• La inflación se ubicará
ligeramente por arriba de 4.0% a fin de año. BBVA
Bancomer anticipa que no habrá incrementos adicionales en las tasas de interés
el resto del año, y que un ciclo de bajadas comenzará en el segundo trimestre
del año entrante.
• En el periodo enero-junio de
2018, el balance primario del sector público fue 121.1 mil millones de pesos. Es decir, con la mitad del año transcurrido, este nivel representa 64%
de la meta de 188.1 mil millones de pesos (0.8% del PIB) para 2018.
• El saldo histórico de los
requerimientos financieros del sector público (SHRFSP) se ubicó en 44.6% del PIB al cierre de junio de 2018. Se prevé que este indicador registre
un nivel de 45.8% del PIB al final de 2018.
• El déficit comercial fue 2,773
millones de dólares en el segundo trimestre de 2018 comparado
con el de 302 millones de dólares en el mismo lapso del año previo. Dicho
incremento se debió principalmente al deterioro en la balanza comercial
petrolera.
• Expectativas favorables sobre
el TLCAN han sido el principal factor detrás de la
reciente apreciación del peso. No
obstante, al momento no hay acuerdos definitivos sobre temas controvertidos.
En su Informe “Situación México” correspondiente al
tercer trimestre de 2018, BBVA Bancomer estima que el crecimiento global
continúa y destaca que los riesgos se intensifican. El estudio precisa que la
economía mexicana creció 2.1% en la primera mitad del año, lo que imprime un
sesgo a la baja en la previsión para 2018 y mantiene sin cambio el pronóstico
para 2019 de 2.0%.
De acuerdo
con cifras del INEGI, en el 2T18 la economía se contrajo -0.1%, una diferencia
de 1.2 pp con respecto a lo registrado en el 1T18. Por componentes, las
actividades primarias mostraron la mayor caída, con una variación porcentual
anual de -2.1% (vs 0.9% previo), mientras que el sector industrial se contrajo
-0.3% (vs 0.9% previo). El sector terciario sorprendió a la baja con un
crecimiento moderado de 0.3%, que contrasta con el crecimiento de 1.1%
observado en el primer trimestre del año. Mientras que el comportamiento del
sector primario se encuentra sujeto a mayor volatilidad por la naturaleza de su
producción, es probable que el menor dinamismo de la industria esté asociado a
una ralentización del sector manufacturero y la construcción, tal como lo
señala el indicador de pedidos manufactureros, que en el 2T18 se contrajo -0.4%
en promedio con respecto al trimestre previo, y el indicador agregado de
tendencia del sector construcción que en el 2T18 mostró en promedio un
crecimiento nulo, con respecto al trimestre previo.
En el
periodo enero-junio de 2018, el balance primario del sector público registró un
monto de 121.1 mil millones de pesos vs. 412.9 mil millones de pesos en el
mismo lapso de 2017. El superávit primario se debió en gran medida al balance
de las entidades bajo control presupuestario indirecto y al balance del IMSS. De
continuar un manejo disciplinado de las finanzas públicas durante el periodo
julio-diciembre de 2018, será posible materializar el cumplimiento de la meta
de 188.1 mil millones de pesos (0.8% del PIB) para el superávit primario de
todo el sector público. Por su parte, el saldo histórico de los requerimientos
financieros del sector público (SHRFSP) se ubicó en 44.6% del PIB al cierre de
junio de 2018. BBVA Bancomer prevé que los esfuerzos de consolidación fiscal y
la apreciación del peso se reflejarán en una reducción marginal del SHRFSP (%
del PIB) de 46.2% en 2017 a 45.8% en 2018.
El déficit
comercial se incrementó a 2,773 millones de dólares en 2T18 de 302 millones de dólares
en 2T17. Un factor que explica este aumento fue el deterioro en la balanza
comercial petrolera (con un déficit de 5,497 millones de dólares en 2T18 vs.
