Mensaje del director general del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), Zoé Robledo, durante la Comparecencia de los titulares del Sector Salud ante la Comisión de Salud de la Cámara de Diputados.
Diputadas, diputados, secretarias y secretarios integrantes de esta Comisión de Salud. Quiero saludar también al diputado Reginaldo Sandoval, coordinador del grupo parlamentario del PT, y al doctor Arturo Olivares, presidente de la Comisión de Seguridad Social, además de todo el equipo del IMSS que me acompaña el día de hoy; directoras, directores normativos, titulares de unidad, coordinaciones y, desde luego, a todo el sector salud, encabezado por el doctor David Kershenobich, así como el titular del ISSSTE, el doctor Martí Batres, el doctor Alejandro Svarch.
Acudo a esta cita con la República, con la representación popular, a este acto de rendición de cuentas, que forma parte de la Glosa del Primer Informe de Gobierno de la Presidenta Claudia Sheinbaum Pardo y lo hago para informar a ustedes sobre el estado que guarda el Instituto Mexicano del Seguro Social en este, el segundo piso de la Cuarta Transformación.
Siendo esta una comparecencia convocada por la Comisión de Salud, por el diputado Pedro Zenteno, permítanme enfocarme en esa dimensión de la seguridad social que no es la única, pero sí quizá es una de las más importantes que es la atención médica, el seguro de enfermedades y maternidad.
Y para entender el momento que vive el IMSS en ese sentido, les propongo mirarlo desde 3 planos: Lo que se ve, que es la superficie de su grandeza cotidiana; lo que no se cuenta, que son los cambios que suceden lejos de los reflectores, y lo que estamos corrigiendo, que es la historia de cómo recuperamos el sentido público de esta institución clave del Estado Mexicano.
¿Qué es lo que se ve? Lo que se ve del IMSS todos los días es la magnitud de una institución que acompaña la vida de más de la mitad de los mexicanos y las mexicanas.
Lo que se ven son sus más de 520 mil trabajadores y trabajadoras que no paran, que abren las puertas todos los días de hospitales, de clínicas, guarderías, de delegaciones y subdelegaciones, de teatros, de Centros de Seguridad Social, de velatorios, también de centros deportivos.
Se ven las ambulancias, se ven las batas, se ven las cofias. El IMSS está presente en más de mil 760 municipios del país y desde hace 82 años es uno de los rostros más visibles del Estado mexicano.
Todo en el IMSS es masivo. Y por eso muchas veces también lo que se ve es un servicio de urgencias que está saturado en la noche. Lo que se ve en las redes es una persona con una receta rechazada. Lo que se ve y muchas veces también se magnifica es cuando algo falla, cuando algo se satura.
Lo que no se cuenta es por qué ocurre esto. Y ocurre porque el IMSS cada vez atiende a más personas.
Según la Encuesta Nacional de Ingreso Gasto del INEGI la carencia por acceso a la seguridad social, que es uno de los 6 indicadores de pobreza, hoy se encuentra en su nivel más bajo; es decir, pasó de un nivel de carencia de 53.5 por ciento en 2018 a 48.2 por ciento en 2025.
¿Cuál es la causa? Son varias. Primero creció el empleo formal a pesar de la caída por la pandemia. En 2019 había 20.2 millones de trabajadores asegurados; al cierre del mes de octubre son 22.7 millones.
Es decir, 2.5 millones de trabajadores más, que junto con sus familias y el resto de las modalidades de aseguramiento, pensionados, jubilados, estudiantes, suman un total de 78 millones de mexicanas y mexicanos, 9.9 millones de mexicanos más que atender que los que se tenían en 2018.
Y este crecimiento no es casual, no corresponde al crecimiento natural de la población. Es producto de una política de inclusión social que abrió las puertas del IMSS a quienes durante décadas la tuvieron cerrada: las trabajadoras del hogar, que con sus beneficiarios nos suman más de 130 mil derechohabientes más.
