La
pequeña tendencia a la reapertura y la continuidad en el anuncio de
planes de estímulo sostienen a los mercados en los mismos niveles. Los
datos económicos, por su parte siguen siendo malos. No tenemos la
expectativa de una recuperación firma de los mercados. En México, las
medidas adoptadas por Banxico ayudan a los circuitos de crédito, pero no
representan una mejora en el crecimiento. Los mercaos emergentes e
sacuden por la crisis política en Brasil.
1.-
La pandemia alcanza los 3 millones de infectados y doscientas mil
muertes. No obstante. Persisten anuncios de reapertura en algunos
lugares. Cuatro estados de la Unión Americana (Georgia, Oklahoma,
Carolina del Sur y Alaska) ya reactivaron algunas actividades no
esenciales. El plazo para la mayoría de los estados es el 30 de abril.
Algunos reabrirán y otros no por temor a una segunda ola de contagios.
En España se levantó el confinamiento 1 hora al día para menores de 14
años acompañados de un adulto. En Israel ya reabrieron escuelas, algunos
hoteles y tiendas. En Francia se discute un incremento gradual de la
actividad para las próximas semanas.
Seguimos
estimando que habrá una recuperación lenta en la medida en que se
oficialice el permiso para la realización de muchas actividades en más
regiones. El número de pruebas que se realizan en algunos países sigue
siendo muy bajo como para esperar una cuarentena específica.
2.-
La información económica es homogénea en cuanto a la descripción de un
panorama poco alentador. En Estados Unidos se alcanzaron 26 millones de
solicitudes de seguro de desempleo. Esta semana conoceremos el PIB
preliminar del primer trimestre, el gasto en construcción el ISM
manufacturero, la nómina no agrícola y el ingreso - gasto del consumidor
en los cuales también deberíamos esperar signos de un ajuste violento.
Asimismo,
hay programadas reuniones del Comité de Mercados Abiertos de la Reserva
federal y del Banco Central Europeo en donde se estima el refuerzo de
los planes de estímulo y de recompra de bonos como paliativos a la
crisis de la parálisis económica.
3.-
Los principales índices de los mercados de capitales se mantienen por
encima de sus promedios móviles de 50 días en una señal positiva por
parte de los inversionistas que confían en los estímulos y en la
temporalidad de la cuarentena y que ven confirmaciones en los anuncios
de salida. Las tasas de interés por su parte permanecen inmóviles en
niveles sumamente bajos.
Creemos
que los mercados siguen siendo complacientes con la perspectiva de
retornos en la bolsa en especial. La información financiera de las
empresas al primer trimestre no fue mala pero las guías de muchas
emisoras han decepcionado a los inversionistas. Continuamos con la idea
de una corrección en mayo que sea más congruente con una situación
económica que tomará tiempo en restablecerse.
4.-
Mientras tanto, los segmentos de alto riesgo en los mercados
financieros siguen afectados. La crisis política de la semana pasada
impactó fuerte a los mercados en Brasil y propició una ola de aversión
al riesgo en el segmento que presionó al tipo de cambio peso dólar.
Seguimos visualizando mucha dificultad en este segmento para recuperarse
rápidamente.
5.-
El Banco de México redujo la tasa de referencia en medio punto
porcentual y aportó una serie de medidas para resolver los problemas que
se venían ocasionando en los circuitos de crédito dentro del sector
financiero. Si bien las medidas son adecuadas y nos hacen esperar un
menor número de noticias de problemas de financiamiento por parte de
empresas, persiste la sensación de que sin apoyos del gobierno el tamaño
de la recesión será grande.
6.-
La incógnita del tamaño de la recesión y de las dificultades que pueda
haber en las finanzas públicas provoca que la curva de plazos se haya
inclinado con descensos en las tasas menores a dos años, pero el
mantenimiento de niveles muy altos en las tasas de largo plazo.
Esperamos que el Banco de México baje las tasas de referencia otro medio
punto en su reunión de mayo y bien podríamos cerrar el trimestre a una
tasa de un día de 5.0%. La expectativa para el segundo semestre nos
arroja una tasa baja que puede llegar al 4.5%.
7.-
Los inversionistas seguirán atentos a ver si las autoridades pueden
hacer un viraje en el enfoque sobre dos asuntes puntuales: Uno, es si la
ausencia de recaudación les convencerá de aplicar más estímulos
fiscales conforme se profundiza la recesión; dos, si ante las nuevas
circunstancias en el mercado de petróleo, se puede cambiar la prioridad
sobre el rescate de PEMEX y aplicar undownsizing que le permita arrojar números menos malos.
8.-
La estrategia general es la misma. Las posiciones en bolsas globales
están dirigidas a segmentos de alta calidad (QUAL) y a sectores que
pueden recuperar con velocidad (TELECOM). Redujimos la exposición en
Brasil y nuestra apuesta en mercados emergentes se concentra en la bolsa
de China.
