lunes, 9 de diciembre de 2019

El repunte del crecimiento económico en 2020 podría darse con mejores políticas públicas y si se ratifica el T-MEC

El gobierno federal reportó un subejercicio del gasto de 3.5% en enero-septiembre de 2019. La meta de 1.0% del PIB para el balance primario de 2019 permite estimar que dicha meta será cumplida.
      Los indicadores adelantados de la manufactura estadounidense hacen prever un menor dinamismo de la manufactura mexicana en los siguientes meses. La materialización de este riesgo externo podría retrasar la recuperación del crecimiento económico de México prevista para el siguiente año.
      Se perciben señales de tensión sobre el mercado laboral. La creación de empleo continuará mostrando debilidad en lo que resta del año con tasas anuales de crecimiento de 1.7% promedio.

      La institución anticipa que la inflación continúe descendiendo hacia el cierre del año hasta 2.7%, con la inflación subyacente ubicándose en 3.5%. Para 2020 mantiene sin cambios sus previsiones de 3.5 y 3.3%, respectivamente.

      Respecto a la política monetaria, se anticipa que al ciclo de bajadas le queda un recorte adicional de 25pb en diciembre y cinco más en 2020 para llevar la tasa monetaria a un nivel de 6.0% en agosto.

      Se prevé que el Saldo Histórico de los Requerimientos Financieros del Sector Público permanecerá estable en niveles de 45.7 y 46.2% del PIB en 2019 y 2020, respectivamente. 
BBVA México destaca en su Informe “Situación México”, correspondiente al cuarto trimestre de 2019, que la anticipada debilidad de la actividad manufacturera estadounidense continuará afectando al crecimiento económico del país en los primeros meses de 2020. El estudio señala la contribución negativa del IVA e ISR al dinamismo de los ingresos tributarios durante el periodo enero-octubre de 2019. Asimismo, el documento establece que en dicho lapso se crearon 30.9% menos empleos formales con respecto a los registrados en el mismo periodo del año anterior.
La actividad económica mostró un estancamiento en los primeros nueve meses de 2019 con respecto al mismo lapso de 2018
Las cifras revisadas del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) registran un nulo crecimiento económico en el 3T19, después de tres trimestres de variación negativa (TaT).
Así, la economía acumula un crecimiento nulo en los primeros nueve meses del año tras un crecimiento de 2.4% en el mismo periodo del año anterior. Este estancamiento es resultado del bajo desempeño del sector industrial, especialmente de la construcción, y la ralentización del sector servicios.
Hacia delante se prevé que se mantengan los riesgos para la industria asociados al sector externo y al entorno de incertidumbre derivado del proceso de toma de decisiones de la administración federal. Si bien la manufactura ha mostrado resiliencia ante la desaceleración del sector manufacturero en EE.UU., en los próximos meses el bajo dinamismo de este componente de la actividad podría profundizarse ante el reciente deterioro de los indicadores adelantados del sector industrial en EE.UU.
A la persistencia del desfavorable desempeño del sector secundario se suma la previsión de BBVA México de un lento crecimiento en el sector servicios que hasta la primera mitad del año se había mantenido como ancla de la actividad económica. La tendencia decreciente en la creación de empleo formal como resultado de la menor actividad en la industria ha impactado negativamente la provisión de servicios y el comercio, especialmente el dirigido a las empresas y, en menor medida, el minorista. Hacia delante se espera una lenta recuperación de este componente, en la medida en que el entorno de incertidumbre se disipe y el sector industrial se recupere paulatinamente hacia la segunda mitad de 2020.
De enero a octubre de este año, la creación de empleo formal fue 30.9% menor con respecto al mismo periodo de 2018. Dado el contexto de bajo o nulo crecimiento económico se prevé que los últimos tres meses del año las tasas anuales de creación de empleo rondarán 1.7% en promedio al mes y el crecimiento del salario real 3.3%. Los niveles de desempleo y de presión general sobre el mercado laboral presentan un cambio de tendencia creciente, lo cual da señales de mayor presión sobre el empleo.
La inflación continúa descendiendo; BBVA México anticipa que al ciclo de reducción de tasas de Banxico le queda mucho recorrido

