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El proyecto consiste en una diadema de electrodos capaz de realizar una lectura de las ondas cerebrales.
Ciudad de México a 30 de octubre del 2018.
El Dr. Pedro Ponce y el Dr. Arturo Molina, investigadores del
Tecnológico de Monterrey, desarrollaron un programa que busca mejorar
el sistema de enseñanza en el país a través de la tecnología aplicada al
análisis de las ondas cerebrales.
Este
proyecto permitirá conocer cuáles son las mejores formas de aprendizaje
para cada persona por medio de la construcción de algoritmos de
clasificación de señales
emitidas por el cerebro, las cuales permiten realizar una lectura
precisa del mismo con el fin de conocer cuáles son los estímulos a los
que una persona reacciona mejor; ya sea visuales, auditivos,
sensoriales, etc.
Por
medio de una diadema de electrodos que capta las ondas generadas por el
cerebro al recibir diferentes estímulos es como se realiza la lectura
de las mismas, para
posteriormente ser codificadas por un software que las clasifica y
ubica en un mapa del órgano divido en cuadrantes con el fin de
diagnosticar cuál es el estímulo al que responde mejor a cada individuo y
por consecuencia, con los que enfoca mejor su atención.
“Nuestro
objetivo es aplicar las pruebas correspondientes en alumnos de
diferentes grados académicos para realizar grupos conformados por
individuos que responden
a los mismos estímulos y generar sistemas de aprendizaje que respondan a
las necesidades de cada uno. Este avance establecería un precedente que
modificaría la educación en México en beneficio de la juventud, desde
un enfoque diferente y especializado para
motivar a los estudiantes” comentó el Dr. Pedro Ponce.
De
acuerdo con cifras de la Secretaría de Educación Pública (SEP), sólo 22
de cada 100 estudiantes en primaria se gradúan con una licenciatura,
esto asociado a factores
como falta de recursos pero también, en gran medida, a una carencia de
estímulos que permita a los jóvenes obtener la motivación de seguir
aprendiendo, por ello el Tecnológico de Monterrey busca convertirse en
un impulsor de la educación de calidad promoviendo
en sus alumnos nuevas formas de aprendizaje y modelos de enseñanza
innovadores.
El
proyecto también busca integrar a niños con déficit de atención que, de
acuerdo con la Secretaría de Salud Pública son cerca de 33 millones en
el país, de los cuales
el 70% no son tratados de forma adecuada, hecho que puede derivar en un
mal desempeño escolar.
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