miércoles, 10 de abril de 2019

INEGI: DE LA POBLACIÓN DE 12 A 59 AÑOS USUARIA DE INTERNET, 16.8% HA VIVIDO ALGUNA SITUACIÓN DE ACOSO CIBERNÉTICO: MÓDULO SOBRE CIBERACOSO 2017



Las situaciones experimentadas con mayor frecuencia por quienes vivieron ciberacoso son recibir mensajes ofensivos (40.1 por ciento), ser contactados mediante identidades falsas (31.4 por ciento) y recibir llamadas ofensivas (27.5 por ciento).

 La mayor prevalencia de ciberacoso se registró en Tabasco, seguido de Veracruz, Zacatecas, Guanajuato, Aguascalientes e Hidalgo.

Del 29 de mayo al 21 de julio de 2017 se levantó el Módulo sobre Ciberacoso (MOCIBA) 2017, cuyo objetivo es generar información estadística para conocer la prevalencia del ciberacoso1 entre las personas de 12 a 59 años de edad (usuarias de Internet en cualquier dispositivo), la situación de ciberacoso vivida y su caracterización.

El MOCIBA 2017 presenta resultados que muestran la prevalencia de ciberacoso ocurrido los doce
meses previos al levantamiento de la encuesta y caracteriza a la población que lo ha experimentado a través de las diferentes situaciones de acoso declaradas2
.
Además, trata de establecer la identidad y sexo de la persona que lo lleva a cabo, la intensidad de
ciberacoso y el impacto causado en la víctima.
Incluye el porcentaje de la población que declara prevalencia del ciberacoso por entidad federativa, el principal tipo en cada una de ellas, las acciones tomadas contra el ciberacoso experimentado y las medidas de seguridad que realiza la población usuaria de Internet para proteger su información y
equipos.
RESULTADOS
En México, la población de 12 a 59 años de edad estimada por la ENDUTIH es de 84.5 millones de
personas. De ese total, 73% utilizó Internet en cualquier dispositivo en los últimos tres meses.
De la población usuaria de Internet, 16.8% declaró haber vivido, en los doce meses previos al
levantamiento del MOCIBA 2017, alguna situación de acoso cibernético por las que se indagó, siendo
ligeramente mayor para mujeres (17.7%) que para los hombres (16 por ciento).
Los adolescentes y jóvenes son los más expuestos: uno de cada cinco usuarios de 12 a 29 años,
señalaron haber vivido algún tipo de ciberacoso.

El ciberacoso o acoso cibernético se refiere a la situación en que una persona es expuesta, repetidamente y de forma prolongada en el tiempo a acciones negativas con la intención de intención de causar, o tratar de causar, daño o molestias, por parte de una o más personas
usando medios electrónicos tales como el celular e Internet.
2 Situaciones de ciberacoso experimentadas en cuestionario MOCIBA 2017: Recibir mensajes ofensivos, con insultos o burlas; Recibir llamadas ofensivas, con insultos o burlas; Que una persona publique información personal, fotos o videos (falsos o verdaderos) para dañar;
Ser criticado(a) o que se burlen en línea por su apariencia o clase social; Recibir insinuaciones o propuestas de tipo sexual; Que una persona se hiciera pasar por usted para enviar información falsa, insultar o agredir a otros; Ser contactado(a) por medio de nombres falsos para molestarle o dañarle; Ser vigilado en sus sitios o cuentas en Internet; Ser provocado para que reaccione de forma negativa; Recibió fotos o videos con contenido sexual que le molesto.
Por entidad federativa, la mayor prevalencia de ciberacoso se registró en Tabasco, con un 22.1%,
seguido de Veracruz, Zacatecas, Guanajuato, Aguascalientes e Hidalgo.
Tanto hombres como mujeres que vivieron alguna situación de ciberacoso en los últimos doce meses utilizan Internet en promedio una hora o más en relación con aquellos que no vivieron ciberacoso.
