En respuesta al reciente tiroteo en
masa en el Festival de la Cosecha Route 91 en Las Vegas, mucha gente discute si
los hoteles en México deberían tener detectores de metales en sus entradas.
Algunas personas no quieren pasar por
un control de seguridad de tipo aeropuerto, donde ellos mismos y sus valijas
pasen cada vez que ingresan a un hotel. Es inconveniente e intrusivo, sin
embargo habría impedido que el tirador de Las Vegas pudiera llevar armas de
fuego semiautomáticas a su habitación de hotel.
Los detectores de metales y las
pantallas de seguridad son habituales en las entradas a los hoteles en muchos
países, como Egipto y Jordania. El equipaje pasa por rayos X, las personas
caminan a través de detectores de metales y los bolsos se registran manualmente
o se les realizan radiografías. Es una acción rutinaria de entrar a los
hoteles. Toma aproximadamente 30 segundos más que simplemente caminar a través
de una puerta giratoria.
Todos nos ajustamos a los controles de
seguridad en los aeropuertos del país, aunque podemos quejarnos de vez en
cuando si las líneas son largas y estamos demorados para tomar un avión. Pero
las evaluaciones de seguridad impuestas por los Estados Unidos en sus vuelos se
han convertido en parte de la experiencia de volar a partir de lo sucedido el
9/11, estas precauciones hacen que sea más seguro volar.
Las evaluaciones de seguridad son
parte del precio de admisión en muchas atracciones turísticas de todo el mundo.
Un detector de metales se encuentra en el desierto frente a las pirámides en
Giza. Las maletas se revisan manualmente en muchos edificios y museos federales
en Washington DC. Un chapuzón en el Mar Muerto requerirá un pase a través de un
detector de metales del hotel.
En México, debido al gran
desconocimiento de las nuevas características de los avances tecnológicos de
los arcos detectores de metales modernos existen detractores de esta
tecnología, por ejemplo el año pasado el director del Sistema de Transporte
Colectivo (STC) Metro, Jorge Gaviño, declaró el cese de inversión en el
programa de arcos detectores, argumentando la falta de capacidad de protección
en todas las necesidades detectadas en dicho transporte. Dijo que además de requerir de 1,738 arcos
para el mismo número de entadas, existirían un sinnúmero de falsas alarmas al
detectarse elementos no nocivos como el cinturón o las llaves, que con un
transporte por donde pasan 5 millones de personas este tipo de seguridad se
vería inservible… lo anterior mostró solo el desconocimiento que existe de los
sistemas modernos inteligentes que cuentan con la capacidad de discriminar
artículos inocuos, acelerando en gran medida los distintos procesos. Además, no
se requiere de una inversión tan grande, pues existe la posibilidad de
arrendamiento, lo cual además de liberarse del costo por activos, se observa
una ventaja enorme al contar con el servicio de mantenimiento constante a los
arcos, teniendo los equipos siempre en funcionamiento apropiado.
Tal vez sea hora de hacer que sea más
seguro quedarse en un hotel en México instalando detectores de metales y
máquinas de rayos X en los vestíbulos de los mismos, pues todas estas bondades
son aplicables 100% a las instalaciones de los hoteles, teniendo equipos que
preserven la tranquilidad de sus usuarios.
Héctor Martínez, director de la
empresa experta en control de acceso, Global Protection, comentó “hoy en día no
existe motivo alguno para desestimar el uso de los arcos detectores de metales
en instalaciones públicas o privadas donde por estrategia o por la necesidad de
convivencia se necesite preservar la seguridad de las personas y de las
instalaciones mismas, aunque el tema presupuestal siempre está latente, existen
opciones que están disponibles ya en el mercado mexicano ofreciendo la
seguridad que hoy por desgracia es una realidad de exigencia en el país”,
afirmó.
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