Las personas trabajadoras independientes, que hoy pueden acceder al IMSS gracias a reformas que aprobaron aquí en esta Cámara de Diputados y que suman 845 mil personas más contando a sus beneficiarios. Y lo más reciente, trabajadores de plataformas digitales.
Estamos en el proceso del proyecto piloto y se han registrado ya un millón 390 mil trabajadores que en México, a diferencia de otras partes del mundo, sí tienen seguridad social.
Atendemos a más población, pero además con una mayor carga de enfermedad. Por un lado, está el natural envejecimiento de la población. Nunca el IMSS había atendido a más adultos mayores.
Para darse una idea, en 1991, el 7 por ciento de los derechohabientes del IMSS eran mayores de 65 años, hoy es el 16 por ciento de esa población.
Pero no es la única causa. Producto de la transición epidemiológica pasamos de atender primordialmente enfermedades infecciosas a atender enfermedades crónico-degenerativas: diabetes, hipertensión, dislipidemia, enfermedad renal, entre otras.
Lo ha dicho ya el doctor Kershenobich: Esto fue producto de una alteración del equilibrio metabólico del cuerpo humano. Pero otra forma de decirlo es que fue producto de la entrega de la salud y la alimentación de las mexicanas y los mexicanos, durante más de tres décadas, a las reglas del mercado.
¿Cuándo ocurrió esto? Como lo señala el doctor e investigador Bernardo Curiel Ávila, en su libro: La Construcción Social del Sistema Nacional de Salud en México, para los años 80, lo cito: La diabetes y otras enfermedades crónico-degenerativas comenzaron a ser preocupación de salud pública; sin embargo, estos problemas coincidieron con el ascenso del proyecto neoliberal que buscó adelgazar al Estado y reducir cualquier intervención gubernamental en materia de salud, esto se tradujo en una descentralización administrativa funcional y la privatización de nichos rentables del mercado de la salud.
Hay quienes justifican esto diciendo que es un fenómeno global, pero en México el crecimiento de estos padecimientos fue superior.
Quiero compartir con ustedes esta gráfica, en donde con datos de la OMS se puede ver cómo de 1990 al 2022, el número de personas que viven con diabetes pasó en el mundo de 175 casos por cada 100 mil a 413 casos por cada 100 mil, pero qué ocurrió en México. El crecimiento fue 25 por ciento mayor, pasó de 247 a 519 personas solo para este padecimiento. Y fue la época en que nos convertimos en el primer lugar en obesidad infantil, en diabetes infantil, en obesidad en adultos.
De esa manera atendemos a más personas, a personas de mayor edad y mayor carga de enfermedad. Y había que hacerlo con la misma capacidad instalada que heredamos. Esa es la ecuación de lo que estamos corrigiendo.
Déjenme decirles cómo atiende el IMSS a toda esta población y cómo se está creciendo.
Para darnos una idea, el IMSS lo podemos dividir en 3 etapas muy claras: la fundacional, de 1943 al año 1982, que construyó el sistema más grande de seguridad social de América Latina; la neoliberal, del 82 al 18, cuando la lógica financiera desplazó a la social, y la actual, la del 2018 al 2030, la etapa de transformación, recuperando el sentido público del IMSS.
Solo en la primera etapa, en los primeros 40 años, el IMSS construyó el 80 por ciento de toda su capacidad hospitalaria medida en número de camas. Se tenía en 1982, se habían construido, se tenía una capacidad de 29 mil 433 camas.
En la segunda etapa, en los años siguientes, en los siguientes 36 años, el IMSS solo construyó 4 mil 319 camas para ser exacto.
Por eso en 2018 eran 33 mil 752 camas, quizá el número más bajo en el indicador de camas por derechohabiente.