Las situaciones experimentadas con mayor frecuencia por la población que ha vivido ciberacoso fueron recibir mensajes ofensivos (40.1%), ser contactados mediante identidades falsas (31.4%) y recibir llamadas ofensivas (27.5 por ciento). Varias de las situaciones de acoso cibernético presentan un porcentaje similar en la distinción por sexo. Las mujeres están más expuestas a sufrir dos tipos de situaciones: insinuaciones o propuestas sexuales con 30.8% declarado por ellas, contra 13.1% de los hombres; y recibir fotos o videos de contenido sexual con un 23.9% versus 14.7 por ciento.
El 54% de la población de 12 a 59 años de edad que declaró haber vivido ciberacoso en los últimos doce meses, experimentó más de una situación de las diez consideradas por el módulo, mientras que el 46% experimentó solo una de ellas.
En 58.8% de los casos de ciberacoso no se identifica a las personas acosadoras, mientras que en 41.2% si se logra determinarlo: personas con las que no existe una relación cercana, es decir, conocidas de poco trato o solo de vista (46.4%); personas cercanas o en quien se pudiera estar confiando, como son los amigos(as) (32.7%), compañeros(as) de clase o trabajo (22.8%) y finalmente con los que tienen o tuvieron vínculos más estrechos como ex parejas o familiares (22.3 por ciento).
De la población que declara conocer el sexo del agresor, se identifica que en mayor porcentaje resulta ser un hombre, tanto para las mujeres como para hombres que declararon identificar al ciberacosador.
Los efectos que ocasiona son principalmente de enojo (66.9%), desconfianza (43.2%) e inseguridad (29.3%); y, de acuerdo a lo declarado solamente un 10.8% dijo no sentir afectación.
De acuerdo con los resultados se identifica que lo más frecuente es bloquear (a la persona, cuenta o página), seguida de ignorar o no contestar, eliminar la publicación, el mensaje o video y cambiar o cancelar número telefónico, cuenta o contraseña.
El 68.3% reportó que realiza alguna medida de seguridad para proteger su computadora, tablet, celular o cuentas de Internet, mientras que el 31.7% declaró no realizarlas.
La población que realiza medidas de seguridad para protegerse reportó como medida principal crear  o poner contraseñas (claves, huella digital, patrón, etcétera) con un 90%, seguida por instalar o actualizar programas antivirus, cortafuegos o antiespías (47.6 por ciento).
El MOCIBA se levantó en 2015 y 2016 también como estadística experimental con la finalidad de
investigar sobre la temática para generar información que sea útil para promover iniciativas para
prevenir, atender y erradicar el ciberacoso.
Módulo sobre Ciberacoso (MOCIBA) 2017
Nota Técnica
El INEGI, con la finalidad de proporcionar información de interés a los diversos sectores de la población, incursiona en nuevas temáticas, actuales y relevantes; por lo que del 29 de mayo al 21 de julio del 2017 se levantó el Módulo sobre Ciberacoso (MOCIBA), cuyo objetivo es generar información estadística que permita conocer la prevalencia del ciberacoso entre las personas de 12 a 59 años de edad, y de aquella que vivió alguna situación en los últimos 12 meses, la situación de ciberacoso vivida y su caracterización.
El levantamiento del MOCIBA se agregó como módulo experimental a la Encuesta Nacional sobre Disponibilidad y Uso de las TIC en Hogares (ENDUTIH) 2017; el módulo se levantó en 2015 y 2016 también como estadística experimental con la finalidad de investigar sobre la temática, con lo que se ha logrado ajustar su diseño y fortalecer su captación para caracterizar el fenómeno dentro de la realidad nacional. En 2017 se realiza por tercera ocasión manteniendo el interés de generar información que sea útil para promover iniciativas para prevenir, atender y erradicar el ciberacoso.
El ciberacoso o acoso cibernético, retoma los mismos elementos que caracterizan al acoso como tal (la intención, el daño y la repetición)3 , y refiere a la situación en que una persona es expuesta, repetidamente y de forma prolongada en el tiempo a acciones negativas por parte de una o más personas usando medios electrónicos tales como el celular e Internet.
