sábado, 22 de febrero de 2020

ASISTE ÉDGAR NAVARRO A SUS SEXTOS JUEGOS PARALÍMPICOS



• Concluye paratleta el 2019 como el mejor rankeado en su diciplina.
• Destaca que buscará estar de nuevo en el medallero de Tokio 2020.

Zinacantepec, Estado de México, 18 de febrero de 2020. De cara a su sexta participación en los Juegos Paralímpicos, el atleta mexiquense Édgar Cesáreo Navarro Sánchez, especialista en 100 y 200 metros, clasificación T51, enfrenta la temporada 2020 desde cero.

El paratleta indicó que ha dejado atrás la primera posición en el ranking mundial con la que cerró la temporada 2019 y ahora está convencido de continuar con el trabajo que ha venido realizando, para que se vean los resultados en la justa veraniega.

Es de referir que Navarro Sánchez consiguió la plaza para Tokio 2020, al obtener la medalla de bronce en los 100 metros del Campeonato Mundial de Paraatletismo Dubái 2019, el pasado mes de noviembre.

“Siempre pienso que podrían ser los últimos juegos, tratamos de vivirlos de la mejor manera, disfrutar cada entrenamiento, cada momento. Nunca dejo de pensar que ésta podría ser la última y eso nos hace que lo disfrutemos al máximo y que debe ser la mejor de todas”, declaró.

El atleta originario de Nezahualcóyotl ha participado en Sídney 2000, Atenas 2004, Beijing 2008, Londres 2012, Río 2016 y ahora se concentra en Tokio 2020, con sesiones de entrenamiento diario, pues destacó que lejos quedaron los años en que los deportistas sólo dedicaban tres días a la semana.

“Hay que emplearse de tiempo completo, y cuidar todos los detalles, ya que las pruebas en las que compito se definen por centésimas de segundo”, destacó.

A lo largo de más de cinco lustros, el velocista en silla de ruedas ha visto la evolución del deporte y los atletas; actualmente es el único que se mantiene en activo, de aquella generación con la que inició en el deporte adaptado.

“Son gente que dejó una huella muy importante, no sólo en el deporte mexicano. Ojalá yo tenga ese mismo efecto en los jóvenes. Ahorita afortunadamente las necesidades se cubren un poco mejor, ya no tiene que sufrir tanto como nos sucedió a nosotros”, recordó.

Con 48 años de edad, tiene claro que, en un futuro, cuando culmine su carrera en el alto rendimiento, continuará entrenando, ya sea para competir o no.

“Quiero seguir sintiendo ese dolor que queda en los brazos después cada entrenamiento. En algún momento me tendré que retirar del deporte de competencia, pero de hacer ejercicio y de entrenar nunca lo voy a hacer”.

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