sábado, 1 de febrero de 2020

INTERCAM BANCO. OPINIÓN ANÁLISIS. 31 de enero de 2020. Nota de Sector. Crédito de la banca comercial. Diciembre 2019


La cartera de crédito vigente otorgada por la banca comercial al sector privado finalizó diciembre con un saldo de $4,672.5 miles de millones de pesos (mmdp), lo cual implica un aumento nominal anual de +4.9% respecto a diciembre 2018. A pesar de que hay un incremento en el crédito otorgado, el ritmo del mismo es preocupante, ya que existe una desaceleración pronunciada y ésta ha sido constante desde finales del 2016. Adicionalmente, en diciembre hubo una caída secuencial, pero esto fue en parte porque en noviembre se tuvo el efecto del Buen Fin. Consideramos que las cifras reportadas apuntan hacia una continuación en la desaceleración del crédito y que, para ver una recuperación, se necesita el apoyo de una economía que hasta ahora no ha visto una mejora.
Destaca el crédito a la vivienda que tiene el mejor desempeño desde el 2018, mientras que los créditos empresariales registran crecimientos cada vez menores por la moderada inversión.
La cartera de crédito otorgada a las empresas y personas físicas con actividad empresarial, que con un saldo de $2,606.7 mmdp representan el 55.8% de la cartera vigente total, registró un incremento de +3.1% respecto a diciembre 2018.
Este ritmo de crecimiento es el más bajo desde mayo del 2010. Los créditos empresariales registraron una desaceleración pronunciada durante el año, de tal forma que desde octubre sus crecimientos son menores que los registrados por créditos a la vivienda y al consumo. La desaceleración es un reflejo del bajo dinamismo de la economía y se manifiesta en menores crecimientos en la gran mayoría de los sectores empresariales; entre los de mayor peso que sufren una reducción en su ritmo e inclusive decrementos se encuentran los créditos a la industria manufacturera (-0.8%), al comercio (+0.2%) y a la construcción (+5.1%) que representan el 22.2%, 18% y 17.3%, respectivamente del total del segmento. De los segmentos con menor peso registraron una reducción los créditos destinados a la minería (- 10.3%), a electricidad y agua (-5.9%) y, a transportes, correos y almacenamiento (-4.1%).
El crédito al consumo incrementó +5.3%, siendo éste su nivel más bajo del año y, a pesar de la estabilidad que hubo en el 2019 en los tres últimos meses, se comenzaron a ver señales de una continuación de la desaceleración, la cual es más notoria en el largo plazo. El principal contrapeso surge de los créditos de nómina (+8.8%) y a los bienes de consumo duradero (+10.1%) que representan el 24% y 15.3% de los créditos al consumo, respectivamente.
El crédito a la vivienda, que representa 19.1% de la cartera vigente total, aumentó +10.7%. La tendencia de mejora ha sido constante desde marzo del 2018, por lo que durante este período han sido los créditos con el mejor comportamiento, y ahora cuentan con el incremento anual más elevado. El crecimiento tiene un impulso debido al mayor otorgamiento de créditos residenciales (+11.8%), a pesar de la caída en el crédito otorgado a la vivienda de interés social (-2.7%).
Por último, el crédito a intermediarios financieros, que representa 2% del total, tuvo su peor resultado del año, decreciendo -1.2%. Si bien representa una pequeña proporción de la cartera vigente, también ha sufrido el impacto de la desaceleración.
Conclusión
El crédito otorgado por la banca al sector privado continúa indicando señales de desaceleración en el largo plazo, ya que a pesar de que durante algunos meses del año hubo ligeras recuperaciones, el comportamiento del crédito mantiene una tendencia a la baja. En el año esta tendencia se reforzó por los bajos incrementos en el crédito, especialmente en el otorgado a empresas. El crédito a la vivienda tuvo el mejor comportamiento durante el año, mientras que el destinado al consumo se mantuvo relativamente estable, con indicios de una
tendencia a la baja, y el otorgado a empresas refleja la desaceleración más pronunciada. Lo anterior implica que, al parecer, la situación económica del país puede estar afectando los niveles de crédito otorgados y el período de ajuste podría extenderse. Si bien hay una desaceleración en el crédito otorgado a la banca, cabe resaltar que los índices de morosidad y de capitalización del sistema todavía se mantienen en niveles sólidos.
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