Y la justificación pública era cuidar los pesos y no a los enfermos: Cuidar la salud financiera de la institución y no la salud de las personas. Pero para muchos la razón de fondo era no invertir en lo que se pretendía privatizar. Esto afortunadamente ha cambiado.
El IMSS nuevamente está construyendo y nuevamente está invirtiendo para atender a más personas y para atenderlas mejor.
¿Por qué tenemos esa posibilidad de reencausarnos y de volver en la ruta de la inversión en la institución? Porque con la llegada de la Cuarta Transformación se hizo lo que no se había hecho durante mucho tiempo: se incrementó el salario mínimo.
En 5 años se incrementó en 135 por ciento. ¿Cómo se ve esto desde el IMSS? El incremento del salario mínimo ha permitido que el salario base de cotización del Seguro Social pasara de 352 pesos en 2018 a 623 pesos en 2025. Más salario son más ingresos y más inversión.
Les quiero informar en dónde estamos invirtiendo. Entre 2018 y 2024 se construyeron y pusieron en operación 13 nuevos hospitales en Ciudad Acuña, en Pachuca, en Atlacomulco, en Villa Coapa, en Tapachula, en Bahía de Banderas, en Atlixco, en Cuautla, en Uruapan, en Arandas, en Jalisco; Cárdenas, en Tabasco; en Cuautlancingo, en Puebla, y en Tláhuac, en la Ciudad de México.
Con la Presidenta Claudia Sheinbaum ya hemos inaugurado 2 hospitales más, uno en Ciudad Juárez, abandonado por el Seguro Popular y retomado por el IMSS, y otro en Ensenada, y se sumarán 9 que se inauguran en los próximos nueve meses: San Alejandro, en Puebla; Zaragoza, en Iztapalapa; Tuxtla Gutiérrez; Ciudad del Carmen; Navojoa; el Ramos Bours, en Hermosillo, Tula, Ticul y uno más en Guanajuato.
Adicionalmente se inició la construcción de 8 hospitales más con la colaboración de la Dirección General de Ingenieros Militares, de la Secretaría de la Defensa Nacional: 5 de esos 8 son regionales de 260 camas, en Santa Catarina, en Nuevo León; en Culiacán; en Saltillo; en Guadalupe, Zacatecas; en Los Cabos, y 2 más son de Zona: en Yecapixtla, en Morelos, y San Luis Río Colorado, en Sonora, así como la segunda etapa del Hospital de Ensenada.
El plan hacia 2030 contempla 16 hospitales más. De esa manera, en total, en 12 años, estaríamos sumando 47 hospitales nuevos del IMSS.
Pero a esto hay que agregar un incremento en la capacidad hospitalaria de lo que ya se tenía. Se ampliaron y modernizaron 55 hospitales, y se pusieron camas en áreas administrativas, un total de 3 mil 724 camas adicionales.
Y a eso habría que sumar que con el decreto presidencial de julio del 2025, el histórico programa IMSS-Coplamar, con el que el IMSS atiende a población sin seguridad social, pasó al régimen ordinario con todo su personal, con toda su infraestructura, que suman 81 hospitales y 2 mil 730 camas; hospitales rurales que ahora serán reconvertidos a Hospitales de Zona o de Subzona.
En suma, pasamos de las 33 mil 752 camas de 2018 a 38 mil 661 en este año 2025 y lograremos llegar a 45 mil 284 camas en 2030.
En 12 años el IMSS habrá sumado 11 mil 532 camas de hospital; insisto, del 82 al 2018 el incremento fue de 4 mil 319 camas, es decir, en dos sexenios haremos más del doble de lo que se hizo en los seis sexenios anteriores.
Ahora, como se sabe, ningún hospital, por más equipado que esté, sirve si no se tienen todos los servicios. Por eso también hemos dotado a los hospitales actuales de servicios que necesitaban: 32 Unidades de Cuidados Intensivos, entre neonatales, pediátricas y de adultos.