La acción negativa refiere a la intención de causar, o tratar de causar, daño o molestias4 .
Hablar sobre este fenómeno, remite necesariamente al uso de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC)5. Con la accesibilidad a las TIC y el uso intensificado del Internet y del celular principalmente, se ha generado una nueva forma de establecer relaciones entre las personas6 , esta manera de relacionarse ha modificado las identidades sociales y sentado también las bases para nuevos riesgos dado que los grupos sociales mantienen un vínculo más directo y permanente, traspasando, bajo esta estructura de la sociedad de la información, la frontera de lo privado.
Así el uso de nuevas tecnologías a pesar de que otorgan múltiples beneficios tienen su contraparte cuando una persona, o conjunto de ellas, puede usar estos medios para perjudicar o dañar a otra.7
El MOCIBA se aplica de forma directa al informante de la ENDUTIH de 12 a 59 años de edad y que en los últimos tres meses haya sido usuario de Internet en cualquier dispositivo.
Presentación de resultados
Con la información recabada en el levantamiento del MOCIBA 2017, se presentan algunos resultados que muestran la prevalencia de ciberacoso ocurrido dentro de un periodo de doce meses, y caracterizar a la población que lo ha experimentado a través de las diferentes situaciones de acoso declaradas, tratar de establecer la identidad y sexo de la persona que lo lleva a cabo, la intensidad de ciberacoso, el impacto causado en la víctima y conocer si actualmente está viviendo alguna situación. Se incluye el porcentaje de la población que declara prevalencia del ciberacoso por entidad federativa, el principal tipo en cada una de ellas y las acciones tomadas contra el ciberacoso experimentado.
Por último, se presentan las medidas de seguridad que realiza la población de 12 a 59 años de edad usuaria de Internet para proteger su información y equipos, así como la recepción de correo basura o virus y la importancia de la protección de datos. Estas variables juegan un papel importante para determinar la percepción que tiene la población objetivo en cuanto al riesgo de ciberacoso en el que están inmersos y qué tanto se protegen para prevenirlo.
Resultados
Población usuaria de Internet
En México, el total de la población de 12 a 59 años de edad estimada por la ENDUTIH es de 84.5 millones de personas, de las cuales 51.6% son mujeres y 48.4% hombres. De ese total, se desprende que 61 673 310 personas en el país utilizaron Internet en cualquier dispositivo en los últimos tres meses, es decir, un porcentaje superior al 70%; ello da un panorama sobre el acercamiento de las personas al uso de las TIC por las ventajas que representa.
Población que experimentó ciberacoso:
De la población usuaria de Internet, 16.8% declaró haber vivido, en los últimos doce meses, alguna situación de acoso cibernético por las que se indagó. La prevalencia por sexo es diferencial, siendo ligeramente mayor para las mujeres con 17.7%, mientras los hombres que se vieron afectados fueron el 16.0% por ciento.
 Por grupos de edad
El uso de las TIC para la comunicación a través de las redes sociales es especialmente popular entre los adolescentes y jóvenes, y previsiblemente son quienes están más expuestos a sufrir situaciones relacionadas con el ciberacoso. Aquí se identifica esa relación, dado que los porcentajes más altos de prevalencia de ciberacoso se encuentran en los primeros rangos de edad (de 12 a 19 años y de 20 a 29 años), en los cuales, poco más del 20% de los usuarios de Internet señalaron haber vivido algún tipo de ciberacoso; por otro lado, como se observa en el resto de los rangos este porcentaje disminuye conforme aumenta la edad.
  Por sexo y nivel de escolaridad
Al revisar el porcentaje de la población que declaró haber vivido ciberacoso en el último año según nivel de escolaridad, no se identifican diferencias importantes y el indicador por nivel es muy similar al total nacional. Por sexo, se observa una ligera variación respecto al comportamiento en el país, ya que las mujeres tienen un porcentaje por encima del captado para varones. En el nivel básico y medio superior la diferencia es de poco más de tres puntos porcentuales, y en el nivel superior es de 4 puntos.