En
Deuda, seguimos alejados del segmento de alto rendimiento (HYG),
preferimos el papel del Gobierno o papeles con grado de inversión.
9.-
En el ámbito local la línea sigue siendo la de mantener deuda de corto
plazo en pesos, a pesar de la baja esperada por parte de Banxico, debido
a la inclinación de la curva. En papeles corporativos seguimos haciendo
la la tarea de revisar detalladamente el riesgo de crédito. Por último,
seguimos viendo poco valor en entrar a la bolsa, las cifras de
crecimiento y el escaso apoyo a las emisoras pueden mermar aún más la
perspectiva de utilidades y propiciar múltiplos muy bajos.
Lineas de Acción:
Deuda.
Las
tasas de interés de los Bonos del Tesoro de los Estados Unidos abrieron
la semana en niveles de 0.65%, 5 puntos base por arriba del cierre de
la semana anterior.
Esta
semana se dieron noticias de re aperturas de ciertas actividades en 4
estados de Unión Americana, Alaska, Oklahoma, Georgia y Carolina del
Sur. Esto podría seguir alentado la hipótesis de una recuperación en
forma de "V", dados los estímulos monetarios y fiscales. En este último
caso, el Congreso Norteamericano llegó a un acuerdo para la extensión
del paquete de estímulo fiscal que ahora llega casi a 3 trillones de
dólares. Esta extensión es por 484 mil millones de dólares para pequeñas
y medianas empresas; asimismo se espera otro paquete de ayuda fiscal
para gobiernos estatales y municipales.
Para
esta semana está la publicación del PIB del primer trimestre, el gasto
en construcción, así como el ISM manufacturero; de los cuales no se
esperan datos positivos y confirmaremos los primero números de la
recesión. Asimismo, viene una nueva decisión de la Reserva Federal, no
esperamos cambios en la tasa de referencia, que prácticamente está en
cero por ciento, sólo la confirmación de una política monetaria
totalmente expansiva, dada la inyección de liquidez que está metiendo en
la economía norteamericana.
Para
el mercado local, la parte corta de la curva presentó un comportamiento
positivo, con bajas hasta de 37 puntos base en los plazos de tres años.
Lo anterior se dio bajo el contexto del anuncio extraordinario de
política monetaria por parte del Banco de México, no sólo bajó la tasa
de referencia a 6.0% (50 puntos base), sino que inyectará mayor liquidez
hasta por 750 mil millones de pesos o el equivalente al 3.3% del PIB,
esto con el fin de agilizar créditos y préstamos, así como liquidez en
dólares, para hacerlas llegar por medio de la banca comercial y de
desarrollo hacia todo tipo de empresas e incluso personas físicas a
costos financieros razonables.
Estas
medidas son un paliativo que evitará un mayor colapso de la economía al
mantener alternativas de sobrevivencia en los circuitos de crédito;
pero no permitirá esbozar una recuperación de la actividad económica en
lo que resta del año; más bien será un periodo muy largo de
aletargamiento económico y lenta recuperación.
Pensamos
que Banxico volverá a bajar la tasa de referencia para el mes de mayo
en la fecha calendarizada, podrían ser otros 50 puntos base de
disminución y para el mes de junio los niveles de la tasa podrían
ubicarse alrededor del 5.0%. Todo dependerá de la evolución de la
inflación, como resultado de los menores niveles de la actividad
económica.
Para
los plazos largos hubo aumentos hasta de 25 puntos base en los plazos
superiores a 10 años la semana anterior y esta semana probablemente
puede seguir el empinamiento de la curva, ante el deterioro del riesgo
país y en general el riesgo soberano de muchos países emergentes
latinoamericanos.
Con
relación a los portafolios de inversión, nuestro posicionamiento en
papel gubernamental esta mayormente en plazos menores a 5 años y tasas
revisables, a la espera de que Banxico continúe con el ciclo de baja de
la tasa de referencia en el mes de mayo. En papeles corporativos estamos
revisando constantemente los riesgos de crédito y tomando acciones de
disminución de papeles que puedan tener un deterioro en su calificación y
por lo tanto en el pago de intereses y principal.
Bolsas:
No
mucho ha cambiado, la semana pasada los mercados operaron negativos
alrededor del mundo, mientas que ayer los mercados cerraron con
ganancias. Esta ha sido la historia en las últimas semanas, se mantiene
la volatilidad en los mercados financieros producto del flujo de
noticias y el centro de atención continúa siendo la pandemia del
COVID-19 y su impacto que se empieza a visualizar.
La
semana pasada iniciamos con un importante retroceso en los precios de
los futuros del WTI, los contratos con vencimiento en mayo operaron
negativos mientras que junio, julio y cierre de año mostraban
importantes retrocesos; un desbalance entre la oferta y la demanda ha
llevado a que los inventarios se encuentren en máximos, y mientras que
se habla de diferentes opciones para aumentar el almacenaje, la
expectativa de una menor demanda producto del COVID, sumado a una
sobreoferta sobrepasa dichas opciones.