3,826 millones de dólares en 2T17). Se prevé que el déficit comercial para 2018
sea 12,800 millones de dólares. La institución anticipa que el déficit de
cuenta corriente cierre este año en aproximadamente 24 mil millones de dólares
(2.0% del PIB).
En los
primeros meses del año la inflación mostró una significativa disminución. No
obstante, en mayo la inflación general descendió menos de lo que se preveía, y
a partir de junio retomó una tendencia alcista que, por su naturaleza, se
pronostica que será transitoria. Este aumento tiene su origen en aumentos
mayores a los previstos en precios de energéticos, principalmente de las
gasolinas y el gas LP, lo cual se reflejó en incrementos significativos de la
inflación no subyacente. Este cambio en precios relativos no ha afectado a la
inflación subyacente que mantiene un buen comportamiento y una tendencia
descendente. Hacia delante, resulta ineludible que este cambio de precios
relativos por los choques de oferta antes mencionados afectará la velocidad de
convergencia de la inflación hacia la meta.
Así, BBVA
Bancomer anticipa que la inflación cerrará el año ligeramente por encima de
4.0% (en 4.1%). Con ello, la inflación convergerá definitivamente al objetivo
del 3.0% a un ritmo más lento de lo que se pensaba hace tres meses, cuando se
preveía que la inflación podría terminar el año ligeramente por debajo de 4.0%
(en 3.8%). En contraste, la inflación subyacente continuará con una tendencia
descendente sin interrupciones. Las proyecciones del banco sugieren que la
inflación subyacente probablemente se estabilizará en torno al 3.6% en el corto
plazo, antes de disminuir aún más en los últimos dos meses del año hasta el
3.4% a fin de año.
En este
contexto, se anticipa una pausa monetaria el resto del año. El tono del último
comunicado es menos restrictivo que el de los anteriores y da señales de que,
en ausencia de un deterioro adicional del balance de riesgos para la inflación,
una pausa monetaria es el escenario más probable en los próximos trimestres. Además,
los dos aumentos de tasas ya observados este año han llevado a la tasa real a
un nivel restrictivo. Se prevé el resto del año con una tasa nominal en 7.75%,
la tasa real ex-ante se ubicará en
promedio por encima de 4.0%, un nivel elevado para estándares históricos, y
significativamente mayor al 2.0% de una tasa neutral. En 2019, con la inflación
en niveles menores a 4.0% y convergiendo gradualmente hacia la meta, Banxico se
podrá plantear con tranquilidad una convergencia gradual de la tasa monetaria hacia
su nivel neutral (en torno a 5.5%). Así, para 2019 se espera una reducción de
75pb en la tasa monetaria a 7.0%.
Durante los
últimos meses el principal factor detrás del movimiento de los precios de los
activos domésticos ha sido el escalamiento de las tensiones comerciales. A la
renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), cuyo
rompimiento se mantiene como el mayor riesgo, se ha sumado la imposición de
diversas medidas arancelarias de varios países. Los inversionistas tratan de
evaluar hasta qué punto estas medidas, especialmente entre EE.UU. y China, ponen
en riesgo el crecimiento económico mundial y es en este proceso de evaluación
que se han generado diversos episodios de aversión al riesgo.
De hecho,
los movimientos de las principales variables financieras en México han seguido
de manera puntual los vaivenes en los temas comerciales, desde el fallido
intento por cerrar un acuerdo preliminar del TLCAN entre abril y mayo hasta los
diversos tonos que ha alcanzado el intercambio de medidas arancelarias entre
China y EE.UU. En este contexto, el resultado de la elección presidencial en
México y los mensajes iniciales del candidato ganador actuaron favorablemente
para los activos mexicanos en un momento que coincidió con un relajamiento de
las tensiones a nivel global.
Hacia
adelante con altas expectativas de que la renegociación del TLCAN se cierre
hasta 2019 y después de que los mercados recibieran favorablemente el discurso
conciliador de la próxima administración, la posible imposición de un arancel
de 25% a la importación de automóviles constituye el principal factor de riesgo
para las variables financieras en el corto plazo.
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