Según nuevo informe anual del organismo regional de las Naciones Unidas, la región crecerá 0,1% en 2019 y 1,3% en 2020.
(12 de diciembre, 2019)
El balance
económico de América Latina y el Caribe en 2019 se presenta en un
contexto particularmente complejo. La región muestra una desaceleración
económica generalizada y sincronizada a nivel de países y de sectores,
completando seis años consecutivos de bajo crecimiento,
señaló hoy la CEPAL en su último informe anual dado a conocer en su
sede central de Santiago, Chile.
En su
Balance
Preliminar de las Economías de América Latina y el Caribe 2019,
el organismo regional de las Naciones Unidas indica que la
desaceleración
en la demanda interna se acompaña por una baja demanda agregada externa
y mercados financieros internacionales más frágiles. A este contexto se
suman las crecientes demandas sociales y las presiones por reducir la
desigualdad y aumentar la inclusión social.
De
esta forma, el panorama macroeconómico de los últimos años muestra una
desaceleración tendencial de la actividad económica, con una disminución
del
producto interno bruto (PIB) per cápita, caída de la inversión, baja en
el consumo per cápita, menores exportaciones y un sostenido deterioro
en la calidad del empleo.
Todo
esto llevará a que en 2019 la región crezca apenas 0,1% en promedio,
mientras que las proyecciones de crecimiento para 2020 se mantendrán
bajas, en
torno al 1,3% para la región en su conjunto. En consecuencia, el
período 2014-2020 sería el de menor crecimiento para las economías de
América Latina y el Caribe en las últimas siete décadas.
“Ante
este escenario la región no aguanta políticas de ajuste y requiere de
políticas para estimular el crecimiento y reducir la desigualdad. Las
condiciones
actuales necesitan que la política fiscal se centre en la reactivación
del crecimiento y en responder a las crecientes demandas sociales”,
declaró Alicia Bárcena, Secretaria Ejecutiva de la Comisión Económica
para América Latina y el Caribe (CEPAL), en la
presentación del documento.
También
se enfatiza que una política fiscal activa requiere en el mediano-largo
plazo una estrategia para garantizar su sostenibilidad en el tiempo.
Esto
implica que debe estar vinculada con la capacidad de crecimiento y la
dinámica de la productividad, junto con el fortalecimiento de la
capacidad recaudatoria del Estado (mejorando la progresividad de la
estructura tributaria mediante el aumento de los impuestos
directos; reduciendo la evasión fiscal, que representa alrededor de
6,3% del PIB de la región; reevaluando los gastos tributarios, que
representan 3,7% del PIB de la región; e implementando una nueva
generación de tributos relacionados con la economía digital,
el medioambiente y la salud pública).
En
materia de proyecciones de crecimiento, según el informe 23 de 33
países de América Latina y el Caribe (18 de 20 en América Latina)
presentarán una
desaceleración de su crecimiento durante 2019, mientras que 14 naciones
anotarán una expansión de 1% o menos al finalizar el año.
Asimismo,
se verifica que el PIB per cápita de la región se habrá contraído 4,0%
entre 2014 y 2019. En tanto, la desocupación nacional aumentará de 8,0%
en 2018 a 8,2% en 2019, lo que implica un alza de un millón de
personas, llegando a un nuevo máximo de 25,2 millones, a lo que se suma
un deterioro en la calidad del empleo por el crecimiento del trabajo por
cuenta propia (que superó al empleo asalariado)
y de la informalidad laboral.
El
Balance Preliminar prevé que en 2019 el país con mayor
expansión será Dominica (9,0%), seguido por Antigua y Barbuda (6,2%),
República Dominicana (4,8%) y Guyana (4,5%). Por el contrario, Venezuela
anotará el mayor retroceso, con una contracción
de -25,5%, seguido por Nicaragua (-5,3%), Argentina (-3,0%) y Haití
(-0,7%). América Central crecerá 2,4%, el Caribe 1,4% y América del Sur
se contraerá -0,1%.
Para
el próximo año 2020 las proyecciones de la CEPAL indican que las
naciones del Caribe seguirán liderando el crecimiento regional (con un
promedio subregional
de 5,6%), encabezadas por Guyana (85,6%, debido al comienzo de la producción de petróleo que tendría lugar en 2020),
Antigua y Barbuda (6,5%), Dominica (4,9%) y República Dominicana
(4,7%). En la parte baja, Venezuela, Nicaragua y Argentina moderarán sus
tasas de contracción económica (con -14%, -1,4% y -1,3%,
respectivamente). En tanto, América Central se expandirá 2,6%
y América del Sur 1,2%.
De
acuerdo con el informe, a pesar de las dificultades y limitaciones que
enfrentan actualmente los espacios de política, a diferencia de épocas
anteriores
la mayoría de los países de la región se encuentran hoy en situaciones
de inflación en niveles históricamente bajos (2,6% promedio regional,
sin considerar a Venezuela, Argentina y Haití), reservas internacionales
relativamente elevadas, en general las economías
mantienen acceso a los mercados financieros internacionales, y las
tasas de interés internacionales se encuentran en niveles reducidos.
Estas condiciones favorecen la capacidad de implementar políticas
macroeconómicas tendientes a revertir el actual escenario
de bajo crecimiento.
Por
ello es fundamental reactivar la actividad económica mediante un mayor
gasto público en inversión y políticas sociales, señala la CEPAL.
Asimismo,
para dar cuenta de las demandas sociales, los esfuerzos redistributivos
de corto plazo deben complementarse con aumentos en la provisión y
calidad de bienes y servicios públicos, recalca la Comisión.
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