Ciudad de México, a 20 de septiembre de 2021 – Grupo Gayosso,
empresa líder en la prestación de servicios funerarios en México, a
través de su plataforma Vida y Bienestar, comparte información en su blog
realizado por su grupo de especialistas en tanatología sobre temas y
aspectos relevantes para la salud emocional. En esta ocasión los
especialistas desarrollaron información sobre la importancia de cuidar
la salud emocional.
La experiencia del duelo es más cotidiana de lo que creemos, porque
experimentamos muchas pérdidas de distintos tipos que, a veces, no
valoramos como tales. No solo duelen las grandes pérdidas, como la
muerte de un ser querido, la salud o un trabajo, sino la pérdida de
cosas más sencillas y queridas, como una amistad, un bien material, un
libro o la vida que se tenía antes de la pandemia del COVID-19.
Reconocer esto, ayuda a responder a la pregunta ¿Por qué es importante cuidar la salud emocional?
De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud (OMS), la salud
emocional es un “estado de ánimo en el cual la persona se da cuenta de
sus propias aptitudes, puede afrontar las presiones normales de la vida,
puede trabajar productiva y fructíferamente, y es capaz de hacer una
contribución a la comunidad”.
Estar emocionalmente sanos no significa la ausencia de crisis o momentos
difíciles, ni sentirnos bien todo el tiempo. La diferencia es que las
personas con buena salud emocional tienen una gran capacidad para
recuperarse de la adversidad, de los golpes de la vida y de los momentos
de estrés. Esta capacidad se denomina resiliencia.
Las emociones no son ni malas, ni buenas, ni negativas o positivas,
simplemente son: cuando las etiquetamos así nos sentimos mal por
sentirnos mal y eso nos limita, nos bloquea, nos frena. Más bien hay que
decir que son agradables o desagradables, esto es, no es agradable
sentir miedo, enojo, tristeza, sin embargo es necesario sentirlos, pues
eso abona a nuestra salud emocional.
Por otro lado, en nuestra sociedad todavía se relaciona el sentirse
triste como una señal de debilidad o de fragilidad cuando es todo lo
contrario, sentirse triste y reconocerlo puede ser muy positivo para
ubicar de dónde viene esa tristeza y qué necesidad está detrás de ella
para atenderla. La tristeza es una emoción básica, adaptativa, necesaria
y generalmente surge como respuesta a alguna situación en la vida y
viene con un mensaje, es decir, nos quiere decir algo. Así la tristeza
puede ayudar a sanar mientras se transita por un tiempo difícil como
pueden ser las pérdidas o las crisis. Lo mismo sucede con el miedo, el
enojo, el dolor o la culpa. El camino para sanar consiste en sentir la
fuerza de nuestras emociones, no hay otro camino. Sin salud emocional,
no hay salud.
El duelo duele, por ello se sugiere realizar algunos ejercicios para
atender la salud emocional en tiempos de duelo. Reconocer lo que se está
sintiendo, ponerle nombre y permitirle sentir. “Esto que siento ¡es tristeza, miedo, enojo…y está bien sentirlo, es válido!”
Preguntarse qué dice de lo que se está viviendo, esto que se puede
sentir, es decir, qué aspecto se necesita escuchar, atender, resolver de
cada uno, el escribirla emoción ayuda mucho pues permite desahogarse,
tomar distancia de lo que se siente y pensar con más claridad.
Darse momentos para vivir el duelo, escoger un momento del día para sentirlo y trabajarlo,
darse la oportunidad de pensar en el ser querido con mucho amor, y
luego continuar realizando las actividades cotidianas de tipo laboral,
familiar, de descanso.
Expresarse con personas con las que se llegue a tener una cercanía
afectiva y saber que no hay porque juzgar o aconsejar o regañar por lo
que se siente. Contar con un círculo de apoyo integrado por personas
cercanas y de confianza con las que se pueda acudir en busca de aliento y
apoyo, aumentará la capacidad de recuperación en tiempos difíciles y
podrá hacernos sentir que no se está solo en este proceso.
Reconocer lo bueno que sí hay en la vida, en estos momentos difíciles
aún hay vida, hay personas que sienten aprecio y se preocupan, poder
comer, bañarse, trabajar. Ver lo bueno que hay en la vida ayuda a
equilibrar la mirada, a abrir la mente que en los momentos oscuros
tienden a centrarse sólo en lo negativo, en lo que falta, en lo que
duele. El autocuidado es fundamental pues estar en duelo requiere
energía y valor. Cuida de tu salud física, de tu descanso y de tu
alimentación. Somos un todo y la salud es integral, cada aspecto suma y es importante, y puede tener un efecto muy positivo en tu estado de ánimo.
Vivir el momento presente, al propio ritmo. Este tiempo requiere de
mucha paciencia y comprensión de cada uno. Evitar presionar o forzar
este proceso que se va dando poco a poco, de tal manera que en la medida
que se vaya recuperando, tratar de comenzar a reorganizar la vida, el
futuro y los proyectos. Seguir con la vida es una forma de honrar la
vida de quien se ha ido, celebrando su vida y recordando con gratitud la
relación que que se tuvo con ese ser querido que se partió.
Es recomendable buscar apoyo profesional de tipo tanatológico, si es que
se quiere trabajar en algún aspecto con el ser querido que ha
fallecido. Algo muy importante es poner atención a señales de alerta de
desequilibrio de la salud emocional que puedan surgir, pues a veces, el
dolor por la pérdida puede afectar la capacidad de vivir una vida
saludable, manifestándose como una tristeza o culpa o enojo, etc., que
no se van, que en vez de irse transformando se van haciendo cada vez más
grandes y van impidiendo realizar actividades cotidianas normales, como
ir a trabajar, mantener la casa limpia y en orden o cuidar la
apariencia y alimentación.
Otras señales de desequilibrio de la salud emocional, pueden ser el
aislamiento o el alejamiento de personas importantes. La sensación de
que no vale la pena, ni tiene sentido continuar con la vida o incluso
pensar en la posibilidad de ponerse en situaciones de peligro,
lastimarse o incluso en quitarse la vida. Aquí se habla de una depresión
mayor. En caso de sentirse así, y se tienen dificultades con el dolor,
no saber qué hacer con la tristeza, la culpa o el enojo y sentirse que
podría estar deprimida/o, es importante saber que no se está solo. Este
momento es una buena oportunidad para atenderse, que la ayuda está
disponible, buscarla, pedirla a la familia, a las amistades. Sentirse
mal está bien y pedir ayuda no es señal de debilidad, sino de fortaleza.
A propósito del día mundial para prevenir el suicidio que se conmemora
el 10 de Septiembre, es recomendable, en caso de tener los pensamientos
de suicicio, llamar a la Línea de la Vida al 800 911 2000 de la
Secretaría de Salud, donde se puede recibir apoyo emocional y
orientación.
“Recordar que siempre hay alternativas, incluso en los momentos más
oscuros. Un día mirarás hacia atrás y verás en retrospectiva todo lo que
pasaste, lo que sufriste, lo que lloraste y descubrirás que hoy te
sientes diferente, que un cambio muy profundo sucedió en ti, que hoy
valoras más la vida y a las personas que te rodean, y es entonces cuando
descubrirás el sentido de la experiencia vivida, y la harás memorable,
incluso queriéndola compartir con otras personas y caerás en la cuenta
de que el amor es más, mucho más grande que la muerte”, comentó Antonio
Talavera, colaborador del programa de Tanatología en Grupo Gayosso.
No hay comentarios:
Publicar un comentario