También pasamos de tener 54 salas de hemodinamia en 12 estados a un total de 82 salas de hemodinamia en 31 estados del país. Incluso en dos estados de México la sala de hemodinamia, me refiero a Colima y a Guerrero, la sala de hemodinamia del IMSS fue la primera sala pública de toda la entidad en toda su historia.
Actualmente estamos en proceso de sustitución de 12 aceleradores lineales en seis unidades médicas del país; en conjunto con los 17 equipos adquiridos en años anteriores se habrán actualizado 29 de los 30 equipos de radioterapia del IMSS.
Y un dato importante, en 2019 había sólo tres Centros de Referencia Estatal para la Atención del Niño con Cáncer. En el cáncer infantil se tenía que trasladar a los Centros Médicos Nacionales, ya sea a la Ciudad de México, a Guadalajara, a Monterrey. Hoy son 36 Centros Estatales de Atención de Niños con Cáncer, que atienden a un total de 2 mil 505 niñas y niños. Y quiero darles los datos que me ha compartido el coordinador de este programa, el doctor Enrique López, que está aquí con nosotros.
El 90 por ciento de los pacientes pediátricos que se atienden ahí, obtienen su diagnóstico en menos de siete días y más del 90 por ciento de los tratamientos inician en menos de tres días posteriores al diagnóstico. La tasa de sobrevida infantil pasó de 38 por ciento en 2018 en el IMSS a 82 por ciento en este año 2025.
Ha eso quiero sumar, porque son cosas que no se ven, la inversión más grande que se ha hecho en conservación y mantenimiento de los hospitales, muchos de los hospitales, como lo dije anteriormente se construyeron en los primeros 40 años: se sustituyeron 164 elevadores, se equiparon los centros de lavado y secado que afortunadamente no se privatizaron, 701 máquinas de lavado y secado, 169 casas de máquina nuevas, 180 cámaras frías en almacenes, 66 cocinas, 71 comedores para nuestros trabajadores, 5 mil 762 baños se han sustituido, 461 sistemas de aire acondicionado, 123 tomógrafos, 64 rayos X, 226 mastógrafos y 35 resonadores magnéticos.
Lo hemos dicho en otras ocasiones, no cometemos el error en el IMSS de construir y equipar, sin contratar. Por eso nuestra inversión más importante ha sido en el personal.
Para que se den una idea, cuando llegamos al IMSS, había 441 mil trabajadores, hoy somos 523 mil; el crecimiento ha sido de 81 mil personas más, el 81 por ciento de este personal en áreas de atención médica.
Y por eso tanto le agradezco al doctor Rafael Olivos, que está aquí con nosotros, porque lo hemos hecho siempre de la mano del Sindicato. Somos más, pero además los trabajadores del IMSS ganan más que en 2018. En promedio 36 por ciento más en términos reales respecto a ese año. Somos más, ganan más, pero además lo que se ha dicho siempre formamos más.
Cuánto se forma en el IMSS en 2019. En el 2019 ingresaron, solamente hablo de médicas y médicos especialistas, en 2019 ingresaron a estudiar una especialidad al IMSS: 4 mil 637 médicas y médicos, era el número de becas que se otorgaba. Y ese mismo año solamente egresaron 3 mil 960 médicos especialistas, pero no era el único problema, sino que además sólo el 47 por ciento eran contratados por el IMSS para alguno de sus hospitales. Por qué, porque se formaba más para la práctica privada que para la propia institución.
Qué paso en el draft de 2025, en marzo, el ingreso fue de 9 mil 813 médicas y médicos, además egresaron 7 mil 293, ya las primeras generaciones de este incremento, pero contratamos al 85 por ciento de ellos. Formamos más y contratamos más.
¿Cómo lo hicimos? Dando más becas para residencias, con más sedes, pasamos de 209 a 384, y también más cursos de 760 a mil 232. La especialidad que más creció es la columna vertebral de nuestro modelo preventivo: El médico familiar que atiende la consulta del Primer Nivel de atención.
