Marzo registró la mayor venta de valores gubernamentales por parte de extranjeros desde agosto de 2016. El mes vio una salida por 166,540.69 millones de pesos, una caída de (-) 7.62% con respecto al cierre de febrero, que vio un ingreso moderado de 0.2% o 4,446 millones de pesos. De esta manera, febrero cerró con un total de 2.18 billones de pesos invertidos por extranjeros en deuda gubernamental, pero en marzo esa cifra cayó a 2.01 billones de pesos, su nivel más bajo dese noviembre de 2016.
Febrero ya había
registrado salidas en todos los instrumentos (-5,306M en Udibonos o
-11.25% mensual; -19,610M en Cetes o -9.65% mensual; y 114M en Bondes
o -8.51% mensual), pero la entrada de flujos a Bonos compensó la
totalidad de estas salidas (+29,477M; +1.53% mensual). Sin embargo,
en marzo se dio una venta masiva de bonos por parte de extranjeros
(-159,495M; -8.14% mensual) que aceleró la salida de capitales y la
depreciación de la moneda nacional. Ese mismo mes, los flujos de
salida en otros instrumentos se moderaron con respecto a febrero (-3
mil millones en Udis, -7.33% mensual; -4 mil millones en Cetes,
-2.18]% mensual; e incluso se registraron entradas en Bondes por casi
35 millones, +2.83% mensual), pero siguieron contribuyendo a una de
las salidas de capital más importantes de los últimos 4 años.
A diferencia de lo
sucedido en 2016, cuando en el mes de agosto se vendieron más de 200
mil millones de pesos en valores gubernamentales, las salidas de
marzo de 2020 se concentraron en ventas de Bonos, no Cetes como en
aquella ocasión. De hecho, no es posible encontrar una salida
similar de extranjeros en la parte larga de la curva desde que
existen datos sobre tenencias de valores gubernamentales por parte
de extranjeros; es un nuevo récord histórico.
Los portafolios de
extranjeros redujeron en general su tenencia de deuda mexicana en
todo tipo de instrumentos en los últimos 2 meses, aunque la
estructura del portafolio mantiene una distribución similar a la de
años pasados: la mayor parte de la tenencia siguen siendo Bonos
(82.5%), seguidos de Cetes (8.2%) y en mucho menor medida Udibonos
(1.8%) y Bondes D (0.1%). En lo que va de 2020, los extranjeros han
deshecho hasta 5.22% de sus posiciones en deuda gubernamental
mexicana, con un flujo de salida anual acumulado de 111,223 millones
de pesos. Tan sólo en marzo de este año, los flujos negativos
revirtieron todas las entradas vistas en los meses de diciembre,
enero y febrero pasados, y se volvió a registrar una salida neta de
extranjeros (algo visto por última vez en noviembre de 2019).
Fuente: Cálculos propios a partir de información de Banxico.
La salida de
extranjeros es producto de un ‘flight to quality’ en los merados
de deuda global, después de que se confirmara la propagación global
del COVID-19 y se incorporara en el escenario de inversionistas una
recesión global. La preferencia por sostener deuda de alta calidad
dominó a nivel global durante marzo, lo que provocó salidas no sólo
en deuda de México sino de emergentes en general. Sin embargo, estas
salidas han sido respaldadas también por la caída en los precios
del petróleo, las perspectivas negativas sobre la economía mexicana
y la posición fiscal y financiera del gobierno mexicano.
Calificadoras han comenzado a rebajar la calificación crediticia de
la deuda emitida por el gobierno y la gran volatilidad del tipo de
cambio ha reducido sustancialmente el atractivo del ‘carry trade’,
que durante los últimos tres años impulsó los flujos positivos de
inversión de portafolio en activos de deuda mexicanos. Hacia
adelante, la salida de extranjeros y sus capitales podría
acentuarse, sobre todo si el impacto económico por COVID-19
deteriora aún más la posición fiscal del país, si los precios del
petróleo se mantienen bajos (afectando a PEMEX y los ingresos
petroleros) y si prevalece en el mundo un entorno de preferencia por
liquidez y activos seguros.
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