• “Headphones” es la narrativa de los vicios de una sociedad contemporánea. Permanecerá abierta de junio a agosto del 2019.
CDMX, Junio 2019.
Con la intención de acoger a
expresiones artísticas que transgredan convencionalismos sociales, crear
un espacio sin censura, libre y sin límites, Galería Klandestina abre
las puertas de su espacio ubicado en la colonia Roma, presentando
la exposición “Headphones” del artista visual mexicano Omar Zurita.
“Headphones” es una exposición
peculiar para el arte, que muestra aspectos de la realidad social en la
que actualmente vivimos. Está conformada por 16 obras que asemejan
ilustraciones sacadas de algún libro infantil, precisamente con el
propósito de educar sobre una sociedad grotesca, con obras como Holy
selfie, The last selfie, Cruel world o Collage skin. Omar, busca
confrontar al espectador con la decadencia humana, con lo sórdido y
oscuro que pueden ser temas como la pederastía, la decepción,
la vanidad, la mentira, la corrupción, la autoestima y la no
satisfacción de la vida personal.
En una sociedad donde usamos
audífonos, estamos aislados y desconectados sin escuchar y sin mirar
hacia otro lado que no sea nuestro rostro reflejado en selfies; vivimos en
la vanidosa intimidad controlada que escapa de las lógicas y oscila
entre dos cuerpos: el cuerpo-máscara, la de los “bien portados” con la
moral en alto y el cuerpo grotesco que va sin frenesí y goza, el que
es tachado por ser tabú, el llamado transgresor de moralidades…
“Headphones” está cargada de símbolos y
metáforas que intentan expresar pensamientos oníricos, descontentos.
Cada una de sus obras muestra la imperfección perfecta del humano,
dándole forma y color a su presencia sarcástica. Esta serie
se burla del uso excesivo de selfies, de fotografías, de cómo todo lo
bello es compartido: la comida, los pies, partes del rostro, hasta la
muerte y la tragedia son fotografiadas y expuestas. Sin alzar la mirada,
absortos en sus cuerpos-máscara, ven a través
y detrás de otro tipo de máscaras: celulares, computadoras, cámaras y
redes sociales; y desde estos dispositivos interactúan con otros,
conocen el entorno, alteran la realidad y se editan para no mostrar las
atrocidades, ni una moralidad corrompida, ni las
imperfecciones. Fotografían incansablemente trozos de realidad para ver
qué queda dentro de la imagen y qué queda fuera.
Estos cuerpos viciados, esta sociedad
contemporánea que se muestra criticada y reflejada en “Headphones”, es
controlada a través de una simbólica de lo grotesco. El cuerpo humano
animal, el considerado por muchos “malo”, “perverso”, el que
“goza de los placeres” pero se relega únicamente para la intimidad,
para que nadie lo observe, ni lo escuche; y así poder exaltar, en vías
públicas, el discurso moral de cuerpos sociales normalizados y bellos.
Los cuerpos de “Headphones” son retratos “al
natural”, sin telones, sin esas capas y capas de maquillaje. Son
nuestros cuerpos grotescos, la verdadera identidad que se prefiere
escondida, la piel más profunda tal cual es mostrada sin decoro ni
vergüenza, sin cara ni razón.
Es aquí donde Omar se inspira para
mostrar y justificar el uso de órganos sexuales, en cada una de sus
obras, ya que la cultura y la sociedad se han encargado de evidenciar la
diferencia individual al evitar nombrar a los órganos por su
nombre (culos, falos y vaginas cuestionan lo grotesco de una sociedad
obsesionada con la exposición de su vida en las redes sociales),
exponiendo así, en estas obras, la sexualidad como algo normal del ser
humano.
Es asumir que existe, el falo, el ano
y la vagina, estando ahí presentes pero no como terrorismo visual, ni
como fenómeno negativo que viene a destruir estructuras o a resaltar
tabúes, sino para generar preguntas abiertas, cuestionamientos
sobre la sociedad en la que caminamos, construimos y formamos parte,
tratando de reconocer la necesidad de la ironía como instrumento
estético que se aleja de lo bello para crear dudas.
Esta es la obra de Omar Zurita, la que
habla desde la incomodidad, para analizar el cuerpo imperfecto, desde
el sarcasmo, para sacar la burla amarga que genera cuestionamientos
profundos; y desde lo lúdico e imaginativo, que produce historias
y preguntas abiertas.
“Headphones” estará abierta al público
a partir del mes de junio hasta el mes de agosto, dentro de Galería
Klandestina, ubicada en Campeche 151, Roma Sur. De martes a sábado de
11:00 - 18:00 hrs y Domingos de 11:00 - 15:00 hrs.
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