Como lo ha dicho el doctor Kershenobich, no todo se resuelve con hospitales.
Por eso durante el sexenio pasado y ya en el primer año de gobierno de la Presidenta Claudia Sheinbaum, se han construido y están operando 30 nuevas Unidades de Medicina Familiar y sumamos 314 consultorios, con lo que llegamos a mil 545 Unidades de Medicina Familiar y 8 mil 008 consultorios en todos los turnos.
Para también para aprovechar la capacidad instalada, y para también hacerlo más fácil para los propios trabajadores y trabajadoras se siguió ampliando el programa de Unidades de Tiempo Completo, son Unidades de Medicina Familiar que abren sábados y domingo. Para darles una ideal en 2019 eran 36, hoy son 400.
Es por eso que, la Presidenta también nos ha encargado fortalecer el Primer Nivel de atención y el modelo constructivo. El plan es hacer 100 Unidades de Medicina Familiar Plus, que además de los consultorios de Medicina Familiar y los otros servicios, integran: áreas de diagnóstico, laboratorio, y también equipo de imagen: Rayos X, ultrasonido, mastógrafo, e incluso en algunas tomografía, salud mental, rehabilitación, hemodiálisis y consultorios de especialidad.
Estamos ya convirtiendo este año 65 Unidades de Medicina Familiar con Admisión Médica Continua, que es el área que abre 24 horas al día, para que tenga un área de urgencias, y de esa manera también en el Primer Nivel de atención logremos disminuir la saturación que observamos en las unidades de urgencias de los hospitales.
Se está impulsando la consulta de enfermera especialista en medicina familiar, para que sean ellas y ellos, enfermeras y enfermeros con licenciatura, quienes ya pueden prescribir medicamentos con autonomía y liderazgo técnico, sobre todo para los casos agudos.
Gracias aquí me acompaña la jefa Fabiana comandanta, coordinadora, del ejército de 132 mil enfermeras y enfermos que trabajan en el IMSS.
Y quiero compartirles que además, se han incorporado nuevos tratamientos para el control de enfermedades crónicas degenerativas. Apostamos por nuevas y mejores terapias, sólo les doy dos ejemplos: para la diabetes mellitus usamos pruebas diagnósticas de hemoglobina glicosilada, que son más precisas que la glucosa en sangre. Para darnos una idea cuántas más: en 2018 el IMSS realizaron solamente 300 mil pruebas de este tipo; en 2024, hicimos siete millones.
Además, acompañamos con medicamentos de última generación para el control de diabetes, como lo es la insulina glargina.
Y sobre el tema del abasto de medicamentos. En el Seguro Social se surten 574 mil recetas diarias en alguna de nuestras más de mil 300 farmacias. En este proceso trabajan más de 13 mil 200 personas, médicas y médicos en los procesos de eficiencia terapéutica, en los almacenes, en la distribución, los responsables sanitario, el personal de farmacia de las mil 355 farmacias.
Esto permite que en lo que llevamos del 2025, al corte del día de ayer, se hayan surtido un total de 181 millones de recetas, equivalentes a 842 millones de piezas de medicamentos y un porcentaje de receta surtida superior al 96 por ciento. La meta siempre va a ser llegar al 100, desde luego, pero no podemos dejar de decir las que sí se surten. Y este dato lo tenemos porque también hubo un cambio importante. Antes era mucho más común ver recetarios manuales escrito a mano, hoy 96 por ciento de las recetas del IMSS son electrónicas, no vienen de un recetario vienen de nuestros propios sistemas.
Insisto, la meta sigue siendo llegar al 100 por ciento del cumplimiento.
Y siendo la salud una de las materias más importantes de la Presidenta Claudia Sheinbaum, sabe y no nos permite ni conformismo ni simulación.