  Por entidad federativa
Por entidad federativa la mayor prevalencia de ciberacoso en 2017 se registra en Tabasco, con un 22.1%, seguido de Veracruz, Zacatecas, Guanajuato, Aguascalientes e Hidalgo; en el extremo opuesto se encuentra Sinaloa con 12.3 por ciento.
Con respecto a la diferencia por sexo, para las mujeres, se identifica que es Veracruz la entidad en donde se declara el porcentaje más alto de ciberacoso, con un 25.6%, seguida de Aguascalientes y Tabasco con un 23.4% y 22.9%, respectivamente. En el extremo contrario se encuentra Tlaxcala, Querétaro y Oaxaca, con porcentajes menores al 15 por ciento.
En el caso de los hombres las entidades con porcentajes más altos, varía en relación con lo identificado para mujeres, en este caso, Guanajuato y Tabasco presentan los porcentajes más altos (21.5 y 21.4%); Sinaloa tiene el porcentaje más bajo con sólo 9.5% de los hombres que declararon haber vivido ciberacoso en el último año.
 Analizando la prevalencia del ciberacoso a nivel de entidades, algunos casos llaman la atención por la brecha que se da por sexo; destaca que en Veracruz y Aguascalientes las mujeres lo reportan en 8.8 y 6.5 puntos porcentuales más que lo señalado por los hombres.
En contraparte, para los hombres, sobresale Oaxaca en el que se tienen 4.8 puntos porcentuales más respecto de las mujeres. Cabe señalar que en varios estados no existe disparidad importante por sexo, como son Querétaro, Chihuahua, México, San Luis Potosí, Baja California Sur, donde la prevalencia de ciberacoso por sexo es prácticamente similar.
De esta manera, los resultados reflejan un contraste determinado por Género para el ciberacoso, destacando ser menos favorable para las mujeres en varias entidades y con más énfasis la problemática.
 Uso diario de Internet
El mayor tiempo de uso de las TIC puede ser un factor de riesgo para vivir ciberacoso, debido a la mayor exposición en diferentes espacios virtuales y a la interacción que puede establecerse con otras personas, considerando a la población de 12 a 59 años de edad que declaró usar diario Internet en cualquier dispositivo.
Se calculó el promedio de uso diario de Internet, y con ello se identificó que existe cierta relación entre el tiempo de uso y el vivir ciberacoso; la estimación muestra que tanto hombres como mujeres que vivieron alguna situación en los últimos doce meses, utiliza en promedio una hora más el Internet en comparación con la población que declaró no haber vivido ciberacoso, sobresale además una ligera mayor exposición de las mujeres en relación con los hombres.
  Por situación experimentada
La prevalencia del ciberacoso está vinculada a varios tipos de situaciones claramente definidas en este estudio, mediante las cuales se actúa contra la víctima y representan parte de la  caracterización que le pone rostro al fenómeno; se pudo establecer que las situaciones experimentadas con mayor frecuencia por la población que ha vivido ciberacoso fue recibir mensajes ofensivos (40.1%), cerca de un tercio fue contactada mediante identidades falsas (31.4%) y poco más de una cuarta parte recibió llamadas ofensivas (27.5 por ciento).
Varias de las situaciones de acoso cibernético presentan un porcentaje similar en la distinción por sexo, a excepción de cuatro situaciones, dos de ellas muy específicas en que las mujeres son claramente más expuestas a sufrirlas, las del acoso sexual y que reflejan una diferencia significativa comparada con los hombres, insinuaciones o propuestas sexuales con 30.8% de las mujeres que lo ha vivido en el último año, contra 13.1% de los hombres; y recibir fotos o videos de contenido sexual con un 23.9% versus 14.7%. Mientras que las dos situaciones más experimentadas por los hombres, en relación con lo declarado por las mujeres, son recibir llamadas ofensivas y la suplantación de identidad.
