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La
demografía y una mayor diversificación son algunas de las tendencias
que podrían impulsar la relación entre dos de los más grandes mercados
de HSBC:
Asia y Latinoamérica.
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Como
el banco de comercio líder del mundo, con una sólida presencia
geográfica en ambas regiones, HSBC puede ayudar a clientes en estas
latitudes a obtener
el máximo provecho de estas oportunidades emergentes.
Al
hablar en un foro para líderes empresariales asiáticos, Mark Tucker,
Presidente del Grupo HSBC, resaltó el potencial de fortalecimiento de
las relaciones
comerciales y de inversión entre Asia y Latinoamérica, ello como uno de
los grandes cambios globales acelerados a consecuencia del COVID-19.
De
acuerdo con el directivo, la redirección y diversificación de las
cadenas de suministro para hacerlas más productivas es una de las
tendencias que
impulsan el cambio. Esto ha creado una oportunidad para América Latina,
especialmente dadas las continuas incertidumbres geopolíticas y la
firma del nuevo acuerdo comercial entre Estados Unidos, México y Canadá.
La
región tiene la oportunidad de hacerse con un nuevo papel de mayor
valor en las cadenas de suministro globales, “Vemos un gran potencial
para fortalecer
las relaciones comerciales y de inversión entre Asia y América Latina”,
dijo Tucker.
En
los últimos años, Latinoamérica ha demostrado a través de su comercio
con Estados Unidos que tiene la capacidad de exportar y reexportar
productos
electrónicos y maquinaria.
Además,
también hay margen para el crecimiento del comercio bilateral de
servicios, aprovechando las áreas de especialización de cada región,
agregó.
Demografía y desarrollo
El
cambio de las cadenas de suministro no es el único factor que podría
impulsar una cooperación más estrecha entre las dos regiones, según
Tucker.
La
demografía de América Latina la convierte en un destino atractivo para
los exportadores asiáticos. La clase media de la región se está
expandiendo
y la demanda de los consumidores está creciendo. Al mismo tiempo, los
mercados asiáticos ofrecen una gran cantidad de consumidores potenciales
para las empresas latinoamericanas.
Los
lazos de inversión más estrechos con Asia también podrían ayudar a
América Latina a construir una infraestructura sostenible y resistente
que tanto
se necesita, apoyando el desarrollo en la región.
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