viernes, 17 de abril de 2020

Fitch rebaja calificación a PEMEX y CFE


Fitch Ratings decidió este mediodía reducir la calificación de la deuda de largo
plazo en moneda extranjera y local de PEMEX y la CFE como consecuencia del
reciente recorte a la calificación del soberano. La calificación de PEMEX pasó de
‘BB’ a ‘BB-‘, como resultado del deterioro de su perfil crediticio en medio de la
crisis en la industria de petróleo y gas, y las expectativas de precios bajos del
petróleo hacia adelante. De acuerdo a Fitch, la empresa cuenta con una
flexibilidad limitada para afrontar los retos de la industria dada la elevada carga
fiscal sobre sus ingresos, los altos niveles de deuda, los crecientes costos de
extracción de crudo y la elevada necesidad de inversión para mantener la
producción y reponer reservas. A Fitch le preocupa también un deterioro en el
compromiso del Gobierno para garantizar la deuda de la petrolera, dados los
propios problemas fiscales en la posición del país. Nuevos ajustes a la baja
podrían darse si el Gobierno no actúa para respaldar la liquidez de la empresa
en caso de que se prolonguen los flujos de caja negativos en el futuro, que exista
menor efectivo en mano para la empresa o se restrinja el acceso a capital a
través de los mercados.
El ajuste en la CFE es sólo para ponerla en línea con la calificación del
soberano, dado que el vínculo crediticio entre ambos es estrecho. Su calificación
pasa de ‘BBB’ a ‘BBB-‘. Mayores ajustes a la baja en la calificación de la CFE
podrían darse si hay un deterioro de su perfil financiero y operativo, o si hay un
nuevo ajuste a la calificación soberana. Con ello, la compañía de electricidad se
mantiene en grado de inversión, mientras que PEMEX se coloca tres escalones
por debajo del soberano y por debajo del grado de inversión. La perspectiva para
ambas empresas se ajustó también de ‘negativa’ a ‘estable’, lo que sugiere que
no habrá mayores ajustes en el corto plazo.
Los mercados no vieron reacción significativa a los ajustes, dado que éstos ya
estaban incorporados en las expectativas de inversionistas una vez sucedido el
ajuste de la calificación del soberano. Hacia adelante, será importante la decisión
que tome Moody’s en los próximos meses (mayo-junio), pues su acción podría
tener mayor repercusión que las de Fitch. Moody’s califica a PEMEX apenas un
escalón por arriba del grado especulativo y, de verse una degradación, se
cumpliría el supuesto de dos calificadoras con calificación ‘especulativa’ sobre la
deuda de la petrolera, lo que obligaría por mandato a algunos fondos a
deshacerse de sus posiciones en estos activos.

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