Por supuesto, la inflación ha mostrado una marcada tendencia a la baja desde mayo. En octubre se ubicó en 3.0% (el objetivo del Banco de México), y es previsible que muestre un descenso adicional hasta 2.7% al cierre de este año. Por su parte, la inflación subyacente ha descendido más lentamente, pero lo ha hecho de forma consecutiva en los últimos cinco meses y es previsible que cierre el año en 3.5%. Para 2020, se prevé que la inflación continuará evolucionando favorablemente y se mantienen sin cambios las previsiones de cierre de año en 3.5% para la inflación general y 3.3% para la subyacente. Se anticipa que la inflación general promediará 3.4% en 2020, comparado con el previsto de 3.6% en 2019, y que la inflación subyacente promediará 3.4% en 2020 frente al promedio anticipado de 3.7% en 2019.
En cuanto a la política monetaria, el inicio del ciclo de bajadas no se ha traducido aún en una postura menos restrictiva por parte de Banxico. El banco central ha mantenido, en la opinión de BBVA México, una postura monetaria excesivamente restrictiva dado el contexto de inflación, crecimiento, tipo de cambio y los riesgos para estas variables.
¿Por qué Banxico ha mantenido un enfoque tan cauteloso y una postura tan restrictiva? Para la institución, Banxico considera que el principal factor detrás de la reciente fortaleza del peso es el elevado diferencial de las tasas de interés entre México y EE.UU. Ello se ha traducido en que Banxico haya decidido mantener prácticamente estable en 5.75% durante 2018 y 2019 el diferencial entre la tasa monetaria y la tasa de fondos federales de EE.UU. Ello implica que Banxico ha “acompañado” las decisiones de política monetaria de la Reserva Federal en los últimos dos años a pesar de que las posturas de la política monetaria en ambos países son distintas (restrictiva en México y acomodaticia en EE.UU.) y a que con las condiciones locales se podría argumentar que la postura debiera ser laxa o neutral y no restrictiva. Ante esto, el caso para una postura menos restrictiva es cada vez más claro.
¿Qué se prevé hacia delante? Que Banxico mantendrá una postura cautelosa y no llevará su postura monetaria a un nivel acomodaticio en 2020. No obstante, en un contexto de inflación controlada y una brecha de producto negativa y significativa, será necesaria una reducción sin pausa en la tasa monetaria que lleve la postura monetaria a la neutralidad en el verano del próximo año. Así, el ciclo de bajadas de la tasa monetaria tiene aún mucho recorrido. Banxico no había mantenido una tasa de política monetaria tan alta con una inflación general tan baja y con una desaceleración de la inflación subyacente en periodos previos. Además, la postura monetaria ni siquiera se ha vuelto menos restrictiva después de los tres recortes de tasas de 25 puntos base (pb), ya que las expectativas de inflación a 12 meses han disminuido más de 0.5 puntos porcentuales.
La postura de la política monetaria, que sigue siendo excesivamente restrictiva, está afectando el crecimiento económico y, lo que es más importante, no es coherente con el contexto de inflación, crecimiento y riesgos.
Banxico debería embarcarse en un ciclo de relajación prolongado que cuando menos lleve su postura a la neutralidad. Por ello, se prevé que recortará la tasa monetaria 25pb en cada una de las próximas seis reuniones, llevándola a 7.25% en diciembre de este año y a 6.0% en agosto de 2020.
El gobierno federal mantuvo mayor disciplina de gasto en los rubros más directamente bajo su control
En materia de finanzas públicas, los ingresos presupuestarios totales del sector público mostraron un decremento anual real de 0.3% en el periodo enero-octubre de 2019 con respecto al mismo periodo del año anterior. Los ingresos no tributarios (incluyendo los ingresos petroleros del gobierno federal) mostraron un retroceso anual real de 16.0% en este periodo. Cabe mencionar que el IEPS gasolinas y diésel aportó 3.6 puntos porcentuales a la variación anual real de 1.6% observada en los ingresos tributarios. Esta contribución positiva fue contrarrestada por la aportación negativa del IVA e ISR de 1.0 y 0.7 puntos porcentuales, respectivamente.
La institución estima que existe un riesgo en caso de que se presenten aumentos en los precios internacionales del petróleo y se decida no traspasarlos a los precios domésticos en las gasolinas ya que eso resultaría en una contracción en los ingresos por concepto de IEPS de gasolinas que impactaría negativamente a las finanzas públicas.
En lo referente al gasto neto erogado por el sector público en el periodo enero-octubre de 2019, éste registró una caída anual real de 2.2%. Ello se debió en mayor medida al rubro del gasto programable (con una participación de 73.0% en el total del gasto neto pagado del sector público en el periodo enero-octubre de 2019), el cual mostró una contracción anual real de 2.3% en dicho periodo. Al interior de este gasto, cabe destacar que los recortes al gasto corriente explican 100.0% de dicha contracción. Por su parte, el gasto no programable exhibió un retroceso anual real de 1.9% en enero-octubre de 2019.
Es importante reconocer que las participaciones federales, las pensiones públicas y el costo financiero de la deuda pública continuaron presionando a las finanzas públicas en el periodo enero-octubre de 2019. No obstante, cálculos de BBVA muestran que, sin la inversión financiera y los rubros de gasto mencionados, el resto del gasto experimentó un mayor decremento al haber exhibido una contracción anual real de 8.8% durante dicho periodo. La mayor caída anual real experimentada por este concepto más limitado de gasto señala un esfuerzo del gobierno federal aún mayor por mantener cierta disciplina financiera en los rubros más directamente bajo su control.
En el periodo enero-octubre de 2019, el balance primario del sector público registró un monto de 296.5 mil millones de pesos vs. 156.2 mil millones de pesos en el mismo lapso de 2018. El superávit primario se debió en gran medida al balance positivo de 209.8 mil millones de pesos de organismos y empresas, el cual fue apoyado por el balance positivo de 61.2 mil millones de pesos del gobierno federal. Por lo anterior, BBVA prevé que se cumplirá con la meta de 1.0% del PIB para el superávit primario de este año.
Para más información de BBVA en México ir a:
Para más información de BBVA ir a: https://www.bbva.com/es/mx/

Acerca de BBVA en México

BBVA en México es una institución líder en México en términos de cartera y captación. Su modelo de negocio basado en el cliente como el centro de negocio y apalancado en la continua innovación, así como en la mejor tecnología, le permite ofrecer servicios bancarios a 19.7 millones de clientes. Para ofrecer un mejor servicio al cliente, cuenta con la infraestructura bancaria más amplia del sistema integrado por 1,834 sucursales, 12,595 cajeros automáticos y 287,319 terminales punto de venta activas. La continua inversión en canales alternos a la sucursal ha permitido dar acceso rápido, fácil y seguro a los servicios financieros a través de la banca digital a 7.9 millones de clientes. Adicionalmente, a través de los corresponsales bancarios, se ha logrado incrementar el horario y los puntos de venta en 34,783 tiendas y comercios asociados. La Responsabilidad Social Corporativa es una constante del grupo financiero y por medio de la Fundación BBVA en México se fomenta la educación, la cultura y el cuidado del medio ambiente.

No hay comentarios:

Publicar un comentario