión de dinero para financiar al sector público a través
de la banca de desarrollo.
La
ampliación de la FLAO a la banca de desarrollo, al involucrar operaciones de
reporto o créditos garantizados, propiciaría una inyección de liquidez por
parte de Banxico que incrementaría las reservas de dicha banca y, por el mismo
monto, los pasivos de Banxico. Como estos instrumentos financieros generan
rendimientos en intereses, Banxico estaría captando dicho excedente de pesos.
Pero como cualquiera de estas operaciones representa una acción de política
crediticia del banco central, su impacto monetario es neutralizado o
esterilizado.[2] Así, el excedente de pesos
por los rendimientos en intereses no estaría creando dinero o incrementando la
base monetaria. Al mismo tiempo, la esterilización permite que la tasa de
interés interbancaria a un día del Banco de México se mantenga alrededor de su
objetivo.
Cabe
mencionar que ha surgido una discusión acerca de si estas medidas implican un
uso de las reservas internacionales del Banco de México. Este no es el caso, las
operaciones en el mercado cambiario se hacen al amparo de la línea swap que se
acordó con la Reserva Federal de los Estados Unidos.
En lo
referente a la reducción del DRM por 50 mil millones de pesos (0.2% del PIB)
que Banxico anunció el pasado 20 de marzo para liberar recursos a la banca
múltiple y de desarrollo, el banco central comunicó que esterilizaría el
impacto monetario de esta medida. Es decir, se trata de una operación puramente
crediticia por parte de Banxico que no implica creación de dinero o un aumento
en la base monetaria.
Valoración
Las medidas anunciadas por Banxico
que incluyen operaciones crediticias con la banca de desarrollo se han diseñado
dentro del marco de la Ley del Banco de México. Esta ley prohíbe al banco
central financiar déficits públicos mediante la adquisición directa de valores
gubernamentales. Dado el carácter puramente crediticio de las medidas que
involucran a la banca, ellas no implican una expansión de la base monetaria.
Asimismo, tales medidas de ninguna manera hacen uso de las reservas
internacionales ni permiten la adquisición de activos tóxicos o de baja calidad
crediticia por parte del Banco de México a través de los créditos garantizados
o los nuevos instrumentos elegibles como colateral. En esta ocasión, la crisis
económica derivada de la pandemia por el Covid-19 toma a los bancos en una
posición relativamente robusta de capitalización y liquidez. En general, las
medidas de Banxico contribuirán a mitigar el riesgo de que la crisis económica
que actualmente experimentamos se convierta en una crisis financiera.
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