JT
Holmes es una leyenda viviente. Es un profesional de casi cualquier cosa que
uno pueda hacer sobre dos esquís, además es un piloto consumado de carreras
off-road, como la Baja 1000, y pionero en deportes como el descenso de
velocidad (o speed riding), el cual es una mezcla entre vuelo en parapente y
esquiar. Este atleta y doble de acción ha pasado su vida explorando los límites
de lo posible.
Visible
para quienes pasan por las Autopistas 80 y la 40, a lo largo de la cara norte
de las pendientes del Pico Donner, en California, EEUU, existe una línea épica
cuya punta es un acantilado demasiado voluminoso para intentar surcarlo sin
paracaídas. Con su pequeña ala de velocidad en la espalda y su cámara de 360°
FUSION, de GoPro, JT se embarcó en un solitario ascenso en este Pico al
amanecer para realizar una travesía que lo había tenido fascinado por años.
JT
considera que el descenso de este Pico tiene muchas de las cualidades de las
cumbres que ha dominado, ya sea con sus esquís, usando una patineta para nieve
o escalando. Unas telesillas lo llevaron, a través de una pequeña travesía,
hasta la cara norte del Pico Donner y luego caminó. Holmes se sentía emocionado
por realizar este descenso, ya que nadie había bajado antes en esquís, debido a
que los riscos son muy grandes para saltarlos sin paracaídas, pero son muy
pequeños para utilizar uno de tamaño tradicional. Por eso, su ala de velocidad,
la cual asemeja a un pequeño y ligero parapente, es ideal para este viaje.
De
esta forma, JT pudo esquiar los riscos al tiempo que mantuvo su ala de
velocidad sobre su cabeza hasta el momento en que la necesitó. Así, él estaba
seguro de que podría emprender el vuelo en cuanto la bajada lo demandara,
logrando pasar de un área de descenso a otra en segundos.
Como
todo un experto en descensos, JT sabía que el momento más apropiado para
realizarlo era al amanecer, cuando las condiciones del viento y la nieve son
mejores, así que subió por casi una hora, mientras observaba el bello paisaje
que lo deslumbraba por su blancura. Sin embargo, tuvo que ser muy cuidadoso
para no desprender un banco de nieve y caer junto con ella hasta las faldas del
Pico.
JT
asegura que se sentía un poco nervioso durante el descenso, debido a que la
nieve estaba muy profunda y estaba haciendo el salto él solo. En caso de una
avalancha, no hubiera tenido un equipo de rescate cerca que lo auxiliara. A
pesar de eso, la nieve estuvo muy estable, lo cual lo hizo sentir cómodo
conforme descendía. Pero sobre todo, se concentró mucho en disfrutar el momento
y la experiencia.
Al
revisar el increíble video que JT obtuvo con su cámara FUSION, comentó: “Fue
como si hubiera saltado de nuevo, mi corazón se aceleró y mis palmas sudaban,
es como volver a vivirlo. Estoy sorprendido de todos los detalles que la cámara
capturó y de la increíble textura que tiene la nieve. Pude ver el descenso en
varias ocasiones y fijarme en diferentes detalles cada vez. Además, me di
cuenta que hubo muchas cosas del ambiente que no pude apreciar mientras bajaba.
Estoy fascinado con todo lo que puedo ver, como el movimiento de mis esquís o
si mi ala de velocidad estaba bien desplegada, hasta mi estilo en el descenso y
la forma en la que aterricé”.
Esta
increíble experiencia cambiará la forma en la que JT Holmes realiza sus
descensos, ya que utilizará los videos obtenidos con su cámara FUSION de GoPro
para afinar detalles de su técnica. El único problema es que necesitará mucho
tiempo para recorrer todos los picos y montañas que tiene en mente y grabarlos,
literalmente, desde todos los ángulos con esta poderosa herramienta.
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