Nathan
Poplawsky fue reelecto como presidente de la Cámara Nacional de
Comercio, Servicios y Turismo de la Ciudad de México, para el periodo
2019-2020.
Durante
su discurso, el líder empresarial expresó que los niveles de corrupción
e impunidad no sólo afectan las inversiones y la actividad empresarial,
sino que también lastiman los derechos humanos básicos y elementales de
todos los mexicanos, por lo que es urgente implementar acciones que
garanticen el respeto al estado de derecho.
Asimismo,
destacó que no se pueden escatimar esfuerzos para que retorne la paz y
la tranquilidad a las familias mexicanas, pues “no podemos seguir siendo
testigos omisos del incremento desmedido de los delitos de toda índole
que agobian a nuestro país, que alejan las inversiones, que elevan los
costos de comercialización de los productos y que ponen en riesgo
constante nuestra seguridad, la de nuestras familias y la de nuestro
patrimonio.
Nathan
Poplawsky insistió en que las empresas formalmente establecidas son
sinónimo de empleo seguro, de bienestar social y en muchos sentidos de
gobernabilidad democrática, “por lo que nos pronunciamos a favor de
mantener el principio de legalidad en las calles de la Ciudad de México,
esto es, que quien venda, comercie o preste un servicio, lo haga con
irrestricto apego a la ley, pagando impuestos y atendiendo la regulación
laboral, sanitaria y de uso licito de la vía pública”
Agregó
que se requiere de un apropiado esquema de regulación que no exceda de
las posibilidades reales de administración de las empresas sobre todo de
las Mipymes, porque la falta de simplificación, además de propiciar la
corrupción, hace prácticamente imposible que un empresario promedio
pueda cumplir con la infinidad de trámites necesarios para abrir y
mantener en operación una empresa.
Respecto
al tema de las manifestaciones, el líder de los comerciantes
capitalinos subrayó que en la Canaco CDMX “siempre seremos los primeros
en defender el derecho de todos a manifestar sus ideas libremente, pero
también seremos los primeros en señalar que las libertades de unos
necesariamente terminan cuando afectan los derechos de otros, por eso es
necesario reglamentar las manifestaciones y prohibir los plantones,
garantizando la libertad de tránsito y evitando las enormes afectaciones
que sufre el comercio establecido al verse imposibilitado de llevar a
cabo las actividades que por derecho le corresponden”.
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