Sabe y exige resultados en temas que deben atenderse, y del diálogo con derechohabientes sabemos que hay dos que tenemos que seguir avanzando: uno los tiempos de espera, y dos, el trato del personal a los derechohabientes.
Ya explicamos lo estructural que tiene que ver con los tiempos de espera, para atender más rápido se necesita crecer en camas, en consultorios, en equipo y en personal, pero también desde 2021 nos dimos a la tarea de arreglar mil 039 quirófanos para equiparlos, darle instrumental, servicios, instalaciones, licencias, y fortalecer sus plantillas de personal.
Por eso es que en abril anunciamos nuestra estrategia 2-30-100: 2 millones de cirugías, 30 millones de consultas de especialidad y 100 millones de consultas de medicina familiar en un año. En consultas de Medicina Familiar ya llevamos 86 millones hasta octubre, seis millones más que en el mismo periodo de 2024; al cierre de octubre hemos realizado 24 millones de consultas de especialidad, 200 mil más de las que se realizaron en todo el año 2024 y las cirugías al 1 de noviembre ya se había alcanzado el mismo número que en 2024, llevamos 1.4 millones.
Eso es lo cuantitativo, cualitativamente esto es: 82 mil cirugías para atender fracturas, 57 mil cirugías de rodilla, 54 mil cirugías de cataratas, además de todas las demás. Y esto no lo hacemos ni contando los partos ni las cesáreas como procedimientos quirúrgicos. Eso se cuenta además.
Y para lograr estos resultados, lo que hicimos fue lo que se debía haber hecho, contratar más personal para completar equipos quirúrgicos: 5 mil 262 plazas para times quirúrgicos, además de la apertura de turnos vespertinos, la apertura de turnos nocturnos, una mejor gestión hospitalaria y jornadas extraordinarias.
Y en el tema del trato y con esto concluyo. Pues no es solamente saludar y sonreír, es entender al derechohabiente, escuchar al derechohabiente, atenderlo y gestionar cuáles son sus preocupaciones de una manera humana y digna.
Hoy tenemos a 2 mil 350 técnicas de atención y orientación al derechohabiente en los mil 083 módulos en hospitales y Unidades de Medicina Familiar que han crecido en todos los años. Y estamos por lanzar también nuestra estrategia de Trato Digno, para convertir esta y otras categorías a partir de la capacitación, pero también del entendimiento de su trabajo en Agentes de Trato Digno.
Por eso diputadas y diputados:
No se ve ni se cuenta: pero el IMSS está donde más se le necesita. Donde el mercado no acude porque no es negocio.
Todas y todos estoy seguro que compartimos alguna historia con la institución más grande de Seguridad Social de América Latina.
Por eso la Presidenta Sheinbaum nos ha marcado el rumbo: seguir fortaleciendo lo público, seguir fortaleciendo al IMSS, recuperando su esencia, sus capacidades, las inversiones que generaron su grandeza.
Ese IMSS que desde 1943 ha estado con toda su gloria y toda su voluntad. Llenando de esperanza y orgullo al pueblo de México, pero también superando los momentos más difíciles: los sismos, los huracanes, las pandemias, las crisis económicas. Y quizá lo que más daño al IMSS: la desinversión como ruta hacia la privatización.
Gracias a sus trabajadores, gracias a sus derechohabientes eso no se logró. Y hay IMSS, y hay IMSS para rato.
Hoy a pesar de los muchos desafíos, y de los muchos retos que tenemos vivimos el mejor momento del IMSS, porque simplemente se atiende a más personas y esa es nuestra razón de ser: que más personas tengan seguridad social. El mejor momento porque nunca se había invertido tanto, porque nunca se había formado tanto, porque nunca se había contratado tanto.
Por hoy el IMSS es, el IMSS del porvenir. El de la férrea voluntad de acompañar a las mexicanas y los mexicanos cuando más lo necesitan.
Muchas, muchas gracias por su tiempo y estoy a sus órdenes.
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