 Situaciones experimentadas según frecuencia y sexo
La repetición o el número de veces con que se realiza la agresión es un elemento importante que determina el grado del impacto del ciberacoso en la víctima; más cuando se trata de acoso en línea por la facilidad y la rápida difusión de los eventos o situaciones. La frecuencia con que se vivieron las situaciones en los últimos doce meses se midió en 3 categorías:
una vez, pocas y muchas veces; de acuerdo a la declaración por tipo de ciberacoso, en casi todas las situaciones, el 60% o más declaró haberla vivido en más de una ocasión, lo que indica la repetición de la vivencia del acoso en línea. Cabe señalar que algunos autores han indicado que, dependiendo del tipo de situación vivida, aunque suceda en una sola ocasión, el efecto puede ser tal que le deje marcado de forma determinante.
En la distinción por sexo, se identifican algunas diferencias en la frecuencia o repetición en que se vivió el ciberacoso en el último año, las mujeres lo han vivido con más repetición cuando refiere al rastreo de cuentas o sitios web y el contacto mediante identidades falsas.
Para los hombres que vivieron ciberacoso en el último año de insinuaciones o propuestas sexuales, ésta es la que presenta más repetición o frecuencia, le siguen los mensajes ofensivos.
 Identidad del ciberacosador
Un factor clave para llevar a cabo conductas de violencia virtual dentro del ciberespacio, es el anonimato con que las personas pueden operar, sabiéndose protegidas a través de la interacción que permite la Red y dado que el acoso cibernético no implica contacto físico entre víctima y agresor(a), ya que los medios electrónicos favorecen que se realice de manera encubierta, resulta difícil esclarecer quién está detrás de las ofensivas.
Es congruente entonces, que en el 58.8% de las situaciones de ciberacoso experimentadas no se identifiquen a las personas acosadoras, mientras que en 41.2% si logran determinarlo.
De quienes logran determinarlo, resulta importante conocer de quién o quienes se está en mayor medida recibiendo el ataque. Por ello se indagó con la población que vivió acoso cibernético, por la identidad de sus ciberagresores; se identifica que en un alto porcentaje son personas con las que no existe una relación cercana, es decir, Conocidas de poco trato o solo de vista (46.4%); pero se encuentra que un porcentaje significativo refiere a personas cercanas o en quien se pudiera estar confiando, como son los Amigos(as) (32.7%); con 10 puntos porcentuales abajo se encuentran los Compañeros(as) de clase o trabajo (22.8) y finalmente con los que tienen o tuvieron vínculos más estrechos como Ex parejas o Familiares lo cual evidencia de que existen riesgos significativos asociados con conexiones cercanas.
La identificación de la persona que realiza el ciberacoso, varía según la situación específica, hay acciones en las que el agresor se esconde más frecuentemente en el anonimato, como lo son: llamadas ofensivas, el envío de fotos o videos de contenido sexual, el contacto mediante identidad falsa y las insinuaciones o propuestas sexuales, situaciones en las que en más del 67% la víctima desconoce de quien proviene el hostigamiento. Por el contrario, las críticas o burlas por la apariencia o clase social, así como el ser provocado para reaccionar de forma negativa, son situaciones que en más alto porcentaje se logra identificar el sexo de la persona agresora.
De la población que declara conocer el sexo del agresor, se identifica que en mayor porcentaje resulta ser un hombre, tanto para las mujeres como para hombres que declararon identificar al ciberacosador. Llama la atención que es ligeramente más alto el porcentaje de hombres que identifica que son agredidos por hombres.
Asimismo, para cada situación de ciberacoso la proporción de hombres que comete la acción es predominante, sobresale el alto porcentaje, con más del 80%, en las situaciones que refieren al ciberacoso de índole sexual.
En el caso del reconocimiento de que es una mujer quien realiza la acción acosadora, el porcentaje más alto se identifica para suplantación de identidad y el hacer críticas o burlas por la apariencia o clase social, con proporción mayor al 45 por ciento.