Mientras
esta semana, el mercado parece estar entusiasta después de noticias
sobre reducciones en las medidas de aislamiento por parte de diferentes
gobiernos.
En
la semana decidimos cerrar nuestra posición en directo que manteníamos
en Bienes Raíces US (IYR). A pesar de una perspectiva positiva hacia el
sector de Bienes Raíces y que teóricamente este suele ser un sector
defensivo con flujo constante, nos empieza a preocupar la exposición a
rentas en centros comerciales y oficinas. Consideramos que el
agravamiento de la situación económica producto del COVID-19 podrá traer
consigo cierres de tiendas y oficinas a fin de mantener sus costos
muchas empresas, a esto se le suma las pequeñas empresas que empiezan a
cerrar operaciones.
Asimismo,
hemos visto que en el último mes y medio ha aumentado
significativamente la volatilidad del sector y del ETF que manteníamos
en cartera, la beta del ETF paso desde 0.84 (beta últimos 3 años), a
1.25 en el 2020, siendo este el principal factor por el que decidimos
cerrar nuestra posición al mismo.
En
México, también el mercado operó a la baja la semana pasada y el día de
ayer cerró positivo; no obstante, el S&PBMV IPC sigue cotizando por
debajo de los 35,000 puntos, el índice se mantiene en una formación
lateral, ya que muestra estos niveles desde mediados de marzo.
Realizamos
cambios en la cartera; decidimos vender nuestra posición en BSMX ya que
consideramos que el actual panorama de incertidumbre en torno al
COVID-19 podría frenar aún más el crecimiento de las carteras para el
sector, principalmente la primera mitad del año; situación que esperamos
tenga un impacto en el crecimiento de la cartera esperada para BSMX; de
igual manera, podemos ver un fuerte impacto en la morosidad de la
misma.
De
igual manera, vendimos la posición de ORBIA. Manteníamos una
perspectiva hacia el sector petroquímico poco atractivo. Si bien nos
encontrábamos neutralizados frente al benchmark en ORBIA ante la noticia
de una posible venta del negocio de Vynil a una mayor valuación a la
que estimaba el mercado, con el desplome en el precio del petróleo,
prevemos un impacto en los márgenes de sus principales negocios,
restando atractivo, hacia la emisora, siendo este el principal factor
por el que vendimos la posición.
*La semana pasada publicamos nuestra Estrategia de Inversión para el mercado de Renta Variable Local, la cual puedes consultar aquí..
Tipo de Cambio:
La
valuación del dólar abrió la semana ligeramente por debajo de los
$25.00 pesos. El peso presentó presión al cierre de la semana anterior,
ante el estallamiento de una crisis política en el Gobierno de Brasil
que está poniendo en peligro un arreglo en el Congreso de aquel país
para aprobar un paquete de ayuda fiscal equivalente al 3% del PIB de
aquel país. Esto genero una salida de flujos de último minuto que
impacto al peso, ya que al ser la moneda emergente más liquida ayudó a
cubrir posiciones en el real brasileño.
Es
probable que el tipo de cambio oscile alrededor de los 25 pesos por
dólar en el corto plazo y que se den algunos episodios de presión, dada
la incertidumbre que está generando el Gobierno de México al no querer
dar el aval para que el BID por medio de su brazo financiero estructure
un paquete de ayuda financiera coordinado por el Consejo Mexicano de
Negocios para dirigirlo a las micro, pequeñas y medianas empresas, ante
el impacto de la pandemia.
Asimismo,
consideramos que en el mercado cambiario ya no rige tanto la
perspectiva de los diferenciales de tasa, sino al dólar como moneda
fuerte frente a este episodio de pandemia, a pesar de que Estados Unidos
incrementará considerablemente sus niveles de deuda y déficit fiscal.
La perspectiva para el tipo de cambio considera que el peso ya ha
absorbido gran parte del golpe por los recortes a la calificación de la
deuda soberana y de PEMEX.
De
momento, aunque se han dado flujos de salida de inversión extranjera de
cartera, como en la mayoría de los países emergentes, los papeles de
deuda soberana en pesos han aguantado relativamente estos impactos en su
valor. Prueba de ello son las colocaciones que se han realizado en los
mercados internacionales de deuda del Gobierno Mexicano en dólares, a
pesar de las altas tasas de interés a las que fueron colocados.
Con
relación a los rendimientos en lo que va del año en nuestros
portafolios por parte de los activos en dólares se mantiene una
aportación alta. La diversificación de las carteras y la cobertura son
los principales argumentos para continuar con estas posiciones. Cuidamos
los portafolios que no sólo requieren cobertura cambiaria, sino también
tienen diversificación de deuda global en distintos segmentos de riesgo
crediticio. El riesgo está limitado de deuda de alta calificación y
plazos relativamente cortos.
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