Efectos causados en la víctima
El fenómeno del ciberacoso es relativamente reciente y los estudios existentes generalmente se enfocan al ámbito escolar, por ende, se sabe poco sobre las consecuencias que conlleva y que provoca en las personas en general, fuera del ámbito escolar. Hay evidencia dentro de lo investigado, indicando que el ciberacoso puede ocasionar efectos muy graves como, impactos en su salud física y emocional e incluso hay casos que llegan al suicidio. En el MOCIBA se indagó por las diferentes reacciones y sentimientos que el fenómeno ocasiona en quienes lo han vivido en el último año, encontrando que los efectos que ocasiona son principalmente de enojo (66.9%), desconfianza (43.2%) e inseguridad (29.3%); y, de acuerdo a lo declarado solamente un 10.8% dijo no sentir afectación.
Según los datos por sexo, se mantiene la tendencia anterior en cuanto a las consecuencias declaradas por quienes han vivido ciberacoso; sin embargo, se identifica para las mujeres una situación específica que refleja una mayor susceptibilidad o afectación del ciberacoso, reconocen sentir más miedo, enojo e inseguridad, que lo que declaran los hombres, en el caso del miedo, hay una diferencia de 18 puntos porcentuales, entre lo señalado por las mujeres y hombres; asimismo, 13 puntos porcentuales de diferencia en la declaración de enojo. A la inversa, en mayor porcentaje los hombres señalan que el ciberacoso no les ocasiona efecto alguno.
 Medidas tomadas contra el ciberacoso
La población que experimenta ciberacoso puede tomar una postura ante el hecho. De acuerdo con los resultados se identifica que lo más frecuente es bloquear (a la persona, cuenta o página), seguida de ignorar o no contestar, eliminar la publicación, el mensaje o video y cambiar o cancelar número telefónico, cuenta o contraseña. Parece evidente que las personas afectadas deciden actuar por cuenta propia y eventualmente comentarlo con alguien de confianza, y en muy baja proporción realizan una denuncia ya sea ante ministerio público, policía o con el proveedor del servicio de Internet o telefonía celular.
 Medidas de seguridad
De la población de 12 a 59 años de edad que utilizó Internet en cualquier dispositivo en los últimos tres meses, el 68.3% reportó que realiza alguna medida de seguridad para proteger su computadora, tablet, celular o cuentas de Internet, mientras que el 31.7% declaró no realizarlas; ello indica que sigue siendo importante incentivar o promover entre la población el uso de protección de datos para no poner en riesgo la información o equipos personales, y estar más expuestos en el medio cibernético. Es necesario que los ciudadanos, en particular, conozcan y tomen precauciones para proteger todos los elementos que conforman la red en infraestructura e información.
El Internet, en sus inicios, se utilizaba básicamente para buscar información y enviar/recibir mensajes por e-mail. Después comenzó a popularizarse el uso de redes sociales; lo que aumentó el riesgo de ataques cibernéticos para dañar equipos o mal uso de la información personal. La población que realiza medidas de seguridad para protegerse reportó como medida principal crear o poner contraseñas (claves, huella digital, patrón, etcétera) con un 90%, seguida por instalar o actualizar programas antivirus, cortafuegos o antiespías (47.6 por ciento).
Anexo 1. Situaciones de ciberacoso experimentadas en cuestionario
MOCIBA 2017
1. Recibir mensajes ofensivos, con insultos o burlas.
2. Recibir llamadas ofensivas, con insultos o burlas.
3. Que una persona publique información personal, fotos o videos (falsos o verdaderos) para dañar.
4. Ser criticado(a) que se burlen en línea por su apariencia o clase social.
5. Recibir insinuaciones o propuestas de tipo sexual.
6. Que una persona se hiciera pasar por usted para enviar información falsa, insultar o agredir a otros.
7. Ser contactado(a) por medio de nombres falsos para molestarle o dañarle.
8. Ser vigilado(a) en sus sitios o cuentas en Internet para causarle molestia o daño.
9. Ser provocado(a) (molestado(a) o retado(a)) en línea para que reaccione de forma negativa.
10. Recibir fotos o videos de contenido sexual para molestarle.
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